La sospechosa consulta de la extrema izquierda
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Finalmente, la extrema izquierda obtuvo 2.7 millones
de votos en su consulta del 26 de octubre, cifra equivalente al 7% del censo
electoral. En 2022 había obtenido 5.8 millones, 15% del censo de ese entonces. No
es un éxito, pero tampoco un mal resultado. Pero lo especialmente llamativo,
sospechoso e inquietante fue el anuncio de los resultados del preconteo de
votos. Veamos:
El avance 3 reporta 1600 mesas con 20047 votos, es
decir, 13 votos por mesa. El avance 6 reporta 4088 mesas, 20% del total, con
86724 votos, para un promedio 21 votos por mesa. Las 2488 mesas nuevas entre
los avances 3 y 6 arrojan 66677 votos incrementales, es decir, 27 votos por
mesa. El avance 11 reporta 10410 mesas, 52% del total, con 561644 votos, lo que
arroja 54 votos por mesa. Las cosas empiezan a tornarse inquietantes pues las
6322 mesas adicionales entre los avances 6 y 11 rindieron 474920 votos, es
decir, 75 votos por mesa.
A medida que avanza el conteo el voto promedio aumenta
jalonado por un vertiginoso crecimiento del voto promedio de las mesas
incrementales. En el avance 17, el voto promedio mesa es ya 90 y el incremental
con relación al avance 13 es 191. Para el avance 23 cifras respectivas son 109
y 270 y para el último avance, el 69, son 270 y 407.
Otra forma de ver las cosas, igualmente sorprendente,
es indicar que a las 13257 mesas contabilizadas en el avance 13, 67% del total
de mesas, rindieron 912649 votos, 33% de total, y las 6626 mesas adicionales
entre el avance 13 y el 69, 33% del total de mesas, rindieron 1841089 votos, es
decir, 67% del total. Nótese bien: 67% de las mesas dan el 33% de los votos y
el 33% dan el 67%. ¡Háganme el favor!
En el mercado electoral se intercambian votos por
promesas y también votos por dinero. En el mercado monetario del voto hay un mercado
a término, en el que se contratan anticipadamente los votos de las mesas a un
precio que se paga contra resultado. Hay también un mercado spot o de contado
al que concurren los políticos a comprar los faltantes. Todos los políticos clientelistas
saben cuáles son los municipios donde opera dicho mercado y quiénes son los
dueños de los votos. En los municipios del mercado spot, la votación se
concentra entre las 2 y 4 de la tarde.
En la mañana
del 26 de octubre la soledad reinaba en los puestos de votación. Hacía el medio
día los dirigentes del Pacto Histórico empiezan solicitar la extensión del
horario de votación pues, supuestamente, en muchos puestos se registraban
largas filas de votantes. Interviene entonces el señor registrador anunciando
que se permitirá el voto de todos los ciudadanos que a las 4 de la tarde estén
con cédula en mano en su puesto de votación. Esa parece haber sido la campana
para poner en marcha el mercado spot.
LGVA
Noviembre 2025

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