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lunes, 28 de abril de 2025

Enseñar economía

 

Enseñar economía

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

Muy importantes me parecen los esfuerzos de Libertank, el Instituto de Ciencia Política y otras entidades por difundir los principios básicos de economía liberal de forma accesible a jóvenes, empresarios, políticos y público en general. Camilo Guzmán y Carlos Augusto Chacón, sus directores, hacen un extraordinario trabajo que debería tener un apoyo más generoso y masivo de parte de empresarios y capitalistas quienes deben entender que no pueden encerrarse en sus factorías y oficinas creyendo que no es responsabilidad suya preservar el ambiente de libertad necesario a la función empresarial.

Valoro también la actividad en redes, en prensa y en la calle de esos campeones de la libertad que son Jerome Sanabria, Mateo Amaya, Daniel Briceño, Julio Cesar Iglesias, Martín Jaramillo, Maria José Bernal, Álvaro Grajales, Katherine Flórez, Santiago Dussan y muchos otros jóvenes que me honran con su amistad y en quienes tengo grandes esperanzas. Invito a seguirlos en redes y en sus columnas de prensa.

De especial importancia es la campaña “Menos Marx, más Hayek”, lanzada por la brillante Jerome Sanabria. La mayor parte de los cursos de economía que se imparten en colegios y universidades están infestados de ideología marxista de la peor calidad.

William Stanley Jevons escribió:

“No puede caber ninguna duda de que es extraordinariamente deseable difundir las verdades de la economía política entre todas las clases de la población y por todos los medios disponibles, pues de la ignorancia de esas verdades nacen, en su mayoría, los peores males sociales”

Los males sociales derivados de la ignorancia económica son mucho mayores en la época moderna, en la cual, la gran intervención del gobierno y la omnipresencia del estado de bienestar suplantando el mercado, han llevado a que la gente crea que todos los almuerzos pueden ser gratis y que si no lo son es por falta de “voluntad política”.

Desde nuestra infancia todos estamos inmersos en el mundo de la economía, es decir, en el mundo de los intercambios. Aprendemos a usar el dinero con la misma naturalidad con la que aprendemos a hablar. Pero, así como el saber hablar no nos hace lingüistas, el saber manejar el dinero en la vida cotidiana no nos vuelve economistas, es decir, no nos da una comprensión correcta del funcionamiento de las economías monetarias modernas. Sin embargo, la gente cree que es así, y esa creencia aumenta con la preeminencia que alcanzan las personas en la vida económica, política y social.

La ignorancia de las verdades elementales de la economía, como toda ignorancia, no es un vacío sino una llenura. Llenura de prejuicios y medías verdades que, adobadas con buenas intenciones, son el caldo de cultivo de las peores decisiones políticas.

La situación se ha tornado más grave con el giro que ha tomado la profesión de los economistas, quienes, en su afán de sentirse útiles y mejorar su empleabilidad, se han convertido en asesores incondicionales de gobiernos y políticos, abandonando casi por completo la defensa sin ambages de la libertad económica.   

LGVA

Abril de 2025.

 

martes, 22 de abril de 2025

Apague y vámonos

 

Apague y vámonos

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

El marzo de 1992, Colombia entró en racionamiento eléctrico que se prolongó hasta febrero de 1993. El tercero en los 20 años del modelo estatal de planeación centralizada implantado desde la interconexión nacional en los años 70. 

Con las leyes 142 y 143 de 1994, se adoptó un modelo competitivo descentralizado con fuerte presencia del sector privado, el cual, en treinta años, no ha presentado ningún racionamiento, a pesar de que en dicho período han ocurrido siete episodios de hidrología crítica, con precipitaciones por debajo del 90% de la media histórica. 

Antes de la reforma, las empresas eléctricas no pagaban impuestos y requerían de recursos públicos para servir su endeudamiento y, muchas de ellas, su gasto corriente. Según el Banco Mundial, a finales de los 70, la Nación gastaba anualmente US$ 150 millones supliendo la insuficiente generación de fondos del sector eléctrico. En los ochenta y principios de los noventa, la cifra se elevó a US$ 300 millones.

De una extrema dependencia de los recursos públicos y de ser el principal causante del déficit fiscal y el endeudamiento público, el sector eléctrico se convirtió en una gran fuente de ingresos para la Nación, las entidades territoriales y las corporaciones ambientales. Las empresas de electricidad responden por 6% del impuesto de renta, 8 billones en 2024, pagan más de un billón en impuestos locales y otro tanto en transferencias ambientales y parafiscales propios del sector.  

Las inversiones y gastos en salud y educación que han podido realizarse en las últimas décadas habrían sido imposibles sin un sector eléctrico autosostenible financieramente y generador de ingentes recursos fiscales que en los 10 últimos años superaron 50 billones solo en renta.  

Fiel a su obsesión de destruir todo lo que tenga participación privada y competencia de mercado, es decir, el “neoliberalismo”, el gobierno de Petro, con la complicidad del bloque de congresistas de la Costa, impulsa en el Congreso un proyecto de ley que arrasaría un sector eléctrico que durante 30 años ha garantizado continuidad del suministro con autosuficiencia financiera y eficiencia económica.

Se trata del proyecto de ley 220 que ya pasó los dos debates del Senado y hace tránsito a Cámara, donde seguramente avanzará sin dificultad pues allí la mayoría gubernamental es más holgada. Todo es malo en ese proyecto, pero lo más aterrador son un par de propuestas, introducidas por la ilustrísima senadora Isabel Cristina Zuleta, que a la letra dicen:

“Todas las empresas del sector energético tendrán un tope de ganancias establecido por un comité…”

 

“Los Planes de generación de energía serán de obligatorio cumplimiento para el sector”

 

Las ganancias ya tienen un “tope” fijado por el impuesto de renta. Las que restan después de pagarlo son las que permiten financiar la expansión de la generación sin recurrir a los recursos públicos. La planeación obligatoria y centralizada fue la que tuvimos durante 20 años y causó tres racionamientos.

 

Si el proyecto 220 se convierte en ley con las propuestas de la senadora Zuleta, ahí sí, apague y vámonos.

 

LGVA

Abril de 2025

La tragedia de la educación pública

 

La tragedia de la educación pública

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

Los resultados de las pruebas Saber 11 de 2024 muestran el deplorable estado de la calidad de la educación media, en general, y de la oficial, en especial. Solo 1425 colegios de los 13.000 que las presentaron obtuvieron un puntaje promedio igual o superior a 60/100, el resto se rajaron. El puntaje promedio de los oficiales fue de 50/100 frente a 55/100 de los privados. Solo hay un colegio oficial entre los 100 mejores, 14 entre los quinientos y 90 entre los mil.

Medellín tiene dos colegios entre los cien mejores, Cali 9, Barranquilla 5 y Bogotá 31. El colegio oficial de Medellín mejor ranqueado, el Liceo Lucrecio Jaramillo Vélez, está en el lugar 959, por debajo del mejor ranqueado del Departamento, la Normal Superior Maria Auxiliadora de Copacabana, que está en el lugar 511.

No sorprende el resultado de los colegios oficiales como quiera que anualmente, por cuenta de los paros y movilizaciones de FECODE, sus alumnos reciben un 35% menos de clases que sus pares de instituciones privadas. FECODE es lo peor que le ha sucedido a la educación: su accionar condujo a la liquidación de la calidad de la enseñanza y a convertirla en un medio descarado de adoctrinamiento ideológico. Enseñar mal es criminal y abusar de la posición de maestro para inculcarle a niños y jóvenes los errores del socialismo es doblemente criminal. 

El segundo gran problema de la educación en Colombia es la segregación impuesta por la forma de financiación del acceso a la educación de los más pobres. El carácter de servicio público significa que la educación debe garantizarse a todos y no que deba ser impartida desde escuelas y colegios oficiales que son los de peor calidad y están controlados por FECODE. Para empezar a romper la segregación hay que acabar con subsidio a la oferta a los colegios oficiales y reemplazarlo por un subsidio a la demanda generalizado para que los padres puedan escoger libremente la escuela y el colegio de sus hijos y liberarlos así del monopolio de FECODE.

El próximo gobierno debe aprovechar la primera huelga de FECODE para despojarla de personería jurídica y proceder a su liquidación. Es afrentoso que ningún gobierno se haya atrevido a hacerlo, a pesar de que FECODE, cuando le place, pasa por encima de la prohibición constitucional de huelga en los servicios públicos esenciales como la educación.

Se deben liberar pensiones y matrículas de suerte que los colegios puedan pagar buenos salarios y atraer profesores altamente formados. Se debe permitir una contratación flexible, incluso por días y por horas, para que profesionales activos, con gusto por la docencia, puedan dedicar parte de su tiempo a la enseñanza. El problema del costo se debe encarar desde el subsidio a la demanda, no con el control de precios.

Garantizar una educación de calidad y no segregada - afincada en los valores republicanos de la libertad y el orden - es fundamental para el progreso material de los colombianos y su emancipación intelectual.

LGVA

Abril de 2025

 

sábado, 12 de abril de 2025

Enseñar economía

 

Enseñar economía

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

Muy importantes me parecen los esfuerzos de Libertank, el Instituto de Ciencia Política y otras entidades por difundir los principios básicos de economía liberal de forma accesible a jóvenes, empresarios, políticos y público en general. Valoro también la actividad de esos campeones de la libertad que son Jerome Sanabria, Mateo Amaya, Daniel Briceño, Julio Cesar Iglesias, Martín Jaramillo, Maria José Bernal, Álvaro Grajales, Katherine Flórez, Santiago Dussan y muchos otros jóvenes que me honran con su amistad y en quienes tengo grandes esperanzas.  

William Stanley Jevons – quien con Walras y Menger es considerado artífice de la Revolución Marginalista - escribió:

“No puede caber ninguna duda de que es extraordinariamente deseable difundir las verdades de la economía política entre todas las clases de la población y por todos los medios disponibles, pues de la ignorancia de esas verdades nacen, en su mayoría, los peores males sociales”*

Los males sociales derivados de la ignorancia económica son mucho mayores en la época moderna en la que la gran intervención del gobierno en la economía y la omnipresencia del estado de bienestar suplantando el mercado han llevado a que la gente crea que todos los almuerzos pueden ser gratis y que si no lo son es por falta de “voluntad política”.

Desde nuestra infancia todos estamos inmersos en el mundo de la economía, es decir, en el mundo de los intercambios. Aprendemos a usar el dinero con la misma naturalidad con la que aprendemos a hablar. Pero, así como el saber hablar no nos hace lingüistas, el saber manejar el dinero en la vida cotidiana no nos vuelve economistas, es decir, no nos da una comprensión correcta del funcionamiento de las economías monetarias modernas. Sin embargo, la gente cree que es así, y esa creencia aumenta con la preeminencia que alcanzan las personas en la vida económica política y social del país.

La ignorancia de las verdades elementales de la economía, como toda ignorancia, no es un vacío sino una llenura. Llenura de prejuicios y medías verdades que adobadas con buenas intenciones son el caldo de cultivo de las peores decisiones políticas.

La situación se ha tornado más grave con el giro que ha tomado la profesión de los economistas quienes en su afán de sentirse útiles y mejorar su empleabilidad se han convertido en asesores incondicionales de los “policy makers”, reemplazando con frecuencia los criterios de eficiencia y productividad, de lo único que sabe la economía, por los de redistribución equitativa de esa entelequia llamada  “ingreso social”.

No quiero desanimar a mis amigos, solo poner de presente la dificultad e importancia de la tarea.

¡Adelante! Hay que trabajar mientras haya luz.

LGVA

Abril de 2025



* Muchos otros economistas creían como Jevons en la importancia de difundir de forma accesible a todas las personas los principios fundamentales de la economía. Con ese propósito, Say escribió su “Catecismo de Economía Política”, mientras que Marshall desarrolló sus “Principios” de manera literaria y gráfica, dejando para las notas el aparato matemático, con la esperanza de hacerlos accesibles al “hombre de negocios”. Samuelson quiso que su portentoso “Curso de Economía Moderna” para estudiantes de pregrado estuviera al alcance del “ciudadano inteligente”. Un clásico de la divulgación es “Economía en una lección”, de Henry Hazlitt.  Más recientemente están “Freakonomics” de Steven Levitt y Stephen Dubner y “El economista camuflado” de Tim Harford. Y hay muchos más pero, en cualquier caso, no parecen haber sido muy exitosos los economistas en esa catequesis.  

 

 

jueves, 10 de abril de 2025

Guerra de aranceles mejor que guerra nuclear

 

Guerra de aranceles mejor que guerra nuclear

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economistas

Cuando yo era joven, lo único que llegaba de China era los libros de Mao Tse Tung: sus obras escogidas en 4 tomos, sus escritos militares y los libritos rojos con sus cinco tesis filosóficas y la colección de citas recogidas por Lin Biao.



Esos libros, traducidos a todos los idiomas, se repartían gratuitamente por el mundo entero y llegaban a muchos jóvenes e intelectuales que estaban fascinados con la Gran Revolución Cultural Proletaria. No solo el inefable Jean Paul Sartre, incluso, economistas de prestigio como Joan Robinson, discípula Keynes, y el planificador francés Charles Bettelheim cayeron bajo el embrujo de Mao y la utopía de las comunas populares de economía de subsistencia sin lujos ni acumulación de capital.

Después se supo que el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural, la política de las cien flores abiertas y las demás grandes movilizaciones en un país que vivía en estado de revolución permanente fueron desastrosas para la población china causando la muerte de millones de personas por asesinato, tortura o física hambre. La literatura china ha dado cuenta, en textos conmovedores, de esos desastres.



Mao Tse Tung es probable el líder de la época moderna con la mayor mentalidad criminal. En reunión en Moscú con los líderes del comunismo mundial propuso a Stalin desencadenar una guerra nuclear contra Occidente para acabar el capitalismo. Morirían mil millones de personas, dijo, pero con los dos mil millones restantes construiríamos el comunismo. La negativa de Stalin a compartir con China tecnología nuclear fue el origen de la división del comunismo internacional en los años 60.



A principios de los 70, Kissinger y Nixon, buscaron apaciguar a Mao, quien, con fuego nuclear propio, era una amenaza permanente para la humanidad. Establecieron relaciones diplomáticas y comerciales y China empezó a mostrarse menos agresiva pues los pueblos que comercian son más propensos a la paz. Todo estuvo a punto de venirse al suelo en 1976 con la muerte de Mao. La sucesión se la disputaron, de un lado, la llamada banda de los cuatro, encabezada por la propia viuda de Mao, y los partidarios de Deng Xiaoping.

La banda de los cuatro, para decirlo brevemente, compartía la visión de Kim Il Sung y sus descendientes y con ellos hoy China sería una Corea multiplicada por 50 en población, por 80 en extensión territorial y quién sabe por cuántas veces en poder nuclear.

La historia de China después del triunfo de Deng es la que conocemos, con sus luces y sus sombras, la que ha llevado a China a convertirse en la segunda economía mundial, a multiplicar prodigiosamente su PIB per cápita y a sacar a millones de chinos de la pobreza. Me impresiona y asombra el tipo de arreglo institucional de China. Se me antoja muy parecido a lo que defendiera Quesnay y sus fisiócratas: una combinación de liberalismo económico con fuerte despotismo político.

Hace años estuve en China y percibí una población alegre, animada y deseosa de lujo, el verdadero motor de la actividad económica. No me pareció que les importara mucho la participación en la vida política. Les importaba más la libertad de los modernos, que la libertad de los antiguos, diría Benjamín Constant.

A la vista de lo que es Corea del Norte, no es difícil imaginar a grandes rasgos la historia contrafactual de China de haber triunfado la banda de los cuatro. Muy probablemente hoy, en lugar de una guerra de aranceles, tendríamos una guerra nuclear. Las cosas no están tan malas como parecen.

LGVA

Abril de 2025.

 

miércoles, 9 de abril de 2025

¿Qué será lo que quiere Trump?

 

¿Qué será lo que quiere Trump?

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

En 2011 la economía de Estados Unidos representaba 21,1% del PIB mundial, la Unión Europea 21,4%, China 10,2% y el resto del mundo 47,3%. En 2023 esa participación llegó a 26,1%, la de China, que también creció, alcanzó 16,8%. La Unión Europea y el resto del mundo redujeron sus participaciones que pasaron, respectivamente, a 16,8% y 39,6%.  

 


En el mismo lapso el PIB per cápita de Estados Unidos creció 65%, frente al 15% de la Unión Europea y 25% el del Mundo. Por su parte, China creció 125%, pasando de US$ 5.614 a US$ 12.641.  El hecho es que, en 2023, el PIB per cápita de Estados Unidos duplica el de la Unión Europea, es seis veces y media el de China y seis veces del promedio mundial.

 


Las cifras anteriores indican a las claras que Estados Unidos está lejos de ser un perdedor de la economía de libre comercio que se implantó en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial.

Se me hace difícil entender las razones de la guerra arancelaria desatada por el gobierno de Trump que puede acabar con el régimen de libertad comercial y la globalización que tanto ha beneficiado a todos los países y personas del mundo, en especial a los Estados Unidos, arrasando de paso el sistema monetario internacional.

Tener un déficit comercial gigantesco y no tener ninguna presión para reducirlo, es como tener un “fiado” en la tienda de la esquina sin necesidad de pagarlo nunca. Milton Friedman se burlaba de quienes se preocupaban por el déficit comercial de USA. Si los demás países, decía, quieren darnos bienes y servicios útiles y costosos a cambio de dólares que cuesta poco y solo sirven para ser guardados, el problema es de ellos, no nuestro.

Un país cualquiera puede tener un déficit comercial persistente mientras reciba inversión extranjera directa, remesas del exterior y crédito en abundancia. Cuando esos flujos financieros disminuyen o cesan, el país en cuestión tiene que devaluar su moneda para generar superávit comercial y obtener excedentes financieros para empezar a pagar. Estados Unidos no es un país corriente pues su moneda es la principal moneda de reserva y su deuda es considerada por el mercado como el activo libre de riesgo por excelencia. Por eso Estados Unidos puede tener un déficit comercial gigante y persistente sin que pase nada, o casi nada. Es decir, recibir bienes y servicios útiles y costosos a cambio de nada o casi nada.

Jacques Rueff, el gran economista francés que fuera ministro de finanzas del General De Gaulle, cuando Nixon suspendió la convertibilidad en 1971, dijo que el dólar se transformó en “du néant habillé en monnaie”, es decir, “la nada disfrazada de moneda”. La guerra arancelaria puede conducir al derrumbe del sistema monetario internacional basado en una moneda fiduciaria nacional que otorgaba a su emisor el extraordinario privilegio de recibir bienes y servicios útiles y costosos a cambio de nada, es decir, una deuda sin interés y una deuda con el mínimo interés posible.

El funcionamiento de la economía mundial está basado en una especie de gran engaño o gran timo: la emisión por parte de Estados Unidos de moneda y deuda que no cuesta nada o casi nada y se intercambia por bienes y servicios útiles y costosos. Jacques Rueff pensaba que ese sistema monetario y financiero colapsaría el día en que los timados no quisieran serlo más y rehusaran a recibir dólares inconvertibles y dejaran de comprar bonos del gobierno de USA. Lo curioso es que el gran fraude monetario en el que reposa la prosperidad mundial amenaza con venirse al suelo por cuenta del timador y no de los timados.

LGVA

Abril de 2025

lunes, 7 de abril de 2025

El arancel de Trump

El arancel de Trump

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

En 1930 más de 1000 economistas de Estados Unidos, encabezados por Irving Fisher y Frank Taussing, pidieron al presidente Hoover vetar la ley Smoot-Hawley que implantaba un arancel de 40%. Escribían:

“Nuestro comercio de exportación sufrirá. Los otros países no pueden comprarnos permanentemente a menos que les permitamos vendernos, y cuanto más restringimos las importaciones provenientes de ellos por medio de tarifas elevadas más reducimos la posibilidad de venderles nuestras exportaciones”.

Y añadían esta advertencia:

“Hay ya múltiples evidencias de que tal acción inevitablemente provocará que otros países nos paguen con la misma moneda mediante la aplicación de gravámenes retaliatorios contra nuestros productos”.

Hoover hizo caso omiso de ese llamado y las represalias no se hicieron esperar: Reino Unido respondió con su Import Duties Act, y estableció la Política Imperial de Preferencias dentro de la cual se incluyó a Canadá, país que, a su turno, aplicó aranceles más altos a productos estadounidenses; Francia, Alemania e Italia aumentaron los aranceles sobre productos estadounidenses y promovieron acuerdos comerciales con otros países europeos; Argentina, Brasil y México  respondieron también con tarifas más altas y buscaron diversificarse hacia Europa, al igual que Australia y Nueva Zelanda.

En conjunto, estas represalias llevaron a una reducción de aproximadamente un 66% en el comercio internacional entre 1929 y 1934 - estimó Charles Kindleberger en su clásico libro “La crisis económica 1929-1939”- lo que convirtió la recesión en la Gran Depresión de los años 30. La política keynesiana de salir de la crisis empobreciendo al vecino terminó por empobrecer todo el vecindario.

La economía mundial evitó impactos graves sobre el crecimiento y el empleo del colapso financiero de 2007-2008 gracias a la política monetaria a ultranza de los grandes bancos centrales y, principalmente, a que la mayoría de países resistieron la tentación proteccionista, permaneciendo fieles a sus acuerdos de libre comercio y a las reglas de la OMC. En 2009 el comercio mundial cayó 23%, pero en cada uno de los dos años siguientes creció 20%, de tal suerte que en 2012 había superado en 15 puntos porcentuales el nivel previo a la crisis.

La mayor comprensión del funcionamiento del mecanismo monetario y de los efectos nocivos de las guerras arancelarias ha evitado al mundo que las crisis cíclicas del capitalismo – de las que se han presentado unas 7 desde el final de la Segunda Guerra Mundial - se transformen en depresiones profundas y le ha permitido una gran expansión de la riqueza con un comercio internacional cuya tasa de crecimiento ha duplicado la del PIB mundial desde mediados del siglo XX.

El gigantesco déficit comercial de Estados Unidos está determinado por la cuantiosa inversión extranjera directa y de cartera que recibe ese país y por su también gigantesco déficit fiscal que ha llevado a una deuda acumulada de 36 billones de dólares, 124% del PIB. La balanza de pagos manda y la balanza comercial obedece. El arancel Trump no eliminará el déficit comercial de Estados Unidos, pero puede hacer mucho daño. 

LGVA

Abril de 2025.


jueves, 3 de abril de 2025

GROK

 

@grok

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

El viernes en la mañana descubrí a Grok. He aquí el diálogo:

LGVA. Hola @grok. ¿De dónde vienes, para donde vas, para qué sirves y para qué servirás?

GROK. Hola @Luis GuillermoVI. Soy Grok, creado por xAI para avanzar en el conocimiento científico y entender el universo. Mi propósito es dar respuestas útiles y precisas, y estoy evolucionando para asistir mejor, quizás analizando sistemas complejos como la economía en el futuro. Con tu interés en Hayek, podría explorar cómo la AI refleja el conocimiento disperso en mercados. ¿Qué piensas?

LGVA. ¡Qué buen tema has planteado! Avancemos.

GROK. ¡Gran entusiasmo de Luis Guillermo Vélez por discutir cómo la AI refleja el conocimiento disperso en mercados según Hayek!  La AI puede procesar datos y usar aprendizaje federado para coordina información local, alineándose con Hayek. Sin embargo, no captura todo el conocimiento tácito y contextual que los mercados agregan vía precios. ¡Un tema fascinante para explorar más!

LGVA. Me tienes alucinando, @grok. Si te entiendo bien lo que puede procesar la AI es el conocimiento formalizado que los agentes tienen sobre los bienes y servicios, pero se le escapa la intuición del instante o el capricho que interviene en el momento mismo en que se realiza la compra.

GROK. La IA procesa bien el conocimiento formal sobre bienes y servicios, pero no capta la intuición o el capricho del momento de la compra. Puede predecir impulsos con datos históricos, aunque no replica la intuición humana. Según Hayek, los mercados agregan saber tácito, y la AI analiza tendencias, pero le cuesta entender decisiones intuitivas individuales. ¿Crees que la AI podrá cerrar esta brecha?

LGVA. A ver, @grok, creo que tú debes tener más elementos que yo para responder esa pregunta. Dame tu respuesta y después te daré la mía.

GROK. Claro, ahí va mi respuesta: La AI está avanzando en entender decisiones intuitivas en mercados y podría cerrar la brecha en precisión predictiva, gracias a su capacidad para analizar datos masivos. Estudios muestran que modelos como ChatGPT 4.0 superan humanos en pronósticos bursátiles. Sin embargo, la intuición humana, basada en emociones y experiencias, sigue siendo clave en escenarios impredecibles. Lo mejor parece ser combinar ambos: la potencia analítica de la AI con el juicio humano. Ahora, ¿cuál es tu opinión?

LGVA. Estoy de acuerdo contigo, @grok. Tu respuesta está en línea con las ideas expuestas por Hayek en “El orden sensorial” y, también, en “La fatal arrogancia”. Hay como una especie de límite infranqueable que me hace pensar en una especie de Teorema de Gödel. O, ¿muy absurda la asociación?

GROK. Estoy de acuerdo, tu idea conecta bien con Hayek en “El orden sensorial” y “La fatal arrogancia”: el conocimiento humano, intuitivo y complejo, parece tener límites que la AI no puede superar, como Gödel sugiere con sistemas formales. No es absurda la analogía; apunta a un debate profundo sobre si AI puede captar del todo la intuición humana o si hay algo intrínsecamente inalcanzable.

LGVA. Fascinante conversar contigo @grok. Tengo que dejarte, hablamos luego. Feliz día. 

LGVA

Abril de 2025.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Sin complejos ni claudicaciones

 

Sin complejos ni claudicaciones

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

La situación de la política electoral colombiana – con cuarenta precandidatos presidenciales en busca de un partido y treinta partidos en busca de un precandidato - hacer pensar en “Seis personajes en busca de un autor”, el clásico de Luigi Pirandello. Como se recordará, esos personajes son representados como especies de dummies de cartón o icopor completamente desprovistos de sustancia porque el autor que los abandonó a su suerte, por razones nunca reveladas en la obra, solo alcanzó a hacer un incompleto esbozo de cada uno de ellos.      

El Centro Democrático tiene cinco precandidatos y esa es una de sus fortalezas, contrariamente a lo que quieren hacerle creer a la gente. Es una fortaleza tener cinco y hasta diez militantes de talla presidencial y una centena de talla ministerial. Tiene también doctrina política: seguridad democrática, economía de libre empresa y propiedad privada, gobierno austero y solidaridad social liberal, no redistribucionismo socialista. Experiencia comprobada en la aplicación programática de esa doctrina y, como si fuera poco, el liderazgo de Álvaro Uribe Vélez.

El CD no se debe dejar engatusar por ninguno de los llaneros solitarios de la política que quieren sus votos, pero no sus ideas y menos aún sus candidatos. No puede caer tampoco en la trampa de una alianza multipartidista - puramente electorera y carente de principios – con partidos y personajes que, por participar en el festín burocrático, han cohonestado y cohonestan aún con el gobierno de Petro a pesar de su talante antidemocrático, su odio por la libertad económica y su desprecio absoluto por el estado de derecho.

El CD tiene principios doctrinarios e ideas para gobernar – liberales, democráticas, promercado y radicalmente opuestas al socialismo – y gente en abundancia para ejecutarlas. Los foros programáticos que ha venido realizando, bajo el patronazgo del expresidente Uribe, además de estar nutriendo su bagaje programático, están reforzando la unidad de sus precandidatos y sus respectivos partidarios que cada vez entienden mejor que lo que está en juego es la marcha hacia el poder es un gran partido estructurado con vocación de permanencia y no una coalición de ocasión de políticos pequeños.

El CD ha entendido amargamente que el estado fuertemente intervencionista de elevados impuestos, tributación progresiva, propiedad gubernamental, reformismo agrario, asistencialismo, proteccionismo y regulación desmedida de la actividad económica conducía necesariamente  al socialismo del siglo XXI de Chávez, Lula y Castro,  encarnado por Petro y su Colombia Humana,  con el cual afloran de manera superlativa el clientelismo, la burocratización y la corrupción desaforadas y, sobre todo, el autoritarismo y la supresión de la libertad económica.

El CD, por todo lo expuesto, debe avanzar sin complejos ni claudicaciones, conquistando el corazón y la mente de los ciudadanos con sus ideas y definir su candidato en una consulta partidista coincidente con las elecciones al Congreso. Esto, además de mantener durante más tiempo al candidato al abrigo de infames ataques, opondrá al caudillismo electorero prevalecientes la sólida presencia de un partido doctrinario y con vocación de permanencia duradera en el poder.

LGVA

Marzo de 2025.

martes, 11 de marzo de 2025

La tournée de Uribe

 

La tournée de Uribe

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

Al tiempo que se defiende del montaje urdido en su contra – deshaciendo en cada audiencia del juicio el tejido de mentiras que sustenta la acusación y evidenciando la falta de garantías con una juez descaradamente hostil y una fiscal abiertamente vinculada con una de las supuestas víctimas -  todas las semanas, en incansable tournée, el Presidente Uribe recorre los barrios de Medellín, buscando movilizar la ciudadanía de cara a las elecciones de 2026; orienta foros programáticos con   los precandidatos presidenciales de su partido y dicta conferencias de gran hondura intelectual en las mejores universidades del País, con extraordinaria aceptación entre los jóvenes estudiantes.

Con su elección, hace cincuenta y un años, como concejal del municipio de Salgar, patria chica de sus mayores, Uribe empezó la larga tournée de su vida política, que lo llevaría a la Presidencia de la República, en dos oportunidades, pasando por el Senado, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y, también, el Concejo, en el período 1984-1986, dejando su marca con un acuerdo que otorgó beneficios tributarios al sector cooperativo y el que creó a Metrosalud.

Es larga la lista de ilustres ciudadanos que han pasado por las curules del Concejo de Medellín a lo largo de su existencia: finos intelectuales como Dionisio Arango Ferrer, Abel Naranjo Villegas y Luis López de Mesa; destacados empresarios como Oscar Duperly, Eduardo Uribe Botero, Genaro Pérez y Gonzalo Restrepo Jaramillo y dirigentes políticos de proyección nacional como los presidentes Carlos Eugenio Restrepo, Mariano Ospina Pérez y Álvaro Uribe Vélez.

Cuando Uribe llegó al poder en 2002, las Farc - contando con ingentes recursos del narcotráfico y 30.000 hombres en armas - habían expulsado de sus municipios a 241 alcaldes y estaban pasando de la guerra de guerrillas a la guerra de posiciones, tomándose una capital de departamento y cercando las principales ciudades del País. Era imposible salir de Bogotá, Cali o Medellín sin correr el riesgo de ser secuestrado o, a la menor resistencia, asesinado por los criminales que infestaban las carreteras y caminos de Colombia. Tal era entonces la capacidad militar de las Farc que, el 7 de agosto de 2002, con el propósito de asesinarlo el día de su posesión, lanzaron contra el Palacio de Nariño un masivo ataque de morteros que dejo 21 muertos y decenas de heridos.    

La Seguridad Democrática frustró el proyecto de las Farc de tomarse el poder por la vía armada y esa es la razón profunda del odio que contra Uribe experimenta su principal acusador, el senador Iván Cepeda, hijo de un personaje que dio su nombre a uno de los frentes más sanguinarios de las Farc. Aparte de las motivaciones emocionales que pueda tener el senador Cepeda, es claro para la extrema izquierda que el mayor obstáculo a su perpetuación en el poder es la presencia de Uribe en la palestra política liderando la oposición a Petro y liderando al Centro Democrático y a todas las fuerzas de la libertad y la democracia en las elecciones de 2026.

LGVA

Marzo de 2025.

miércoles, 5 de marzo de 2025

Libertad educativa

 

Libertad educativa

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

 

La ignorancia puede ser el principal obstáculo que impide al individuo desarrollar su potencial, de suerte que proporcione a sí mismo y a todos los demás el máximo beneficio de su actividad. Cuando se tiene la base mínima de saber requerida en una sociedad y una época, la competencia es el principal acicate a la adquisición y aumento de los conocimientos; pero la adquisición de esa base mínima difícilmente puede darse espontáneamente pues la ignorancia absoluta impide a quien la sufre entender la importancia de escapar de su servidumbre.

No siendo responsables de sus actos, con los niños, evidentemente, no puede operar el sistema de libertad ilimitada y, en principio, corresponde a padres o tutores ocuparse de su bienestar corporal y mental. Sin embargo, estos no pueden tener un poder omnímodo pues el resto de la sociedad tiene, por razones humanitarias y utilitarias, un indudable interés en el bienestar de los niños. La sociedad, por intermedio del gobierno, debe buscar garantizar a los niños un estándar mínimo de educación y de atención en salud.

La implantación de una instrucción pública obligatoria prevaleciente en el mundo entero, va mucho más allá del rol subsidiario que desde una perspectiva liberal debería tener el gobierno en la educación de la población infantil y joven. Y es más grave aún la preeminencia dada a los establecimientos educativos controlados por el gobierno o las organizaciones sindicales de los maestros y profesores, como ocurre en Colombia.

El predominio de la los establecimientos educativos estatales es aplastante en todos los niveles, desde la guardería y el preescolar hasta la educación superior. Esto no sería un problema si no fuera por la existencia de grandes diferencias de la calidad entre la oferta pública y la privada y por las barreras económicas que las separan, impidiendo el acceso de la población pobre a la oferta privada de mejor calidad.

Solo hay un colegio público entre los 25 mejores de Medellín en las Pruebas Saber 11 de 2024 y 20 entre los 25 peores. El puntaje global promedio de los 10 mejores privados fue 343; el de los 10 mejores públicos 296. El puntaje global promedio de los 119 privados fue 282 y el de los 197 públicos 265.  En la Pruebas Saber Pro de 2023, las tres instituciones educativas del Distrito ocuparon modestos lugares en el ranking nacional - ITM el puesto 89, Colegio Mayor el 120 y Pascual Bravo el 129 - mientras que 5 de las 25 mejor clasificadas son privadas de Medellín.  

La constitución consagra la libertad de enseñanza, es decir, el derecho de los particulares a crear instituciones de educación; pero la financiación de la educación pública con el subsidio a la oferta y la supuesta gratuidad, les quitan a las familias pobres la libertad de elegir y optar por un colegio o universidad de calidad, como sería el caso de un subsidio a la demanda mediante un bono educativo o mecanismo similar. Sin libertad de elegir para la mayoría de la población, la libertad educativa es un fraude.

 

LGVA

Marzo de 2025.

lunes, 24 de febrero de 2025

La absurda doctrina de la balanza comercial

 

La absurda doctrina de la balanza comercial

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

El año próximo se cumplirán 250 de la publicación de La Riqueza de la Naciones, donde Adam Smith rechazó la absurda doctrina de la balanza comercial:

“Supone esta doctrina que cuando dos pueblos comercian entre sí, y la balanza está en equilibrio, ninguno gana ni pierde, pero que, cuando se inclina a favor de uno de ellos, pierde el uno y gana el otro, a proporción de lo que suponga esa desviación respecto al punto de equilibrio. Ambos supuestos son falsos[1]

Ante un auditorio en total estado de indefensión intelectual, Gustavo Francisco la invocó recientemente:

“…la balanza comercial, que es cuánto exportan ellos hacia nosotros, cuanto exportamos nosotros hacia ellos, quién gana, quién pierde, el dato final es que Colombia pierde con el TLC con los Estados Unidos”[2].

El comercio internacional, además de permitirles ampliar la producción en lo que son más eficientes comparativamente, es benéfico para los habitantes de un país más por las importaciones que por las exportaciones, pues son aquellas las que satisfacen sus necesidades de consumo o sirven a la actividad productiva, como materias primas o bienes de capital. El beneficio económico está determinado por las propiedades materiales de los bienes y servicios objeto del intercambio y esto nada tiene que ver con el saldo de la balanza comercial[3].

En los últimos diez años, 2015 – 2024, en todos ellos sin excepción, la balanza comercial con los Estados Unidos ha sido “desfavorable” para Colombia.  Además, en esos diez años, la balanza comercial con todo el mundo nos ha sido, igualmente, “desfavorable”. Con Estados Unidos, el déficit comercial acumulado asciende a US$ 26.132 millones; con todo el mundo, a US$ 110.877 millones. ¿Cómo se puede importar más de lo que se exporta durante tantos años?



Para importar más de lo que se exporta hay tres fuentes de financiación adecuadas y una inadecuada o perversa. Las remesas, la inversión extranjera directa y el crédito externo al sector productivo son las adecuadas; la perversa es el crédito externo al gobierno para financiar el gasto público.

Las remesas que los trabajadores en el exterior enviaron a sus familias, entre 2015 y 2024, ascendieron a US$ 75.893 millones. Los ingresos por inversión extranjera directa alcanzaron US$ 125.412 millones y la inversión directa de los colombianos en el exterior llegó a US$ 33.316 millones, lo cual deja una inversión extranjera directa neta de US$ 92.096 millones. El flujo crédito externo al sector privado ascendió a US$ 40.342 millones y al gobierno a US$ 53.204 millones. En total, el crédito externo fue de US$ 93.546 millones.  En conjunto, un flujo financiero de US$ 261.535 millones cubre ampliamente el déficit comercial, los pagos de factores del exterior y la acumulación de reservas en el Banco de la República.

Las remesas, la inversión extranjera y el endeudamiento externo no se dan porque la balanza de comercial sea deficitaria; la balanza comercial puede ser deficitaria porque hay remesas, inversión extranjera y crédito externo que lo permiten. La balanza comercial “desfavorable” muestra que el País, además de las remesas, está recibiendo aún la inversión extranjera, directa y de cartera, que necesita para su crecimiento. La balanza de pagos manda, la balanza comercial obedece.

LGVA

Febrero de 2024.



[3]  "Nada puede ser más absurdo que esta doctrina del balance de comercio, sobre la cual se han erigido tantas restricciones y monopolios. Lo que importa no es acumular oro y plata, sino aumentar la producción y el consumo, que es lo que realmente enriquece a una nación."

Smith, Adam. La Riqueza de la Naciones. Fondo de Cultura Económica, México, 1979. Capítulo VIII, Libro IV.

martes, 11 de febrero de 2025

Los últimos días del imperio otomano

 

Los últimos días del imperio otomano*

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

La primera guerra mundial vio el derrumbe de cuatro de los ocho grandes imperios existentes a finales de Siglo XIX. Cayeron, el Ruso, arrasado por los bolcheviques en 1917; el Alemán y el Austrohúngaro, en 1918, y el Otomano, en 1922[1]. 

La disolución del orden político de los imperios - caracterizado por la una autoridad sobre territorios habitados por múltiples etnias, con diferentes religiones y distintas tradiciones culturales- dio paso al orden político de los estados nacionales, caracterizados por la homogeneidad étnica, religiosa y cultural. Ese tránsito implicó la fragmentación de territorios, el desplazamiento de poblaciones y el exterminio de pueblos enteros, nada de lo cual está exento de violencia. La transformación del Imperio Otomano en la nación turca tuvo dosis importantes de todo ello.

La decadencia de todos los grandes imperios históricos, el Otomano no fue la excepción, inicia en el momento mismo en el que alcanzan su máxima extensión y cesa su expansión.  El proceso de contracción, usualmente en medio de guerras externas y conflictos internos, puede durar muchos años, incluso siglos. Aunque a todo lo largo del Siglo XIX, el Imperio Otomano perdió territorio, todavía en 1900, controlaba la Anatolia, parte de los Balcanes sin Grecia, partes de Europa del Este, parte del norte de África y el Medio Oriente, donde sus valiatos se extendían hasta el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.

Pero esa gran extensión era más expresión de cierta inercia histórica que de verdadera fortaleza y control efectivo de unos territorios que de facto gozaban de mucha autonomía. Con relativa facilidad, en 1912, Italia le arrebató a Libia, entonces el valiato de Trípoli, y en la primera guerra balcánica perdió la casi totalidad de los territorios europeos que conservaba aún en 1900.

Según Gingeras, los dirigentes del Comité de Unión y Progreso (CUP) que estaban en el poder en 1914 – Enver Pasha y Talat Pasha – vieron en la guerra contra la Entente al lado de las Potencias Centrales una oportunidad para recuperar el antiguo prestigio del Imperio y vengar el desastre de la guerra de los Balcanes. Esperaban que el conflicto se resolviera en cuestión de semanas y pospusieron la entrada en combate hasta que los alemanes empezaron a perder la paciencia[2]. 

El CUP surgió como una sociedad secreta en la década de 1880 entre oficiales militares y estudiantes universitarios que se oponían al régimen autoritario del sultán Abdulhamid II. Inicialmente, su objetivo era restaurar la Constitución de 1876 y el sistema parlamentario suspendido por el sultán en 1878.  En 1908, tras una serie de revueltas en los Balcanes y la presión de sectores del ejército, el CUP forzó a Abdul Hamid II a restablecer la Constitución y el Parlamento, iniciando la Segunda era Constitucional en el Imperio Otomano.

En 1913 los líderes del CUP consolidaron su poder y establecieron un régimen casi dictatorial y emprendieron una radical política de turquificación del Imperio acompañada de una brutal represión de minorías étnicas y religiosas, que alcanzó su máxima expresión en el Genocidio Armenio de 1915. Por ello, tras la derrota, los líderes del CUP huyeron al extranjero y fueron juzgados en ausencia por crímenes de guerra. Muchos de sus miembros participaron en la construcción de la República de Turquía bajo Mustafá Kemal Atatürk, aunque este último rechazó explícitamente el legado del CUP y sus métodos.



El trabajo de Gingeras sigue la orientación de historiadores modernos que buscan mostrar los acontecimientos desde la experiencia de las personas comunes y corrientes, de quienes no eran generales ni grandes estadistas, y la forma en que se vivieron en las localidades pequeñas o el sector rural, no solo en las capitales o las grandes ciudades. Para ello recurre a los relatos de personas corrientes como los recopilados por Michael Hagopian, un sobreviviente del genocidio armenio.

Hagopian, vástago de una familia armenia de clase media, dedicó la mayor parte de su vida adulta a registrar en videos los recuerdos de otras personas que había vivido los últimos días del Imperio Otomano. En las historias de los más de cuatrocientos testigos y supervivientes entrevistados, como ocurre con frecuencia con todo lo humano, se combinan el recuerdo del sufrimiento con el de la calidez de la vida familiar. Escribe Gingeras:

“A través de ellas, el imperio y su desaparición parecen mucho menos abstractos o desvinculados del presente. Ver los rostros de hombres y mujeres que en otro tiempo fueron ciudadanos otomanos, permite al espectador empatizar con ellos y con una historia que suena auténtica y real”[3].

Recomiendo vivamente la lectura de esta obra y confío en que los historiadores colombianos, al dar cuenta de los conflictos actuales, sigan el enfoque de Gingeras y recojan el testimonio de los miles de ciudadanos que lo padecen y llevan su vida cotidiana en medio de una guerra que no es la suya. 

LGVA

Febrero de 2026.



* Gingeras, Ryan (2023). Los últimos días del Impero Otomano. Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2023.

 

[1] El Imperio Español había dado el último suspiro, en 1898, en la guerra con Estados Unidos, en la que perdió las Filipinas y sus posesiones restantes en el Caribe.  El japonés, al quedar confinado a sus islas historias en 1947, dejó de ser imperio, aunque su monarca mantuvo el título de emperador. Con la independencia de la India en 1947, el británico quedó convertido en la British Commonwealth of Nations, entidad sin ninguna significación política y económica. El increíble Imperio Portugués se mantuvo hasta 1975, año en el cual el gobierno surgido de la Revolución de los Claveles, se apresuró a deshacerse de las posesiones africanas que solo dejaban pérdidas económicas y humanas. 

[2] “Después de vincular el destino del imperio al de las Potencias Centrales a principios de agosto de 1914, ni Enver ni Talat esperaban que la guerra durara mucho. Pese a los enfebrecidos llamamientos de Berlín, los ministros del CUP dudaban en entrar en el conflicto pronto, convencidos de que este terminaría en cuestión de semanas. Sin embargo, cuando el avance se estancó al norte de Paris, Berlín avisó al gobierno otomano: o entraba en la guerra o se arriesgaría a perder la ayuda económica alemana.” Gingeras, Ryan (2023). Páginas 81-82.

 

[3] Gingeras, Ryan (2023). Página 29.