El
fin de la intervención de EMCALI
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista,
Docente Universidad EAFIT
El martes 24 de junio de
2013, en acto solemne realizado en plaza pública, el Presidente de la República
firmó la resolución mediante la cual se ponía término a la intervención de las
Empresas Municipales de Cali por la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios. La intervención duró trece años, dos meses y 22 días.
El alcalde de la ciudad, Rodrigo Guerrero,
quien ya lo había sido entre 1992 – 1994, período en el cual se tomaron las
decisiones que llevarían la empresa a la insolvencia, declaró: “Hoy, trece años
después, Emcali es una empresa sana, que ha pagado puntualmente a sus
acreedores, mejorando sensiblemente su desempeño, y que deja cerca de $200.000
millones anuales de utilidad”[1].
La visión optimista del
Alcalde contrasta con el diagnóstico sobre la situación actual de la Empresa
presentado por la Contraloría Municipal. Allí se lee, entre otras cosas, lo
siguiente: “…EMCALI presenta baja ejecución en inversión, no cumplió con el
Plan Estratégico 2008-2012, específicamente en la unidad de negocio de
Telecomunicaciones. Tampoco se ejecutaron oportunamente los recursos para
inversión en tecnología, adecuación de software y compra de licencias de
televisión y suscripción de telefonía móvil. Aún está pendiente por definir la
escisión del negocio de telecomunicaciones del resto de la empresa, toda vez
que continúa disminuyendo sus ingresos. (…) el negocio sigue perdiendo valor si
se compara con los ingresos por $93.414,5 millones que obtuvo en el año 2006
frente a los $35.936,7 millones que facturó en la vigencia de 2012. El riesgo
es que este componente representa el 45 % del patrimonio total de la empresa.
Emcali ha perdido más de 40 mil clientes en este negocio. Por otra parte, el
índice de agua no contabilizada a diciembre 31 de 2012 es del 51 % y la meta establecida
era del 39 % (…) el indicador de endeudamiento total, que mide la proporción de
los activos que están financiados por terceros, se incrementó 6 puntos
porcentuales al pasar de 45% en la vigencia 1999 a 51.26 % en la vigencia 2012
pese a los correctivos tomados “[2]
En el Documentos CONPES
3750 de junio 24 de 2013, mediante el cual el gobierno nacional le condona a
EMCALI la deuda con la Nación, requisito necesario para cesar la intervención,[3]
se lee lo siguiente:
“…aunque se presentan
avances en la gestión y en el adelanto de los programas de inversión, los análisis
realizados por la Superintendencia a través de una Banca de inversión, muestran
que continúan existiendo riesgos para la sostenibilidad de la empresa en el
corto y mediano plazo, particularmente en los servicios de acueducto y
alcantarillado…”[4]
El desempeño de EMCALI, al
parecer, está lejos de ser satisfactorio. No pagó la totalidad de la deuda que
la llevó a la insolvencia y a la intervención. La Nación, es decir, los
contribuyentes colombianos, asumieron el servicio de la porción de esa deuda
correspondiente a la PTAR de Cañaveralejo. La deuda de EMCALI con la Nación,
superior a US$ 550 millones, nunca será pagada. Se han inventado un plan de
inversiones en acueducto y alcantarillado al cual la Nación aportará esos
recursos. Se lee en el CONPES 3750:
“Los recursos que
invertirá la Nación en el plan de inversiones de los servicios de acueducto y
alcantarillado en Cali, de los que trata el presente documento, se sustentan en
la amortización de capital a la deuda que realizará EMCALI a la Nación durante
el período 2016-2025 (10 años - 40 cuotas trimestrales), la cual estará
contenida en el Otrosí al Acuerdo de Pago de 2009 que se suscriba. En
consecuencia los aportes de la Nación serán iguales a los pagos de capital que
se establezcan en el Otrosí al Acuerdo de Pago de 2009 y estarán sujetos al
cumplimiento de las condiciones que se fijan en el presente documento”[5].
Los actores sociales de
Cali – políticos, empresarios, trabajadores, usuarios, etc. - tuvieron grandes
diferencias entre ellos en los diferentes momentos del proceso de EMCALI. Pero
siempre estuvieron de acuerdo en un punto: hacer que la Nación asumiera el pago
de la deuda de la PTAR de Cañaveralejo. Los dirigentes políticos de la región
sostuvieron en todo momento que en los años 90, bajo el gobierno del presidente
Samper, la Nación se había comprometido con la financiación de la PTAR. El
Documento CONPES en el que supuestamente se plasmaba ese compromiso nunca se
encontró. Hoy 20 años después aparece el ansiado CONPES. ¡Enhorabuena para los
caleños!. No puede decirse lo mismo del resto de los colombianos que terminaron
pagando una deuda que no les correspondía y asumiendo así los costos de un desastre empresarial en el que se mezclaron la imprevisión, el oportunismo y la corrupción.
LGVA
Julio de 2013.
[1] Véase: El País. “Después de trece años de intervención, Nación devolvió
EMCALI a los caleños”. Junio 25 de 2013.
www.elpais.com.co
[2]Véase: El País. “¿Qué le han dejado 13 años de intervención a
Emcali?, conozca las respuestas”. Junio 25 de 2013. www.elpais.com.co
[3] El título del documento en cuestión
es el siguiente: IMPORTANCIA ESTRATÉGICA DEL PROYECTO “APOYO FINANCIERO AL PLAN
DE INVERSIONES EN INFRAESTRUCTURA PARA FORTALECER LA PRESTACIÓN DE LOS
SERVICIOS DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO EN EL MUNICIPIO DE SANTIAGO DE CALI”.
El texto del documento es tan sibilino como su título. En ninguna parte aparece
la palabra condonación.
[4] Véase: CONPES 3750 de 2013. Página
7.
[5] Véase: CONPES 3750 de 2013. Página
12.
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