¿Qué
hacemos?
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista
En su portentoso Leviatán, Hobbes dejó escrita una
frase que sintetiza la raíz del problema en el que estamos metimos y del que
tenemos que salir antes de que sea demasiado tarde:
“…los oradores elocuentes son propensos a la ambición,
porque la elocuencia aparece como sabiduría a quienes la tienen y a los demás”
La sabiduría es la combinación de la ciencia con la
prudencia, la ciencia es el conocimiento de las causas y la prudencia es la
virtud cardinal consistente en discernir o distinguir lo bueno de lo malo, para
seguir lo primero y huir de lo segundo.
Su verborrea incontenible ha ido destruyendo poco a
poco el hechizo de su palabra, incluso, sobre la inteligencia de sus más fieles
partidarios al mostrarles de forma palmaria las gigantescas dimensiones de su
polifacética ignorancia. Son cada vez más los que se percatan de que es un
estúpido de nacimiento que ha desarrollado con especial éxito sus dones
naturales.
Pero lo ocurrido la semana pasada muestra a las claras
que el tipo está por completo fuera de control al punto de que personajes tan sin
hígados como Benedetti y Roy aterrados.
Lo de China fue un completo desastre diplomático:
1. No se firmó ningún acuerdo o compromiso formal, salvo
un memorando de entendimiento no vinculante sobre la tal Ruta de la Seda.
2. No se obtuvo la eliminación del visado, beneficio que sí
fue otorgado a varios países de la CELAC, incluida la “neoliberal” Argentina.
Como consecuencia de esta
disparatada visita, Colombia se quedó con el pecado y sin la prenda pues
disgustamos a Estados Unidos sin mejorar las relaciones con China.
En este punto conviene aclarar
que lo que se ha dicho de las supuestas represalias de Estados Unidos vetando
los créditos del BID a empresas chinas en Colombia es un infundio. China es
miembro del BID desde 2009, pero no es un miembro prestatario: hace aportes
como donante al mismo título que Alemania, Arabia Saudita o Australia. No hay
forma de que Estados Unidos vete créditos del BID a China o sus empresas por la
sencilla razón de que son sujeto de ellos.
El ataque al Congreso y la
orden de que vote nuevamente la tal consulta popular es uno más en la enorme
serie de atentados contra la separación de poderes y el estado de derecho. En
la convocatoria de “cabildos abiertos” se unen el desconocimiento de la ley y el
sueño delirante de tener unos “soviets” a los cuales entregar el poder llegado
el momento. ¡Todo el poder a los Cabildos! Es la orden con la que sueña el
Lenin tropical que está mostrando a las claras que la locura es una distorsión
profunda de la percepción del tiempo y el espacio. Pero lo más increíble es el llamado
a una huelga general contra …su propio gobierno.
Estamos metidos en la grande
con un gobierno demencial y caótico que se desmorona sin que aparentemente
tengamos los mecanismos institucionales para ponerle término. ¿Qué hacemos?
LGVA
Mayo de 2025