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sábado, 19 de septiembre de 2015

Daniel Raisbeck: el único candidato serio a la alcaldía de Bogotá


Daniel Raisbeck: el único candidato serio a la alcaldía de Bogotá

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista, Docente Universidad EAFIT

Consultor, Fundación ECSIM

Bogotá no necesita más políticos profesionales, expertos en vivir del estado. La capital necesita legisladores ciudadanos que se hayan destacado en diversos campos. El dinero de los ciudadanos es muy importante para dejar que lo sigan  gastando a su antojo los políticos” (Daniel Raisbeck)

 

Hace algunos días la periodista Camila Zuluaga afirmó que Daniel Raisbeck, candidato libertario a la alcaldía de Bogotá, no era un candidato serio. Raisbeck la contestó en carta abierta con una pieza magistral de filosofía política que Zuluaga no se ha dignado contestar pero que seguramente le habrá enseñado a medir sus palabras. Raisbeck es en efecto el único candidato serio a la alcaldía de Bogotá porque, como lo ha demostrado en los foros donde se le ha invitado a participar, es el único que está hablando del tema realmente importante: el tamaño del gobierno de Bogotá y la orientación y financiación del gasto público.

Para 2015 el presupuesto de Bogotá alcanza la cifra de 17.3 billones de pesos. El más grande de la historia, proclamaba con orgullo la actual administración distrital. ¿Grande con relación a qué? En 2013, según el DANE, el PIB de la ciudad fue de $ 175,3 billones. Asumiendo un crecimiento de 9% en los dos últimos años, en 2015 alcanzará la no despreciable cifra de 191  billones de pesos. Esto significa que el presupuesto de la ciudad representa un 9% de la riqueza producida por los bogotanos. En 1980 la cifra era 5,5% y en 1990 de 7,9%, según se reporta en la página 171 de un estudio del DNP de  1992, titulado “Bogotá: problemas y soluciones”.

Gráfica 1
 

 

El tamaño del gobierno bogotano no ha dejado de crecer. Para los estatista de todos los partidos ese 9% debe parecerles aún insuficiente para financiar el “gasto social”. Sin embargo, ocurre que son muchas las ciudades del mundo mejor administradas que precisan disponer de una porción sustancialmente menor de la riqueza privada para financiar su actividad. En 2015 el presupuesto de Paris es de 9.278 millones de euros[1]. A una tasa de cambio de US$/euro 1,13, equivale a US$ 10.484 millones: un 1,5% del PIB de la ciudad. El de Nueva York, con un alcalde reputado como “gastón”,  fue aforado en US$ 75.000 millones[2], equivalente a 5,34% del PIB. La administración de Londres se basta para prestar sus servicios con 16.700 millones de libras[3], es decir, US$ 26 mil millones: 3,1% del PIB. Seattle, considerada como una de las ciudades más adelantadas en la provisión de bienes públicos, requiere para ello un presupuesto de US$ 4.800 millones[4], inferior al de Bogotá (US$ 6.400 millones) en términos absolutos,  y equivalente al 3,15% de la riqueza creada por sus ciudadanos.

Gráfico 2
 

Podría decirse que estas comparaciones por tratarse de ciudades del mundo desarrollado no son válidas. Sin embargo, ciudades países que no se han caracterizado por la austeridad de sus gobiernos,  como México D.F. y Sao Paulo, tienen presupuestos de US$ 10.160 millones  y US$ 13.020 millones, que no superan el 3% de sus respectivos PIB. Buenos Aires es la capital de América Latina cuyo su presupuesto de US$ 26.214  millones  representa un porcentaje del PIB similar al de Bogotá: 8,3%. Curiosamente, Buenos Aires, tampoco se destaca por la calidad de sus servicios públicos. Definitivamente el gobierno de Bogotá es costoso. Pero los candidatos estatistas no pueden hablar de eso: desalentarían a sus clientelas.

El gobierno de Bogotá también resulta costoso en el ámbito nacional. No se dispone de estimaciones del PIB de todas las ciudades del País. Un indicador adecuado es la presión fiscal que es cociente de los ingresos tributarios y la población de la ciudad. Los principales ingresos tributarios de los municipios son los impuestos predial y de industria y comercio. No se incluyen las transferencias de la Nación. Las cifras de ingresos tributarios corresponden a 2013 y son tomadas del informe de desempeño fiscal de los municipios preparado por el DNP[5]. Las cifras de población son tomadas del DANE. Con ellas se obtienen los cálculos de la gráfica 3.

Gráfico 3
 

En 2013, el gobierno distrital les costó a los bogotanos en impuestos locales $ 714.410 en promedio. Los ciudadanos de Medellín y Barranquilla pagaron por su gobierno alrededor de un 70% de esa cifra. Los de otras ciudades mucho menos. El gobierno de Bogotá es costoso.

Los problemas de Bogotá – movilidad, vivienda pobreza, educación, etc. – no son principalmente un problema de falta de recursos. Las últimas 3 o 4 administraciones de la ciudad han contado con ellos en niveles importantes y los han dilapidado. El tamaño del gobierno de Bogotá, el uso de sus ingentes recursos y la tributación son los asuntos realmente importantes. Daniel Raisbeck es el único candidato que habla de ellos. Por eso es el único candidato serio, los demás son……estatistas. 

LGVA

Septiembre de 2015.

 

 

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