Cincuenta y ocho años de crecimiento
económico colombiano
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
En la base de datos del Banco Mundial se reportan las
tasas de crecimiento anual del PIB per-cápita colombiano, entre 1961 y 2018.
Con esos datos, se me ocurrió hacer la gráfica y la tabla que se muestran a
continuación.
La primera barra promedia las cifras de 14 de los 16
años que duró el Frente Nacional. El promedio de 2,7 para el período es una
buena cifra, explicada en buena medida por el notable crecimiento registrado en
el cuatrienio de Misael Pastrana Borrero, bajo cuyo gobierno se presentaron las
más altas tasas de crecimiento del PIB en un siglo: 6,5% promedio anual.
Lo del período de Pastrana Borrero es aún mas notable
habida cuenta de que durante esos años el desempeño del sector cafetero y de
sus exportaciones fue relativamente moderado, al contrario de lo que ocurrió
bajo el gobierno de López Michelsen, que se benefició de la más extraordinaria
bonanza de precios del café de todo el siglo XX, que jalonó la economía para
hacerla crecer 4,9% promedio anual en ese período.
El gobierno de Turbay se benefició también de la
bonanza cafetera en los dos primeros años; pero los dos últimos estuvieron
marcados por una gran recesión económica a nivel mundial, que golpeó duro a la
economía colombiana especialmente durante el gobierno de Belisario Betancur.
Los gobiernos de Barco y Gaviria tuvieron unas
condiciones externas relativamente favorables y en esos años la economía creció
a tasas superiores al 4% anual, dando como resultado un desempeño bueno del PIB
per cápita. Durante los gobiernos de Samper y Pastrana, especialmente el de
este último, las condiciones externas no podían ser más desfavorables – la
llamada crisis del fin del siglo – e internamente el deterioro del orden
público y la creciente inseguridad llevaron al colapso de la inversión, lo que
se tradujo en un mediocre crecimiento del PIB, lo cual llevó al estancamiento,
cuando no al retroceso, del PIB per cápita.
La recuperación del orden público con la política de
Seguridad Democrática, permitió que el País aprovechara la bonanza del precio de
los commodities – el petróleo, en especial – que se extendió entre 2002 y 2014,
jalonando el crecimiento económico y permitiendo, por tanto, un gran avance
del PIB per cápita, especialmente en los 8 años de Uribe.
Alcanzar y mantener una tasa de crecimiento elevada
del PIB per cápita es fundamental para el crecimiento económico de largo plazo y
las consiguientes mejoras en el bienestar de las personas. Eso se debe al poderoso
efecto del interés compuesto. Si el PIB per cápita de un país crece a una tasa
media anual de 1%, se tardará 71 años para duplicarse y al cabo de 100 años se
multiplicará por 3. Pero, si la tasa es 2% anual, el tiempo de duplicación pasa
a 35 años y en cien años la cifra inicial se multiplica por 7.
En la última fila de la tabla se presenta la que,
según el GRECO[1],
fue la tasa media anual de crecimiento del PIB per cápita colombiano en el
siglo XX: 2,3%. Esta tasa permitió que el PIB per cápita se multiplicara por
10, en el siglo pasado: en dólares constantes pasamos de 500 a 5.000.
En otras filas de la tabla muestran las tasas de
crecimiento medio anual del PIB per cápita en los períodos indicados y al
frente de cada una de ellas el tiempo requerido para duplicar el nivel inicial
y número de veces por las que se habrá multiplicado en 100 años. Con la tasa de
3,2% de los años Uribe, en cien años el PIB per cápita se multiplicaría por 23;
con la de los años de Pastrana Borrero se multiplicaría por 53.
En la penúltima fila se muestra la tasa media de
crecimiento del PIB per cápita en lo corrido del siglo XXI: 2,6, y las cifras
respectivas de duplicación, 28 años, y multiplicación al cabo de cien años, 13;
ligeramente superiores a las del siglo XX.
Para el crecimiento actual de la población – 1,3%
anual en el período inter-censal 2005-2018- esa cifra de 2,6% puede obtenerse con un crecimiento de 3,9% anual del PIB. No está fuera del alcance de la
economía colombiana superar ampliamente esa cifra, ya lo hizo en el siglo XX, y
si eso no se tradujo en un mayor crecimiento del PIB por habitante fue a causa
del fuerte crecimiento poblacional. Si alcanzáramos el crecimiento medio del
PIB real del siglo pasado – 4,5% anual – tendríamos en aumento medio anual del
PIB per cápita de 3,2%. Con esto el producto por habitante se multiplicaría por
22 a finales del siglo XXI. No parecen malas las perspectivas económicas de
nuestros nietos.
LGVA
Septiembre de 2019.
[1] GRECO: Grupo de estudios del
crecimiento económico del Banco de la República. (2004). El crecimiento económico colombiano en el siglo XX. Banco de la
República de Colombia-Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 2004.