La rebelión sin causa de los setentones
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Un grupo de señores mayores de 70 años presentó una
tutela contra un decreto del Gobierno que limitaba la circulación de las
personas pertenecientes a ese grupo etario, en razón del mayor riesgo de
contagio del COVID 19 y del mayor grado de letalidad del virus entre ellas. Los
demandantes alegaban la violación de sus derechos a la igualdad, a la libre
locomoción y al libre desarrollo de la personalidad. El juez 61 de Bogotá
concedió la tutela.
La decadencia de nuestro sistema judicial es tan
abismal que no es difícil encontrar un juez venal, politizado, ignorante o
estúpido para fallar favorablemente, por disparatada que sea, cualquier tutela que
se someta a su consideración. Por la increíble incoherencia de su forma de
razonar, el juez 61 califica holgadamente en la última categoría.
El hombre admite que está probado empíricamente que
los mayores de 70 son más propensos a contagiarse y que en ellos el contagio es
más letal. De esto, cualquiera en sus cabales, concluiría que este grupo etario
para poder recibir en última instancia un trato igual - igual protección de su salud - debe recibir un tratamiento diferente en términos de las acciones
prácticas para combatir la enfermedad. Un experimento mental sencillo permite
poner en evidencia el despropósito del juez y de los demandantes.
Supongamos que aparece una vacuna o tratamiento para combatir
la enfermedad, del que se disponen, inicialmente, cantidades limitadas. Dado el
hecho de que los mayores de 70 son los más expuestos, el Gobierno decide que se
les suministre a ellos el remedio de forma prioritaria. Creo que los demás
ciudadanos encontrarían razonable esa decisión y dudo de que los tutelantes
corrieran ante un juez para que les protegiera su derecho a la igualdad. Un
trato diferente, dispensado a ciertas
personas en atención a circunstancias específicas claramente evidenciadas, no
es la misma cosa que un trato desigual,
como malentienden el juez y los setentones rebeldes.
Los setentones rebeldes hablan de que las
restricciones a su movilidad les impiden el “libre desarrollo de su
personalidad”. Creo que fue Carlos Gaviria quien por primera vez utilizó esa
expresión para referirse a la supuesta libertad que tendría un imbécil sumido
en las drogas de continuar consumiéndolas hasta destrozar por completo su salud
y su mente. En el caso de los setentones, el tal desarrollo libre de la
personalidad, debe ser equivalente a la “libertad” de salir a las calles a
buscar el contagio, enfermar y eventualmente morir.
Es evidente que los setentones son libres de buscar la
enfermedad y eventualmente la muerte, si así lo desean, en la comodidad de sus
casas, sin exponer el bienestar de los demás ciudadanos. Porque resulta que lo
del Covid 19 no es un asunto privado sino un grave problema de salud pública
que concierne a toda sociedad. Al exponerse al contagio, los setentones ponen
en riesgo a los demás ciudadanos de muchas formas, ocupando, por ejemplo, una
UCI que podría estar libre si ellos hubiesen actuado con más prudencia.
El hecho que más llama la atención en este penoso
asunto es que los demandantes son destacadas figuras públicas, como los señores
Humberto de la Calle, Rudolf Hommes y Maurice Armitage. Vergüenza debería darles,
habría dicho mi difunta madre, tan viejos y salir con esa pendejada. Y tendría
toda la razón.
Aunque revestida de la retórica de la igualdad ante la
ley, la de los setentones no es la actitud respetuosa de la ley de un individuo que sabe igual a todos los
demás, sino la actitud soberbia de un
personaje que se presume diferente de todos, se cree merecedor de un trato
especial y piensa que las leyes generales están bien para los demás, pero no
para él que requiere una a su medida. En apariencia semejantes, individualismo y personalismo no son la misma cosa: el primero es sencillez
republicana, el segundo altanería aristocrática.
A pesar de revestir la forma de un trámite judicial, la
actitud de los Setentones Rebeldes no difiere en el fondo en nada de la de las
personas sencillas que, agobiadas por el encierro, violan la cuarentena para visitar
a sus familiares o, incluso, irse de parranda. El comportamiento de las gentes sencillas,
aunque incorrecto, es comprensible; el de los Setentones, no, porque ellos están obligados
a dar buen ejemplo a la sociedad que tantos honores les ha dispensado.
Ya era hora de que los Setentones - tan celosos de sus
libertades personales que no individuales- entendieran que la libertad es
también el acatamiento dócil de las normas justas y bien intencionadas, sobre
todo de aquellas que nos causan incomodidad y contrarían nuestros gustos.
¡Valiente gracia acatar una norma que te gusta o te favorece!
Rebeldes Setentones: respeten la ley, sean buenos
ciudadanos, den buen ejemplo, quédense en la casa y no jodan más.
LGVA
Julio de 2020.
Dr Vélez, creo que usted está equivocado de * cabo a rabo* como decían antes, Dr revise lo que han producido en varias disciplinas los mayores de 70, los llamados abuelitos de duque, que viva la libertad fuera el esclavismo
ResponderEliminarSaludos
Pablo Germán vasseur
No veo qué tiene que ver con mi planteamiento los aportes de los mayores a diferentes disciplinas. No los desconozco y si no los menciono es porque no vienen al caso. "Abuelitos" fue un expresión desafortunada del Presidente que hace mucho tiempo corrigió. Lo de esclavismo es bastante exagerado.
EliminarLo felicito Dr. Duque por extraordinaria repuesta a estos polìtiqueros. Le puedo asegurar dr.Duque que, si ese comunicado van plasmadas firmas de gente del comün ese Juez no le entrega ninguna importancia.
EliminarPero solo con mirar quienes firman el documento es indignante
Sres, abuwlitos, muchachos:
EliminarDa vergüenza ajena saber que nuestros coetáneostutelan al gobierno porque cuida de nosotros.
O piensan que por ser ustedes quienes creen ser( desde su soberbia), no serán alcanzados por el COVID?
PUEBLO INDOLENTE MIRA EL VIRUS QUE TE ESPERA.... TODO POR HACERLE LA GUERRA AL DOCTOR DUQUE... CORRUPTOS!!!!!!!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Ud. Doctor Luis Guillermo Vélez .
ResponderEliminarLa igualdad está dada en decisiones; salgo o no es mi decisión...
ResponderEliminarAcaso el setentón por estar en su casa queda inmune y no está expuesto por todos los demás familiares que salen y regresan a su casa?
Sentido común....
Luce una persona culta pero lleno de odio, no cree que todos los seres humanos tenemos libertades iguales, o piensa que nunca llegara a viejo ? Le gustaría coartaran su libertad solo porque estupidos como usted Asi lo afirman ? Cree sentirse un dios para imponer su voluntad por encima de los derechos del resto de ciudadanos? No cree que usted por creerse joven e inmortal es el que jode ?
ResponderEliminarAtisbo porque me gusta y no quiero que me digan cómo atisbar porque quiero atisbar como a mi me gusta. (La mejor atisbada también es la más resguardada) Atisbo sabidos que no saben atisbar y atisboatisbados que no saben conocer
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