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sábado, 17 de mayo de 2025

¿Qué hacemos?

 

¿Qué hacemos?

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

En su portentoso Leviatán, Hobbes dejó escrita una frase que sintetiza la raíz del problema en el que estamos metimos y del que tenemos que salir antes de que sea demasiado tarde:

“…los oradores elocuentes son propensos a la ambición, porque la elocuencia aparece como sabiduría a quienes la tienen y a los demás”

La sabiduría es la combinación de la ciencia con la prudencia, la ciencia es el conocimiento de las causas y la prudencia es la virtud cardinal consistente en discernir o distinguir lo bueno de lo malo, para seguir lo primero y huir de lo segundo.

Su verborrea incontenible ha ido destruyendo poco a poco el hechizo de su palabra, incluso, sobre la inteligencia de sus más fieles partidarios al mostrarles de forma palmaria las gigantescas dimensiones de su polifacética ignorancia. Son cada vez más los que se percatan de que es un estúpido de nacimiento que ha desarrollado con especial éxito sus dones naturales.

Pero lo ocurrido la semana pasada muestra a las claras que el tipo está por completo fuera de control al punto de que personajes tan sin hígados como Benedetti y Roy aterrados.

Lo de China fue un completo desastre diplomático:

1.    No se firmó ningún acuerdo o compromiso formal, salvo un memorando de entendimiento no vinculante sobre la tal Ruta de la Seda.

2.    No se obtuvo la eliminación del visado, beneficio que sí fue otorgado a varios países de la CELAC, incluida la “neoliberal” Argentina.

Como consecuencia de esta disparatada visita, Colombia se quedó con el pecado y sin la prenda pues disgustamos a Estados Unidos sin mejorar las relaciones con China.

En este punto conviene aclarar que lo que se ha dicho de las supuestas represalias de Estados Unidos vetando los créditos del BID a empresas chinas en Colombia es un infundio. China es miembro del BID desde 2009, pero no es un miembro prestatario: hace aportes como donante al mismo título que Alemania, Arabia Saudita o Australia. No hay forma de que Estados Unidos vete créditos del BID a China o sus empresas por la sencilla razón de que son sujeto de ellos.

El ataque al Congreso y la orden de que vote nuevamente la tal consulta popular es uno más en la enorme serie de atentados contra la separación de poderes y el estado de derecho. En la convocatoria de “cabildos abiertos” se unen el desconocimiento de la ley y el sueño delirante de tener unos “soviets” a los cuales entregar el poder llegado el momento. ¡Todo el poder a los Cabildos! Es la orden con la que sueña el Lenin tropical que está mostrando a las claras que la locura es una distorsión profunda de la percepción del tiempo y el espacio. Pero lo más increíble es el llamado a una huelga general contra …su propio gobierno.

Estamos metidos en la grande con un gobierno demencial y caótico que se desmorona sin que aparentemente tengamos los mecanismos institucionales para ponerle término. ¿Qué hacemos?  

LGVA

Mayo de 2025

sábado, 3 de mayo de 2025

Don Conrado o la política como bondad

 

 

Don Conrado o la política como bondad

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

Sus padres, Elías y Ana Antonia, querían que se llamara Conrado y eso dijeron a los padrinos cuando les encargaron llevarlo a la pila bautismal. Quizás porque no les pareció que ese fuera un nombre de santoral, sus muy cristianos padrinos decidieron encomendarlo a la Santísima Virgen y a su Hijo y lo hicieron bautizar Jesús María.  Nadie sabe cómo fue la conversación entre padrinos y padres sobre ese desaguisado, pero Elías y Ana Antonia insistieron en que su hijo se llamara como ellos querían que se llamara, Conrado, y así, desde niño, lo conoció todo mundo en San Cristóbal durante la larga y meritoria vida, ciento un años, que Jesús y María decidieron darle.

El historiador de San Cristóbal, Horacio Moreno, su amigo por años, hizo recientemente de Jesús María (Conrado) Álvarez Correa esta semblanza:

“Si a mí me preguntan cómo entiendo la obra y vida de este gran hombre, la resumo como una persona muy cercana a la iglesia, un gran luchador y defensor de los campesinos y la ruralidad, un hombre emprendedor en sus actividades comerciales, un gran patriota y un gran demócrata que siempre ha luchado para que nuestro país no transite a un abismo del cual será difícil salir.   Don Conrado es un antioqueño de hacha y machete, líder de líderes, solidario, vertical, perseverante como lo han sido otros de los grandes de nuestro departamento, cuando de grandes proyectos nos hemos tenido que asociar para emprender lo que el gobierno centralista nos niega. Por esta razón quiero hacer un homenaje, en vida al líder, recordando unas pocas de las tantas obras a las que él les dedicó tiempo, recursos como la Casa Campesina y la traída de las Carmelitas a San Cristóbal”.



Recientemente, en tertulia con amigos, quizás anticipando su próximo fin, manifestó: “…estoy triste, pero estoy feliz porque he vivido una vida con sentido. Si mis pies no estuvieran tan hinchados, recorrería otra vez las veredas de San Cristóbal”.  Era un andariego, dijo Gustavo Bustamante Morato, su compañero de lides políticas en el conservatismo valderramista.

Formó una familia ejemplar al lado de doña María Rosmira, compañera leal en sus luchas comunales y políticas. De su unión nacieron 10 hijos —6 mujeres y 4 hombres— quienes lo rodearon de afecto y perpetúan hoy sus valores. Entre ellos, la queridísima Cecilia, destacada edil del Centro Democrático, quien continúa con su legado de servicio público.

Fue amigo personal de líderes de talla nacional como Belisario Betancur, Jota Emilio Valderrama y Álvaro Uribe Vélez, a cuyo partido, el Centro Democrático, dedicó los últimos años de su actividad proselitista. 

Traspasar la puerta de su casa de paredes altas – llena de cuadros, plantas, portarretratos, mesas, carpetas bordadas, aperos de labranza y toda clase objetos de otros tiempos - era como entrar en el alma de la Antioquia tradicional, campesina, sencilla, trabajadora. Allí lo encontrábamos en compañía de sus hijas y de la también longeva Bartola, la gallina mocha de 14 años, y el alegre loro Joaco, quien rezaba el rosario con él. Paz en su tumba.

LGVA

Mayo de 2025.

jueves, 1 de mayo de 2025

Golpe de Estado por cuotas

 

 

Golpe de Estado por cuotas

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

“Es una ley eterna que todo hombre que tiene poder tiende a abusar de él; va hasta que encuentra límites”

(Montesquieu, El espíritu de las leyes)

 

Los golpes de estado ya no llegan en tanques, sino en cuotas. No se declaran, se ejecutan por etapas partiendo de una elección democrática. Su lógica no es la irrupción repentina, sino la captura progresiva del poder absoluto mediante imposición de reformas constitucionales y legales, la corrupción y clientelismo rampantes para lograr apoyo político, la cooptación institucional, la intimidación a la prensa y la movilización popular violenta. Rusia con Putin, Turquía con Erdoğan, Venezuela con Chávez y Maduro, Ecuador con Correa, El Salvador con Bukele y Nicaragua con Ortega son algunos ejemplos.  

Colombia no es inmune a esta modalidad de captura institucional. Desde 2022, Petro ha emprendido un proceso sostenido de erosión de los frenos y contrapesos del Estado de Derecho: ha enfrentado sistemáticamente al Congreso, ha deslegitimado a las Altas Cortes, ha atacado los poderes regionales, ha iniciado la cooptación de los organismos de control, ha socavado la autonomía del Banco de la República y ha hostigado la prensa. Durante meses promovió la idea de una Asamblea Constituyente por fuera del procedimiento del artículo 374 de la Constitución. Ahora, cuando esa vía se revela políticamente inviable, propone una consulta popular para sacar adelante su reforma laboral, como si el voto manipulado pudiera sustituir la deliberación parlamentaria.

La consulta popular no es una rectificación. Es una táctica distinta para un objetivo idéntico: legitimar el poder del Ejecutivo por encima de los cauces institucionales. Presentada como un instrumento democrático, la consulta se convierte en un mecanismo plebiscitario que reduce la política a un acto de fe. De aprobarse una reforma estructural cualquiera mediante ese mecanismo, se establecería un precedente que permitiría gobernar por consulta y no por ley. El Congreso quedaría relegado a una función decorativa.

Pero el riesgo no es solo jurídico. Lo que hoy tenemos es un Ejecutivo que avanza en la concentración de poder mientras debilita la capacidad del Estado para contenerlo. La remoción masiva de mandos militares, la desmoralización de la tropa, y la inactividad operativa de las Fuerzas Armadas en vastas regiones del País han dejado al Estado sin columna vertebral de autoridad legítima. Al mismo tiempo, los mal llamados “procesos de paz” han servido para fortalecer a grupos armados ilegales que hoy ejercen control territorial, social y político en departamentos como Cauca, Chocó, Nariño, Arauca y en grandes regiones como el Bajo Cauca antioqueño y el Catatumbo.

El panorama de cara a las elecciones de 2026 es alarmante. La combinación de un Ejecutivo con pulsiones autoritarias, unas Fuerzas Armadas neutralizadas y unas organizaciones criminales empoderadas plantea un escenario de ruptura constitucional encubierta. Si se impone una reforma plebiscitaria que margine al Congreso, si se sabotea el proceso electoral en zonas rurales a través del miedo o la abstención forzada, lo que tendremos no será una elección sino una ratificación disfrazada.

La defensa de la democracia no puede esperar a que el golpe esté consumado. Debe anticiparse. La Corte Constitucional debe actuar con firmeza frente a cualquier intento de suplantar el procedimiento legislativo. Los partidos democráticos, por su parte, tienen el deber de unirse —sin ambigüedades ni cálculos mezquinos— para preservar el orden jurídico. Los gremios de la producción deben jugarse a fondo en defensa ya no del interés particular de sus asociados sino de la libertad económica y el estado de derecho. La sociedad civil debe movilizarse, no para obedecer al caudillo de turno, sino para defender la República.

El golpe por cuotas no necesita fusiles; basta con la indiferencia ciudadana.

LGVA

Mayo de 2025