Daniel Raisbeck: el
único candidato serio a la alcaldía de Bogotá
Luis Guillermo Vélez
Álvarez
Economista, Docente
Universidad EAFIT
Consultor, Fundación
ECSIM
“Bogotá
no necesita más políticos profesionales, expertos en vivir del estado. La
capital necesita legisladores ciudadanos que se hayan destacado en diversos
campos. El dinero de los ciudadanos es muy importante para dejar que lo
sigan gastando a su antojo los políticos”
(Daniel Raisbeck)
Hace algunos días la periodista Camila Zuluaga afirmó que
Daniel Raisbeck, candidato libertario a la alcaldía de Bogotá, no era un
candidato serio. Raisbeck la contestó en carta abierta con una pieza magistral
de filosofía política que Zuluaga no se ha dignado contestar pero que
seguramente le habrá enseñado a medir sus palabras. Raisbeck es en efecto el
único candidato serio a la alcaldía de Bogotá porque, como lo ha demostrado en
los foros donde se le ha invitado a participar, es el único que está hablando
del tema realmente importante: el tamaño del gobierno de Bogotá y la
orientación y financiación del gasto público.
Para 2015 el presupuesto de Bogotá alcanza la cifra de
17.3 billones de pesos. El más grande de la historia, proclamaba con orgullo la
actual administración distrital. ¿Grande con relación a qué? En 2013, según el
DANE, el PIB de la ciudad fue de $ 175,3 billones. Asumiendo un crecimiento de
9% en los dos últimos años, en 2015 alcanzará la no despreciable cifra de 191 billones de pesos. Esto significa que el
presupuesto de la ciudad representa un 9% de la riqueza producida por los bogotanos.
En 1980 la cifra era 5,5% y en 1990 de 7,9%, según se reporta en la página 171
de un estudio del DNP de 1992, titulado
“Bogotá: problemas y soluciones”.
Gráfica 1
El tamaño del gobierno bogotano no ha dejado de crecer.
Para los estatista de todos los partidos ese 9% debe parecerles aún
insuficiente para financiar el “gasto social”. Sin embargo, ocurre que son muchas
las ciudades del mundo mejor administradas que precisan disponer de una porción
sustancialmente menor de la riqueza privada para financiar su actividad. En
2015 el presupuesto de Paris es de 9.278 millones de euros[1]. A
una tasa de cambio de US$/euro 1,13, equivale a US$ 10.484 millones: un 1,5%
del PIB de la ciudad. El de Nueva York, con un alcalde reputado como “gastón”, fue aforado en US$ 75.000 millones[2],
equivalente a 5,34% del PIB. La administración de Londres se basta para prestar
sus servicios con 16.700 millones de libras[3],
es decir, US$ 26 mil millones: 3,1% del PIB. Seattle, considerada como una de
las ciudades más adelantadas en la provisión de bienes públicos, requiere para
ello un presupuesto de US$ 4.800 millones[4],
inferior al de Bogotá (US$ 6.400 millones) en términos absolutos, y equivalente al 3,15% de la riqueza creada
por sus ciudadanos.
Gráfico 2
Podría decirse que estas comparaciones por tratarse de
ciudades del mundo desarrollado no son válidas. Sin embargo, ciudades países
que no se han caracterizado por la austeridad de sus gobiernos, como México D.F. y Sao Paulo, tienen
presupuestos de US$ 10.160 millones y
US$ 13.020 millones, que no superan el 3% de sus respectivos PIB. Buenos Aires
es la capital de América Latina cuyo su presupuesto de US$ 26.214 millones
representa un porcentaje del PIB similar al de Bogotá: 8,3%.
Curiosamente, Buenos Aires, tampoco se destaca por la calidad de sus servicios
públicos. Definitivamente el gobierno de Bogotá es costoso. Pero los candidatos
estatistas no pueden hablar de eso: desalentarían a sus clientelas.
El gobierno de Bogotá también resulta costoso en el
ámbito nacional. No se dispone de estimaciones del PIB de todas las ciudades
del País. Un indicador adecuado es la presión fiscal que es cociente de los
ingresos tributarios y la población de la ciudad. Los principales ingresos
tributarios de los municipios son los impuestos predial y de industria y
comercio. No se incluyen las transferencias de la Nación. Las cifras de
ingresos tributarios corresponden a 2013 y son tomadas del informe de desempeño
fiscal de los municipios preparado por el DNP[5].
Las cifras de población son tomadas del DANE. Con ellas se obtienen los
cálculos de la gráfica 3.
Gráfico 3
En 2013, el gobierno distrital les costó a los bogotanos
en impuestos locales $ 714.410 en promedio. Los ciudadanos de Medellín y
Barranquilla pagaron por su gobierno alrededor de un 70% de esa cifra. Los de
otras ciudades mucho menos. El gobierno de Bogotá es costoso.
Los problemas de Bogotá – movilidad, vivienda pobreza,
educación, etc. – no son principalmente un problema de falta de recursos. Las
últimas 3 o 4 administraciones de la ciudad han contado con ellos en niveles importantes
y los han dilapidado. El tamaño del gobierno de Bogotá, el uso de sus ingentes
recursos y la tributación son los asuntos realmente importantes. Daniel
Raisbeck es el único candidato que habla de ellos. Por eso es el único
candidato serio, los demás son……estatistas.
LGVA
Septiembre de 2015.
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