Sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones: descripción, situación actual y perspectivas.
Luis Guillermo
Vélez Álvarez
Economista,
Docente EAFIT
(Monografía preparada con el apoyo financiero de ANDESCO)
El 22
abril de 1992 los trabajadores de TELECOM entraron en huelga y el País quedó
incomunicado con el resto del mundo y entre sus regiones durante los siete días
que duró el cese de actividades. El gobierno de Cesar Gaviria (1990-1994),
acosado ya por el impacto del racionamiento de electricidad que se había
decretado mes y medio antes, se vio obligado a retirar del Congreso el proyecto
de ley 033 que buscaba transformar el empresa, entonces organizada como
establecimiento público, en sociedad por acciones, lo que los trabajadores
veían como el primer paso hacia su privatización. Hoy, 23 años
después, resulta casi imposible imaginar el impacto y las consecuencias de esa
huelga.
A
principios de la década de los 90, en el sector de las telecomunicaciones
predominaba la propiedad pública en los servicios fundamentales: la telefonía
local y la larga distancia. TELECOM tenía el monopolio de los servicios de
larga distancia nacional e internacional, de la telegrafía y el télex y el
manejo de una incipiente red de datos denominada COLDAPAC. Los servicios de
telefonía local se repartían entre TELECOM, por medio de unas subsidiarias
suyas denominadas Teleasocidadas, y algunas empresas municipales en las
principales ciudades del País (EPM, EMCALI, ETB) y una empresa regional:
EDATEL. En televisión existían dos canales públicos de cobertura nacional
administrados por INRAVISION, un canal cultural que cubría a Bogotá y zonas
aledañas y tres canales regionales de reciente creación. La participación
privada estaba restringida a la radiodifusión sonora, a unas cuantas empresas
que iniciaban el servicio de televisión por suscripción y a pequeños nichos
como el servicio de radiomensajería o beeper hoy ya desaparecido.
Las
telecomunicaciones estaban cambiando aceleradamente en el mundo entero. Se
estaban desmantelando los monopolios y se privatizaban las empresas estatales.
La telefonía celular era ya una realidad en muchos países al igual que el
internet. El País trataba de ponerse a tono con esas transformaciones con la
expedición de la ley 72 de 1989 y sus decretos reglamentarios 1900 y 1901 de
1990. El decreto 1900, al tiempo que mantenía las telecomunicaciones como un
servicio público a cargo del estado, introdujo la modalidad de prestación
indirecta por medio de concesión a los particulares. El artículo 365 de la
constitución de 1991 abriría al sector privado todos los servicios públicos
domiciliarios. La ley 37 de 1993 autorizó al gobierno a adjudicar las
concesiones para el servicio de telefonía móvil celular. La telefonía local se
desmonopolizó con la ley 142 de 1994 y la larga distancia se abrió a la
competencia con el decreto 2542 de 1997.
El decreto
741 de 1993 reglamentó la ley 37. Allí se fijaron las pautas para la prestación
del servicio, el establecimiento y operación de las redes y, lo más importante,
se definió el procedimiento de las concesiones. La Nación recibió US$ 1.186
millones por las licencias otorgadas. La TMC dio inicio a la participación
privada en las telecomunicaciones. Se otorgaron tres licencias a empresas
mixtas – Celcaribe, Comcel y Occel- y dos a empresas privadas – Celumóvil y
Cocelco. Los principales grupos económicos del País – Grupo Santodomingo,
Organización Ardila Lulle y el Sindicato Antioqueños – aportaron capital a las
nuevas empresas. Llegaron también empresas internacionales como
Millicon-Cellular, Cables & Wireless, Telefónica de España y la Compañía de
Teléfonos Celulares de Chile. La operación de la TMC se inició en 1994 y hacia
1998 los ingresos operacionales de las empresas superaban los US$ 1.000
millones, frente a US$ 1.113 millones de la telefonía local y US$ 1.043
millones de la larga distancia nacional e internacional. Después vendría un
proceso de consolidación empresarial acompañado de la llegada de nuevos jugadores
como Bell South, que asumió el control de Celumovil y Cocelco.
En 1997 se
abrió la competencia en larga distancia. Se entregaron 2 nuevas licencias: a la
ETB y a Orbitel, empresa mixta cuyos accionistas eran EPM (50%), el Grupo
Santodomingo (25%) y la Organización Sarmiento Angulo (25%). El valor de cada
licencia fue de US$ 150 millones. En 1999 la competencia llevó a una reducción
de tarifas del 16%, en la larga distancia nacional, y de 70% en la
internacional, cuyo tráfico saliente se incrementó en 43%.
Aunque a
la telefonía básica no llegaron nuevos actores, el sub-sector se dinamizó
apreciablemente. De 2.8 millones de líneas instaladas en 1990 y una densidad de
8%, cifras alcanzadas en 70 años, se pasó 7.6 millones de líneas y una densidad
de 18% en sólo 10 años.
Las normas
mencionadas, que permitieron el desarrollo del sector de las telecomunicaciones
durante casi dos décadas, reposaban sobre el criterio de especialización de los
operadores con base en la clasificación de los servicios consagrada en el
decreto 1900 de 1990. La digitalización y la creciente capacidad de transporte
de las redes – la revolución del ancho de banda- hicieron obsoleta esa
especialización. Un poco tardíamente, con la ley 1341 de 2009 el País se adaptó
normativamente a la nueva realidad de la convergencia impuesta por la
tecnología. Hoy, los operadores de telecomunicaciones, bajo el régimen de
licencia única, pueden prestar todos los servicios.
La larga
distancia ha desaparecido y la telefonía básica apenas subsiste como un
componente – tal vez el menos significativo - de un paquete de servicios
ofrecido por un operador. De esos servicios sólo se puede hablar en pasado. El
presente de las comunicaciones está marcado por servicios que apenas
despuntaban hace dos décadas: la telefonía móvil celular y el internet que se
ha expandido llegando a todos los rincones del País. En las secciones siguientes se presenta el
estado actual de esos servicios.
Los
servicios de las tecnologías de la información son múltiples y variados. La
multiplicidad y variedad de esos servicios está relacionada con la naturaleza
de los elementos o dispositivos que conforman una red de telecomunicaciones –
hardware - y con el tipo de contenidos o aplicaciones – software - disponibles
para los usuarios.
Telecomunicación
significa transmisión de mensajes a distancia por medio de conductores
eléctricos, ópticos o electromagnéticos. Una red de telecomunicaciones es por
tanto el conjunto de dispositivos que hace posible la comunicación entre
usuarios distantes. Toda red de telecomunicaciones tiene tres componentes
básicos, a saber: el terminal, que es dispositivo que permite al usuario
interactuar con la red; la red de acceso, que conecta los terminales con la red
de conmutación y transporte y, finalmente, la red propiamente dicha que realiza
las conexiones necesarias para que los terminales se comuniquen entre sí.
Los
terminales comúnmente utilizados hasta hace algunos años eran el teléfono fijo
convencional, el teléfono móvil, el computador y el fax. Hay que añadir nuevos
terminales como la tableta, el televisor inteligente y las consolas de
video-juegos. Probablemente aparecerán otros - ya hay automóviles,
electrodomésticos y aún viviendas inteligentes - y algunos caerán en desuso,
como está ocurriendo con el fax hoy en vías de extinción.
La red de
acceso conecta al usuario individual con el núcleo de la red. Son cinco los
tipos de acceso predominantes: el acceso vía par de cobre, la fibra óptica,
accesos híbridos de fibra óptica y cable coaxial, acceso vía radio fijo
terrestre y el acceso vía radio móvil terrestre. Esta lista no es exhaustiva.
Pueden mencionarse también los accesos satelitales fijos y móviles y el acceso
a través de la red eléctrica.
La red de
conmutación y transporte es el componente central de una red de
telecomunicaciones. Los usuarios se agrupan alrededor de unos dispositivos
conocidos como nodos – las centrales de conmutación local de la telefonía
básica o las antenas de transmisión de la telefonía móvil - a los que se
conectan mediante sus redes de acceso. Eso nodos están conectados entre sí
mediante líneas de alta capacidad conformando así la red. Existen cuatro tipos
de redes: la red de telefonía básica, la red de telefonía móvil, la red de
datos y las redes de difusión. La internet es una enorme red que enlaza
millones de redes pequeñas en todo el mundo. De ahí su nombre World Wide Web:
extensa tela de araña mundial. La internet es la máxima expresión de la llamada
convergencia de redes.
Los
servicios de telecomunicaciones pueden definirse desde el lado de la oferta.
Desde este punto de vista un servicio de telecomunicaciones es un conjunto de
medios físicos – hardware- y elementos lógicos – software- operados por un
proveedor que los pone a disposición de unos usuarios bajo unas condiciones
técnicas y económicas de acceso. Un servicio de telecomunicaciones puede
ofrecerse de forma mayorista – como los servicios portadores que proporcionan
una capacidad de red para la transmisión de información independientemente de
su contenido – o de forma minorista o masiva. Pero además de tipo de usuario –
individual o colectivo - existen muchas otras formas de clasificar los
servicios. Según el tipo de información (voz, datos, texto, imágenes); el ancho
de banda (estrecha o ancha), el tipo de red (fija, móvil, difusión); la
movilidad del usuario (fijo, móvil); según el tipo de repetidores utilizados
(terrestres, satelitales); etc.
La
digitalización - que permite la transmisión de las señales de comunicación por
cualquier tipo de redes – y la continua ampliación de la capacidad de
transporte de las redes han permitido la llamada convergencia de las redes de
tal suerte que los operadores de telecomunicaciones están en condiciones de
ofrecer toda clase de servicios al usuario final. La ley 1341 de 2009, al
adoptar el régimen de licencia única de operador de telecomunicaciones, le dio
sanción legal a un hecho impuesto por el avance de la tecnología.
No
obstante el régimen de licencia única, subsisten operadores de
telecomunicaciones relativamente especializados básicamente en función del tipo
de red gestionada por ellos antes de la convergencia. Así, las antiguas
empresas estatales de telefonía básica o las mixtas que las han sucedido,
continúan dominando el segmento de la telefonía fija al tiempo que buscan
incursionar en la telefonía móvil asociándose con propietarios de estas redes o
como operadores móviles virtuales. Por su parte, los operadores propietarios de
redes móviles dominan ese segmento y se identifican como tales pero tienen en
su portafolio servicios de telefonía fija y televisión. En fin, unos y otros,
son proveedores de servicios de acceso a internet; predominantemente fijo, los
primeros, y móvil, los segundos. Al lado de los operadores mencionados – cuyo
rasgo fundamental es la propiedad de unas redes relativamente amplias – existen
un gran número de agentes que ofrecen servicios de televisión y de acceso a
internet. También desde hace pocos años se viene desarrollando en el País el
segmento de los operadores móviles virtuales que arriendan capacidad a los
propietarios de red y ofrecen servicios de voz y datos a los usuarios finales.
Debe
mencionarse también a los proveedores y comercializadores de equipos y a los
desarrolladores y proveedores de aplicaciones. El problema con estas categorías
es su ubicuidad y diversidad que hace estéril cualquier esfuerzo de
clasificación tendiente a incorporarlas dentro del sector de las TIC. Aunque
los puede haber especializados, un comercializador de equipos terminales
comúnmente los comercializa conjuntamente con toda clase de bienes y servicios.
Lo mismo puede ocurrir con un productor.
Por eso puede ser más apropiado incluir a los primeros dentro del sector
comercio y a los segundos dentro del sector industrial. Algo similar ocurre con
los desarrolladores y proveedores de aplicación. Las aplicaciones son de toda
naturaleza: educación, finanzas, comercio, entretenimiento, gobierno, etc. La
inclusión de todo esto dentro del sector de las TIC llevaría a que la
definición de éstas careciera de límites precisos y se confundiera en
definitiva con casi toda la economía. Probablemente a eso se llegue en el
futuro: no sin razón se habla de economía de la información. Por lo pronto,
para la definición de lo que son las TIC es mejor atenerse al concepto de red
de telecomunicaciones enunciado al principio de este apartado.
Tal vez la
mejor forma de empezar la descripción del sector de TIC en Colombia es
presentar su situación en el contexto internacional. Desde hace 13 años, el
Foro Económico Mundial publica el Reporte Global sobre Tecnologías de
Información en el que se compara el estado de las variables claves en 148
países. Se examinan 54 indicadores que agrupan en 10 categorías o pilares. El
nivel de cada indicador es referido a una escala de uno a siete lo cual permite
calificar la situación de un país en cada uno de los diez pilares. La suma de
los valores obtenidos en los diez pilares arroja el Networked Readiness Index
(NRI) que mide el grado de aprovechamiento de las TIC para impulsar la
competitividad del país y el bienestar de la población. En 2014, Colombia ocupó
el puesto 63 entre 148 países, avanzando 3 lugares con relación a 2013. Entre
los países de suramericanos, Colombia ocupa el tercer lugar, después de Chile y
Uruguay, y por encima de Brasil, México y Argentina.
Figura 1. Networked Readiness Index (NRI)
Fuente:
WEF. The Global Information Technology Report 2014
El NRI,
que se puede traducir como Índice de Aprovechamiento de las TIC, está compuesto
por diez pilares que a su turno constan de un número plural de indicadores. El
primer pilar es el Entorno Político y Regulatorio y lo conforman nueve
indicadores entre los que se encuentran la independencia del poder judicial, el
cumplimiento de los contratos, la protección de la propiedad intelectual y
otros más. Aquí Colombia tiene una calificación de 3.4 y ocupa el lugar 96
entre 148 países. En dotación de infraestructura y contenido digital está en el
puesto 80 con una calificación de 3.7. Es en los pilares de nivel de empleo de
las TIC por las entidades gubernamentales, impacto social y accesibilidad donde
el País obtiene las mejores calificaciones y ocupa los más elevado lugares entre
los 148 países considerados: 31, 39 y 44, respectivamente. La Figura 2 muestra la calificación de Colombia en cada uno de
los diez pilares con relación a la calificación promedio de los países de
ingreso medio y de ingreso alto. En
general, el nivel alcanzado en casi todos los pilares está acorde con los
valores promedio de los países de ingreso medio. En dos de ellos - uso por el
gobierno y accesibilidad – la calificación alcanzada llega a niveles similares
a la de los países de ingreso alto.
Figura 2. Calificación de
Colombia en los 10 pilares del NRI 2014
Fuente:
WEF. The Global Information Technology Report 2014
El País
cuenta con nueve accesos a cables submarinos frente a cinco que tenía hace 10
años. Según el MINTIC, en 2014, la capacidad internacional era de 1,9 TBPS lo
que arroja una capacidad de 39 Kbps-habitante. En 2012 la capacidad o el ancho
de banda internacional era de 20 Kbps-habitante, lo que situaba a Colombia en
el sexto lugar en América Latina. El ancho de banda internacional por habitante
de un país desarrollado supera los 50 Kbps. En 2012, Canadá tenía más de 100 y
Estados Unidos 62.
Figura 3. Ancho de banda
Internet Internacional 2012
Fuente:
WEF. The Global Information Technology Report 2014.
Otro
indicador de infraestructura en el número de servidores seguros de internet por
millón de habitantes. Estados Unidos tiene de cerca de 1.500, Canadá unos 1.200
y Alemania de poco más de 1.000. En Colombia debe haber unos 30. En 2012, el
País ocupaba el quito lugar en América Latina después de Argentina, Brasil,
Uruguay y Chile. La brecha con estos dos últimos países, que tienen capacidad
superior a 80 Kbps, es sustancial.
Figura 4. Servidores de
Internet Seguros 2012
Fuente:
WEF. The Global Information Technology Report 2014.
En 2011,
el MINTIC adjudicó a la empresa mejicana Azteca Comunicaciones el proyecto de
la Red Nacional de Fibra Óptica. Con la ejecución de este proyecto, el número
de municipios conectados pasó de 200, en 2010, a 1078, en 2014. Esta última
cifra equivale al 96% de municipios del País. Para el 4% restante - municipios
de Amazonia, Orinoquia y el Chocó, que por su lejanía fueron excluido de la red
- se está ejecutando el proyecto Conectividad de Alta Velocidad que los
contactará a la red nacional con soluciones inalámbricas.
Figura 5. Municipios
Conectados al Red Nacional de Fibra Óptica
Fuente: MINTIC
El
Ministerio de Tecnologías de la Información y las comunicaciones es el ente
rector del sector. A su cargo están la definición de las políticas sectoriales
y el desarrollo de los programas y proyectos de las telecomunicaciones sociales.
Por intermedio de sus entidades vinculadas las funciones de gestión del
espectro y las de regulación.
La gestión
del espectro está a cargo de Agencia Nacional del Espectro (ANE), creada por la
ley 1341 de 2009 y reglamentada por los decretos 093 y 094 de 2010. Es una
Unidad Administrativa Especial adscrita al Ministerio y cuya función es brindar
al Ministerio el soporte técnico para la gestión, planeación, vigilancia y
control del espectro radioeléctrico.
La
Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) es la entidad encargada de la
regulación de sector. Es una unidad administrativa especial vinculada a
Ministerio cuya función principal es promover la competencia, prevenir los
abusos de posición dominantes y regular los mercados de redes y servicios de
comunicaciones. La comisión está integrada por el ministro, quien la preside,
el Director del DNP y tres expertos nombrados por el Presidente de la
República.
La
Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) fue creada por la ley 1507 de 2012, que
distribuyó competencias entre las entidades del Estado en materia de
televisión. La ANTV asumió parte de las funciones de la Comisión Nacional de
Televisión (CNTV) cuya eliminación fue dispuesta por el acto legislativo 02 de
2011. Los objetivos de la ANTV son brindar herramientas para la ejecución de
los planes y programas del servicio de televisión; garantizar el pluralismo y
la imparcialidad informativa; garantizar la competencia y evitar prácticas
monopolísticas y la proteger y defender los intereses de los televidentes. De
las funciones de la antigua CNTV, se asignaron a la ANTV las de control y
vigilancia de los prestadores del servicio público de televisión (literal b,
artículo 5, ley 182 de 1995) y las concernientes al régimen de concesiones
(literal e, artículo 5, ley 182 de 1995).
También
está adscrita al Ministerio la Unidad Administrativa Especial Fondo de
Tecnología de la Información y las Comunicaciones (FONTIC) cuya función
principal es recaudar y aplicar los recursos de la fiscalidad sectorial. El
Fondo autonomía administrativa, personería jurídica y patrimonio propio. El
Fondo es el músculo financiero del Ministerio para adelantar los programas de
telecomunicaciones sociales.
Existen
unos 60 proveedores de acceso a internet. Los 4 mayores son Telmex, UNE-EPM,
Colombia Telecomunicaciones y la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá que en
conjunto atienden el 89% de los usuarios. La concentración del mercado medida
por el índice Herfindahl – Hirschman está en 2.258 puntos. En telefonía móvil
hay tres empresas propietarias de red y seis operadores móviles virtuales (OMV)
Los tres primeros – Claro, Movistar y Tigo – atienden el 94%, el restante 6% lo
sirven los OMV. En televisión cerrada es también elevado el número de
prestadores, pero los tres más grandes – UNE EPM, DIRECTV y Colombia
Telecomunicaciones abastecen el 49,3% del mercado.
Tabla 1. Mercados TIC.
Indicadores de Concentración
El sector
de las TIC es relativamente concentrado en todos los Países. Coexisten grande
jugadores multinacionales que están presentes en todos los segmentos con
pequeños prestadores que explotan nichos específicos de mercado. Este es el
caso de los proveedores de acceso a internet y de los múltiples prestadores de
televisión por suscripción. La presencia de estos pequeños prestadores reduce
la concentración e intensifica la competencia. La llegada de operadores
virtuales de telefonía móvil es una buena noticia para el sector de las TIC y
los consumidores. En los países donde los OMV han incursionado, el mercado se
dinamiza: aumentan los suscriptores, bajan los precios y mejora la calidad. La
cuota de mercado de los OMV pasó de menos de 2% en 2013 a 5,6% en el tercer
trimestres de 2014. En el mismo período TIGO y Movistar aumentaron su
participación a expensas del operador dominante. Este cambio en el mercado se
expresa en la fuerte reducción que ha tenido el HHI que pasa de 5008 a 3814.
Figura 6. Telefonía Móvil.
HHI por Suscriptores
Fuente: MINTIC Cálculos Propios
La
regulación económica tiene tres dimensiones: precios, calidad y estructura de
mercado. En Colombia, como casi en todo el mundo, la regulación de precios al
consumidor final ha desaparecido. Esta regulación se fundamentaba en la
consideración de la red como un monopolio natural. La unificación de las redes
y las reglas de acceso y uso compartido de las mismas permiten que los
proveedores compitan por el favor de consumidor final el cual, a diferencia de
la que ocurría en el pasado y de lo que ocurre aún en otros servicios de red –
no depende para obtener un servicio del acceso a un red única monopolizada por
su propietario. Por eso la regulación se ha orientado fundamentalmente a
garantizar el uso compartido de las redes por toda suerte de proveedores.
Algunos piensan que el servicio de la red se convertirá más temprano que tarde
en un commodity.
La
regulación de acceso a las redes es en definitiva una regulación de la
estructura del mercado. Esta regulación tiene dos dimensiones: la relación
entre los operadores de los servicios, sean o no propietarios de redes y la
relación entre los operadores y los usuarios finales.
La
regulación del acceso entre operadores tiene aspectos técnicos y económicos.
Con ambas se trata de impedir que los propietarios de las redes impongan
condiciones que hagan inviable financieramente la conexión o el uso compartido.
El cargo de acceso es el pago que realiza un operador a otro en compensación
por el uso de su red. En una situación de competencia perfecta, cargo de acceso
cobrado por un operador a un tercero debería ser igual al costo imputado que
aquel traslada a su usuario final. En una red abierta y competitiva no debería
haber, por ejemplo, grandes diferencias entre el precio de una llamada on-net y
off-net. La existencia de estas diferencias de precios, que los operadores
ponen de relieve dentro de sus estrategias de mercadeo y ventas, indica que el
manejo de los cargos de acceso obedece a un comportamiento estratégico por el
cual los operadores buscan impedir que el tráfico se salga de su red. Hasta
antes de 2007 no existía una regulación mandatoria de los cargos de acceso. Los
operadores negociaban las condiciones técnicas y económicas de la interconexión
y el regulador sólo intervenía en caso de desacuerdo insalvable imponiendo una
servidumbre. Con la expedición de la
resolución 1763 de ese año, la actividad del regulador se ha venido centrando
en este asunto. Se han expedido una serie de resoluciones adicionales (CRC 3163
de 2011, CRC 3496 de 2011, CRC 3501 de 2011, CRC 4112 de 2013, entre otras)
tenientes a reducir el costo del cargo de acceso cobrado por los operadores
dominantes.
El otro
aspecto de la regulación de redes busca facilitarle al usuario final el cambio
de operador. La competencia existe en realidad cuando el consumidor puede
cambiar de proveedor sin incurrir por ello en un costo exagerado. Uno de esos costos era la pérdida del número
que en el caso de empresas y particulares suponía la perdida de una red de
contactos más o menos importantes. La ley 1245 de 2008 impuso la portabilidad
numérica para teléfonos fijos y a partir de 2011 se adoptó también para
teléfonos móviles. En 2014, mediante la resolución 4444, la CRC ordenó la
eliminación de las cláusulas de permanencias mínima en los contratos de
telefonía móvil. Con esto se busca también ampliar las posibilidades de
elección del consumidor final.
En
principio los servicios de telecomunicaciones operan en régimen de libre
competencia. En dicho régimen las dos dimensiones del bien o servicio
suministrado - precio y calidad- se determinan por el libre juego de la oferta
y la demanda. Ahora bien, en los últimos años las fallas en el servicio de
telefonía móvil – llamadas incompletas y llamadas caídas – han crecido de forma
significativa con el crecimiento de la tasa de cobertura que al parecer estaría
desbordando la capacidad de la red. En respuesta a esta situación, se han
adoptado disposiciones regulatorias que buscan inducir a los operadores a
adoptar acciones para mejorar las condiciones de prestación del servicio. La
resolución CRC 3067 de 2011 estableció estándares de calidad de obligatorio
cumplimiento y, más recientemente, mediante la Resolución CRC 4296 de 2013, se
adoptó un sistema de compensación a los usuarios por deficiencias en la
calidad, que se incorporó al Régimen integral de protección de los usuarios de
los servicios de comunicaciones, establecido en la Resolución CRC 3066 de 2011.
La
regulación del sector de telecomunicaciones está orientada fundamentalmente a
promover la competencia. No es una regulación de precios de actividades
monopolísticas como es el caso de otros servicios de red. El elemento
fundamental de la regulación es garantizar el acceso y el uso compartido de las
redes mediante la fijación de cargos que hagan más competitivo el mercado
final. La mayor competencia en el mercado de usuarios final implica también
eliminar todas las trabas que limitan la libre escogencia del proveedor. Este
es el propósito de la portabilidad numérica y de la eliminación de las
cláusulas de permanencia mínima. El grado de competencia prevaleciente en el
mercado no garantiza niveles de calidad satisfactorios, especialmente en lo
referente a la conectividad. Por esa razón se han establecido estándares de
calidad de obligatorio cumplimiento, especialmente en el servicio de voz móvil.
A
principios del siglo el internet era un servicio escasamente desarrollado en el
País. Había unos cuantos miles de suscriptores, especialmente empresas, y
predominaba el acceso conmutado, es decir, el acceso mediante la línea de cobre
de la telefonía básica. La banda ancha y el acceso dedicado estaban en el
futuro, al igual que el internet móvil. En poco más de una década, el número de
suscritores se multiplicó por 28, pasando de 350 mil, hacia 2002, a cerca de 10
millones en la actualidad.
Figura 7. Suscriptores de
Internet
Fuente: CRT Informes Sectoriales –
MINTIC SUIST
La
transformación de este servicio ha sido también cualitativa. El acceso
conmutando o de banda estrecha – que en 2003 era el 91% - está envía de
extinción: poco más de 8 % de los accesos fijos, al final de 2014. La otra gran
transformación, que se ha presentado en los últimos cinco o seis años, tiene
que ver con el tipo de acceso. El internet móvil, que en 2009 era inferior a
30% de los accesos, hoy supera al internet fijo con el 52%. Esa tendencia, como
ha ocurrido en los países más avanzados, debe continuar.
Figura 8. Internet por
Tipo de Acceso
Fuente: MINTIC-SIUST
El número
de suscriptores reportado a la población total arroja el índice de penetración
del internet, indicador empleado a nivel internacional para medir el avance del
servicio. La última cifra reportada por el MINTIC es de 19,2%, al finalizar
2013.
Otra
medida de la penetración, la empleada por la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UTI), es la relación entre el número de usuarios y la
población total. Se asume que un acceso, especialmente si se trata de un acceso
fijo, es empleado por un número plural de usuarios, dependiendo del tamaño
promedio de los hogares. Para los países desarrollados este indicador suele
situarse en niveles de 80% o más. En países de desarrollo intermedio como
Colombia, varía entre 50% y 60%. De acuerdo con la gráfica, que reporta ese
indicador para una veintena de países, Colombia no luce mal en el contexto
latinoamericano, pero está lejos aún de las cifras de penetración
características de los países más desarrollados.
Figura 9. Penetración de
Internet en 2013. Países Seleccionados
Fuente: ITU
En
cualquiera de los dos indicadores, la penetración del internet es muy desigual
entre los distintos departamentos del País. El indicador empleado por MINTIC,
número de suscriptores de internet fijo dedicado como porcentaje de la
población, va de 17,4% en Bogotá a menos de 1% Vichada, Guaviare, Vaupés,
Guainía y Amazonas. Reportan niveles superiores a 10% los departamentos de
Antioquia (13,4%), Santander (12,2%), Risaralda (12,9%), Quindío (11,1%) y
Valle (11,1%). Los demás están en niveles inferiores – muy inferiores en muchos
caso – al 10%.
Figura 10. Índice de
Penetración del Internet Fijo dedicado por Departamento
Fuente: MINTIC – SUIST
Otro
indicador interesante es la cobertura declarada tal como la recoge el DANE en
su Encuesta de Calidad de Vida (ECV). En este caso la unidad es el hogar razón
por la cual las cifras difieren de las reportadas en cobertura por suscriptor y
cobertura poblacional. Es conveniente examinar este indicador puesto que recoge
tanto los accesos fijos como los móviles.
De acuerdo
con la ECV del DANE, en 2013, el 36 % de los 13 y medio millones de hogares del
País contaban con acceso a internet fijo o móvil. En las cabeceras la cobertura
es de 44% y en el sector rural de 7%.
Por regiones, la mayor cobertura total se presenta en Bogotá (58%) y la
menor en la Región Atlántica (24%). Se destaca hecho de que la cobertura en las
cabeceras de Orinoquia y Amazonía llegue a 25%, lo cual se explica por la
importancia del internet móvil que en dichas regiones representa el 37% de los
hogares frente a un promedio nacional de 25%.
Figura 11. Cobertura de
Internet Fijo y Móvil por Hogares
Fuente: DANE ECV 2013
El acceso
móvil a internet es de gran importancia en el sector rural. El 60% de los
hogares rurales con acceso a internet lo tienen en la modalidad móvil, frente
al 23% de los hogares urbanos. Con excepción de la Región Antioqueña – que
comprende Antioquia y el Eje Cafetero – en las demás regiones del País, el
acceso móvil es ampliamente predominante en los hogares rurales: por encima del
70% de los que disponen del servicio lo tienen bajo esta modalidad.
Figura 12. Acceso Móvil a
Internet Sector Rural y Urbano
Fuente: DANE ECV 2013
En su
reporte anual sobre las TIC, el World Economic Forum (WEF) emplea el porcentaje
de hogares con servicio como indicador de penetración del internet. Para 2012,
según esta fuente, el 32% de los hogares colombianos tenía acceso a internet,
cifra que se sitúa en un lugar intermedio en el contexto americano, por debajo
de Uruguay, Argentina, Brasil y Chile, y bastante lejos del nivel de Estados
Unidos y Canadá.
Figura 13. Hogares con
Acceso a Internet 2012
Fuente: WEF (2014)
Las
concesiones para la prestación del servicio de telefonía móvil celular se
otorgaron en 1994. El País se dividió en 3 áreas de cobertura – Occidente,
Oriente y Atlántica - con dos empresas – una mixta y otra privada - en cada una
de ellas. Un año después, en 1995, unos 300.000 usuarios contaban con su
teléfono móvil. Se inicia desde entonces un vigoroso proceso de crecimiento en
el que el número de suscriptores se duplica cada dos o tres años y, en ocasiones
cada año, como ocurrió entre 2004 y 2005, cuando el mercado fue dinamizado con
la entrada del tercer operador, Colombia Móvil.
Figura 14. Suscriptores de
TMC
Fuente: CRT Informes Sectoriales.
MINTIC SUIST
A fines de
2014, había más de 51 millones de teléfonos móviles en operación, lo que arroja
un índice de penetración – suscriptores/población – de 107%, propio de un
mercado relativamente maduro. Todavía es posible que el índice de penetración
aumente y alcance niveles comparables a los de Argentina, Brasil, Uruguay,
Chile y Ecuador cuyos índices de penetración superaban de forma amplia el de
Colombia, según cifras de la ITU para 2013.
Figura 15.índice de
Penetración TMC. América Latina 2013
Fuente: UIT
La rápida
masificación de la TMC responde a múltiples factores; especialmente, menores
precios del servicio y el abaratamiento de los terminales. La modalidad
prepago, que permite que el usuario adapte su consumo a su perfil de ingresos,
puede haber contribuido también a la acelerada masificación. Todo ello, unido a
las estrategias comerciales de las empresas por aumentar sus ingresos, ha
llevado la universalización del servicio como resultado de la competencia en el
mercado.
Figura 16. Modalidades del
Servicio de TMC. Distribución Porcentual de los Suscritores
Fuente: MINTIC – SUIST
La
modalidad de servicio prepago es predominante en el mundo; sin embargo es más
importante en los países menos desarrollados. En el Japón es casi inexistente,
pero en Alemania alcanza el 53%. En otros países desarrollados se sitúa entre
10% y 50%. En los países de América Latina está por encima del 60% y ese es
también el caso de Rusia, India y China.
Figura 17. Telefonía Móvil.
% de Usuarios en modalidad pre-pago
Fuente: ACHIET (2013)
Como
ocurrió en todo el mundo, el desarrollo de la telefonía móvil provocó el
marchitamiento de la telefonía fija. Hoy el número de líneas fijas es el mismo
que hace 15 años: poco más de 7.2 millones. En 2000 había 3,2 teléfonos fijos
por cada móvil; en 2014 había 7,1 móviles por cada teléfono fijo.
Figura 18. Suscriptores de
Telefonía Fija y Móvil
Fuente: MINTIC – SUIST
La
televisión por suscripción también se ha expandido considerablemente. De
acuerdo con las cifras de la Autoridad Nacional de Televisión, a diciembre de
2014, habría en el País 4.9 millones de suscriptores de este servicio, frente a
3.1 millones en 2008.
Figura 19. Suscriptores
Televisión
Fuente: ANT
Se ha
señalado que las cifras de la ANTV – antes de la CNTV – presentan problemas de
sub-reporte. Es probable que sea así. De acuerdo con la ECV del DANE, en 2013
contaban con el servicio de televisión cerrada en cualquiera de sus modalidades
– cableada, satelital, parabólica – 8.1 millones de hogares, que corresponde al
61% del total. En las cabeceras la cobertura es de 71% y de 21% en el sector
rural. Bogotá tiene una cobertura de 82%. Antioquia y la del Valle de Cauca
tienen coberturas totales de 69% y 78%. Las regiones Atlántica y la Pacífica
tienen cobertura totales inferiores al 50%. La mayor cobertura rural está en el
Valle de Cauca y la menor en la Región Pacífica.
Tabla 2. Televisión por
Suscripción. Hogares con Servicio y Cobertura
Fuente: DANE ECV
El acceso
a las TIC requiere que los hogares y las empresas cuenten con los dispositivos
y terminales apropiados para ello. El DANE, en sus más recientes encuestas ha
empezado a recoger esta clase de información. En esta parte se reportan los
resultados de la Encuesta de Calidad de Vida de 2013, la última información
disponible al respecto. El universo está conformado por 13.427.000 hogares, 78%
en las cabeceras urbanas y 22% en el sector rural. Un 42,2% de todos los
hogares tendrían un computador de escritorio, el 50,6% de los hogares en
cabeceras y 11,7% de los rurales. La dotación de computadores portátiles en
mucho menor: 28,1% en las cabeceras y 5,6% en el resto, para un 23,3% en el
agregado nacional. Finalmente, sólo un 8,2% del total de hogares contaría con
una tableta: 10,1% de los urbanos y 1,2% de los rurales.
Tabla 3. Dotación de
Dispositivos TIC en los Hogares
El DANE
estima que, en 2013, había en el País 42.7 millones de personas de cinco o más
años de edad, que serían los usuarios potenciales de las TIC. De este número,
23.2 millones habrían usado computador en cualquier sitio; 22.1 millones habría
hecho uso de internet y 36.7 usaron un teléfono móvil.
Fuente: DANE ECV 2013
La forma
en que los usuarios acceden a internet es un indicador del nivel de penetración
y empleo de las distintas clases de dispositivos. Predomina ampliamente el
computador de escritorio (78%), seguido por el portátil (32%). Accedieron
mediante teléfono celular el 17% y mediante tableta el 6%. Los otros
dispositivos – consolas de videojuegos, televisores inteligentes, reproductores
digitales de música – fueron empleados por menos del 2% de los internautas.
Figura 21. Dispositivos
para Acceso a Internet
Fuente: DANE ECV 2013
Un
indicador de las aplicaciones desde el lado de la demanda lo suministran los
usos del internet. El más extendido de los usos es el de redes sociales: 62% de
los internautas declaran usar esas aplicaciones. El correo y la mensajería
(58%) y la búsqueda de información (53%) ocupan el segundo y tercer lugar,
superando el entretenimiento (41%). El uso con fines educativos y de
aprendizaje alcanza 44%. Tienen menor penetración el comercio electrónico (5%),
los trámites gubernamentales (5,1%) y los servicios financieros (6,5%).
Fuente: DANE ECV 2013
Según el
reporte anual de TIC del WEF, 38% de los hogares colombianos cuentan con
computador personal. Con esta cifra Colombia se sitúa hacia la mitad de la
tabla entre los países de América, lejos de Estados Unidos y Canadá y también por
debajo de Uruguay, Chile, Argentina y Brasil.
Figura 23. Hogares con
Computador Personal 2012
Fuente: WEF (2014)
Los
servicios de telecomunicaciones operan en régimen de libre competencia. En
dicho régimen las dos dimensiones del bien o servicio suministrado - precio y
calidad- se determinan por el libre juego de la oferta y la demanda. Sin
embargo, en los últimos años las fallas en el servicio de telefonía móvil –
llamadas incompletas y llamadas caídas – han crecido de forma significativa con
el crecimiento de la tasa de cobertura que al parecer estaría desbordando la
capacidad de la red. En respuesta a esta situación, se han adoptado
disposiciones regulatorias que buscan inducir a los operadores a adoptar
acciones para mejorar las condiciones de prestación del servicio. La resolución
CRC 3067 de 2011 estableció estándares de calidad de obligatorio cumplimiento
y, más recientemente, mediante la Resolución CRC 4296 de 2013, se adoptó un
sistema de compensación a los usuarios por deficiencias en la calidad, que se
incorporó al Régimen integral de protección de los usuarios de los servicios de
comunicaciones, establecido en la Resolución CRC 3066 de 2011.
La calidad
de los servicios de telefonía móvil - entendida como la totalidad de las
características que determinan su capacidad para satisfacer las necesidades
explícitas e implícitas de los consumidores, tiene múltiples dimensiones. Está,
en primer lugar, la cantidad de llamadas caídas y terminadas involuntariamente
sobre las cuales recae actualmente la atención. Pero también son importantes
cuestiones tales como la capacidad de respuesta de los operadores a las
demandas de los usuarios; la claridad y eficiencia de los procesos; la
accesibilidad, variedad y claridad de las ofertas comerciales y los planes; la
calidad de la facturación; la exactitud en las recargas; en fin, la variedad y
calidad de la oferta tecnológica.
La
conectividad comprende la facilidad para obtener la comunicación; la
continuidad o ausencia de interrupciones; la calidad del sonido: sin ecos o
ruidos; la cobertura en subterráneos, metros, ascensores, etc.; la rapidez en
la entrega de los mensajes; la accesibilidad a internet; la continuidad en la
conexión a internet, etc. En Colombia la atención está centrada en la calidad
de los servicios de voz y esta dimensión es la única que es objeto de medición.
Mediante la resolución 3067 de 2011 se establecieron los niveles de referencia
para los indicadores de calidad del servicio de voz de la telefonía móvil.
Tabla 4. Indicadores de
Calidad TMC – Niveles de Referencia
De la
información reportada por los operadores la más completa es la referente al
porcentaje de llamadas caídas. Esta información es la única que permite una
agregación relativamente consistente. El
cuadro presenta la tasa de llamadas caídas por departamento: total, capital y
resto. Para obtener el indicador se ha tomado la información trimestral
reportada por cada operador entre marzo de 2012 y septiembre de 2014 a la Comisión
de Regulación de Comunicaciones –CRC- . Para cada uno de ellos se obtuvo el
promedio aritmético simple de los 10 períodos reportados y éstos se ponderaron
por sus respectivas cuotas de mercado nacionales para obtener el indicador
departamental.
Tabla 5. Indicadores de
Calidad TMC. Llamadas Caídas Promedio
El cuadro
sugiere las siguientes observaciones:
·
En
el período de análisis la tasa promedio de llamadas caídas fue superior al 3%
en los departamentos de Vichada y Vaupés.
·
En
trece departamentos (Sucre, Bolívar, Córdoba, Guainía, Cauca, Nariño, Arauca,
Guaviare, Casanare, Putumayo, Meta, Caquetá y Amazonas) el indicador de
llamadas caídas se sitúa entre dos y tres por ciento.
·
En
los demás departamentos (Quindío, Risaralda, Valle de Cauca, Caldas, Atlántico,
Santander, Guajira, Boyacá, Norte de Santander, Cundinamarca, Huila, Antioquia,
Tolima, Cesar, Magdalena y Chocó) la tasa de llamadas caídas en inferior de 2%.
·
Los
departamentos que conformaban los antiguos territorios nacionales son los que
presentan las mayores tasas de llamadas caídas. Los departamentos de menor
extensión territorial las menores.
·
Sólo
las capitales de Vichada y Vaupés están por encima de 3% y sólo cinco capitales
tienen una tasa de llamadas caídas igual o superior a 2%.
·
Es
notable el hecho de que Villavicencio, capital de Meta, tenga un indicador
inferior a 1%. También están por debajo de 1% Bucaramanga, Pereira, Armenia y
Neiva. Entre las cuatro grandes ciudades del país, Medellín, con 1,53%, presenta
la mayor tasa seguida por Bogotá (1,29%), Cali (1,13%) y Barranquilla (1,07%).
·
Excluida
la capital, en cinco departamentos, (Vaupés, Vichada, Meta, Caquetá y Casanare)
el indicador supera el 3% exigido por la regulación.
·
Son
veinte los departamentos en los cuales la tasa promedio de llamadas caídas está
entre 2% y 3%. En seis departamentos es inferior a 2%.
Otro
indicador de calidad es el número de intentos de llamadas no exitosos. El nivel de referencia de la regulación está
entre 40 y 60 intentos fallidos por mil intentos de llamada. De acuerdo con los
reportes de las empresas a la CRC, en 2014, en todos los departamentos el
promedio de este indicador se situó por debajo del nivel de referencia.
Figura 24. Indicadores de
Calidad TMC. Llamadas no exitosas en 3G
Fuente: CRC Cálculos Propios
Las cifras
presentadas sugieren que la tasa de llamadas caídas no está muy alejada de los
niveles de referencia. Lo mismo ocurre con el porcentaje de intentos no
exitosos. Este resultado contrasta con lo que parece ser la percepción de los
usuarios. Esto admite varias interpretaciones que no son excluyentes, a saber:
• La precepción de los usuarios puede
estar afectada por otros elementos de la conectividad que no están siendo
medidos y sobre los cuales no se exige a los operadores ninguna medición, como
la rapidez de entrega de los mensajes, la accesibilidad a internet, la
continuidad de la conexión a internet, la velocidad de las descargas, etc.
• Los promedios pueden esconder
situaciones en las cuales la tasa de llamadas caídas está concentrada en
determinados lugares o determinadas horas del día. Si este es fuera caso, es
completamente coherente que la percepción de los usuarios de un servicio de
baja calidad en cuanto a las llamadas caídas coexista con niveles de fallas
relativamente bajos en promedio.
El
continuo avance tecnológico ha llevado a una persistente reducción de los
costos de los servicios de telecomunicaciones. La competencia entre los
productores ha permitido que las ganancias de productividad se trasladen a los
consumidores en precios cada vez menores que han permitido la masificación de
todos los servicios: telefonía móvil, internet y televisión por
suscripción. En Colombia, los servicios
de telecomunicaciones están en régimen de libertad. Las empresas tienen tal
diversidad de precios y planes de consumo que es muy difícil una comparación
directa. Sin embargo, hay un indicador cuya evolución refleja el desempeño de
los precios. Se trata del ingreso promedio por usuario (IPPU) de telefonía
móvil. Al finalizar 1998, Claro, anteriormente COMCEL, tenía un ingreso por
suscriptor de $ 181 mil. En 2013 estaba en $ 29.000. En Movistar el IPPU pasó
de $ 128 mil a poco más de $ 34 mil en el mismo período.
Figura 25. Ingreso Promedio
por Usuario TMC
Fuente: CRC – Cálculos Propios.
El precio
medio por minuto en el servicio móvil pre-pago, en 2012, se estimaba en 27
centavos de dólar, por encima del facturado en Paraguay y Venezuela. Esta
comparación es muy significativa dado que dicha modalidad, como ya se mostró,
es la dominante en América Latina.
Fuente: WEF (2014)
La factura
mensual promedio del internet fijo de banda ancha ascendía en 2012 a US$ 25,9;
superior a la de Estados Unidos, Uruguay, Brasil y Venezuela e inferior en los
demás países del continente americano.
Figura 27. Internet Fijo
Banda Ancha 2012
Fuente: WEF (2014)
La
masificación de la telefonía móvil cambió completamente el concepto de servicio
universal, entendido hasta hace algunos como el acceso a la telefonía
fija. De lo que se trata ahora es de
garantizar el acceso de la toda población a las tecnologías de la información y
la comunicación, lo cual supone actuar en tres frentes: conexión a la red,
puntos de conexión y terminales y capacitación en el uso de las TIC.
En los
últimos años se han impulsado diversos programas que buscan alcanzar esos tres
objetivos. Debe mencionarse, en primer lugar, el Programa Compartel de
conectividad en banda ancha, iniciado en 1998. Posteriormente se lanzó el Plan
Vive Digital ejecutado entre 2010 y 2014 y relanzado para el periodo 2014-2018,
con nuevas metas y similares objetivos. Todo esto se apoya en el despliegue de
la Red Nacional de Fibra Óptica, a la que ya están conectados 1078 municipios,
y en la conexión, mediante enlaces inalámbricos de alta velocidad, de los
municipios de la Amazonia, la Orinoquia y el Chocó, que en razón de los elevados
costos no pueden conectarse con fibra óptica.
Debe
destacarse el Programa Nacional de Telecomunicaciones Rurales con el objetivo
de lograr que todos los centros poblados con más de 100 habitantes tengan una
solución de acceso comunitario a las TIC.
También debe mencionarse diversos programas de conectividad para
instituciones públicas, centros educativos y bibliotecas públicas.
El cuadro
presenta los principales indicadores de la dimensión social de las TIC que son
al mismo tiempo los logros de los programas mencionados. Están conectados a la red nacional de fibra
óptica 1.078 de los 1.123 municipios del País. Todos los centros poblados
rurales con más de 100 habitantes cuentan con acceso público a internet por
medio de Kioscos Vive Digital. De acuerdo con encuestas del MINTIC la cobertura
declarada de internet en el estrato 1 alcanza el 77% y son importantes los
avances del programa de Gobierno en Línea.
Tabla 6. Indicadores de
Dimensión Social de las TIC 2014
El Fondo
de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FONTIC) es el principal
instrumento de que dispone el MINTIC para la financiación de los programas y
proyectos de sociales del sector. Fue creado en 1976 por el decreto 129 de ese
año. La ley 1341 de 2009 lo reglamentó y le dio su denominación actual. Los
recursos del Fondo provienen de la contraprestación periódica que deben pagar
los operadores habilitados sobre sus ingresos brutos y los pagos por
adjudicación y utilización del espectro. También son recursos del Fondo las
multas y sanciones pecuniarias impuestas a los operadores, los rendimientos
financieros de sus recursos y las apropiaciones del presupuesto general de la
Nación. El Fondo es una entidad adscrita al MINTIC con autonomía administrativa
y financiera y patrimonio propio.
Figura 28. Fondo de
Comunicaciones FONTIC Ingresos
Fuente: MINTIC
Por estar
ligados a los ingresos brutos de las empresas del sector, los recursos del
Fondo son cuantiosos y crecientes. En los últimos cinco años, el Fondo ha
tenido ingresos superiores a 6.7 billones de pesos lo que le ha permitido la
financiación de un gran número de programas y proyectos sociales impulsados por
el Ministerio. Prácticamente todo el Plan Vive Digital es financiado con los
recursos del Fondo.
Los
recursos del Fondo tienen tres destinaciones principales: transferencias a las
empresas de telefonía básica para cubrir los subsidios a los estratos 1 y 2;
aportes al MINTIC para cubrir gastos de funcionamiento e inversión en planes,
programas y proyectos del Ministerio. Una pequeña parte de los recursos se
destina a la administración del Fondo.
Figura 29. Aplicación de
los Recursos del FONTIC. 2010 - 2014
Fuente: MINTIC
En los
últimos cinco años se han destinado a la inversión alrededor del 56% de los
recursos del Fondo; a las transferencias el 21,6% y al funcionamiento del
Ministerio el 22%. Los gastos de administración del Fondo han estado alrededor
del 0,4%.
Los
avances del sector de las TIC en Colombia son significativos. En los
indicadores de uso de las TIC por entidades gubernamentales, impacto social y
accesibilidad, el País ocupa en lugar destacado en la clasificación del WEF. El
desarrollo de la dimensión social ha sido posible gracias a FONTIC que ha
aportado el músculo financiero requerido. La competencia y la regulación han
sido exitosas en la reducción de los costos de los servicios haciéndolos
accesibles a la gran masa de la población. En otros indicadores - como
infraestructura y contenido digital, uso de las TIC en los negocios,
innovación, usos educativos, etc. – los resultados son menos satisfactorios,
aunque no están por fuera del patrón internacional de los países de ingreso
medio. Sigue siendo significativa la brecha entre el sector urbano y el sector
rural y las brechas entre población de diferentes niveles educativos y de
ingresos. La masificación de la
telefonía móvil llevado al desbordamiento de la capacidad de la red lo que se
traduce en problemas de calidad en las comunicaciones de voz y en el acceso
internet móvil.
El sector
de las TIC encara los siguientes retos:
1.
Aumentar
la competencia entre los oferentes de todos los servicios con políticas que
acrecienten la neutralidad de la red y aumentado el número de agentes en el
mercado, especialmente en el de los servicios de telefonía móvil. El desarrollo
de los Operadores Móviles Virtuales es de gran importancia para dinamizar el
mercado elevando la cobertura y reduciendo los precios. Una mayor competencia
también pasa por reducir las ineficiencias y asimetrías que puedan producirse
en la asignación del espectro posibilitando el desarrollo de un mercado
secundario de este recurso.
2.
La
calidad de todos los servicios en todas sus dimensiones debe ser prioridad de
la política y la regulación. Las multas cuantiosas y la compensación automática
no parecen ser suficientes. El problema de la calidad en la dimensión de
conectividad es finalmente un problema de insuficiente infraestructura. Es
necesario remover los obstáculos que las autoridades locales están poniendo al
despliegue de infraestructura.
3.
Reducir
la brecha digital entre el sector rural y el sector urbano debe seguir siendo
una prioridad de la política. El éxito alcanzado es el resultado de una
continuidad en la política que se ha mantenido desde finales de los noventa con
la creación del Fondo de Comunicaciones, hoy FONTIC. Mantener el FONTIC sin
generar cargas adicionales a los operadores y emplear sus recursos
prioritariamente en inversión.
4.
Debe
ser prioridad de la política promover el uso de internet en la educación y los
negocios. (Alfabetización digital). Aunque se ha registrado grandes avances, en
el uso del internet en educación y en las escuelas el lugar de Colombia en la
clasificación del WEF es más bien modesto: puesto 70 entre 148 países. También
es mediocre el indicador de empleo en los negocios: 3.9 para el lugar 79.
5.
Adoptar
políticas para facilitar el acceso de los terminales. Aunque se han eliminado o
reducido los aranceles a diferentes clases de equipos, los terminales –
computadores, celulares inteligentes, tabletas, etc.- resultan aún muy costosos
para sectores importantes de la población de suerte que la dotación de
terminales adecuados en los hogares es aún baja.
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