¡Uribistas, a las calles!
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
“Yo que nací altivo y libre sobre
una sierra antioqueña, llevo el hierro entre las manos porque en el cuello me
pesa”
La detención del Presidente Uribe es un ataque artero de
la izquierda radical contra nuestras libertades, porque Uribe es su más erguido
defensor y el símbolo vivo de todas ellas. Si Uribe pierde su libertad, todos
perderemos las nuestras; si no hacemos nada, debemos prepararnos para las
cadenas.
Los dirigentes del Centro Democrático deben entender
que es la hora de la unidad y la acción. Sin cálculos electorales de ninguna
índole, deben ponerse al frente del pueblo uribista que está listo para salir a
las calles pues sabe que no hay nada peor que el virus del comunismo.
Los dirigentes democráticos y liberales de todos los partidos
deben deponer sus diferencias y solidarizarse sin vacilación con el Presidente
Uribe. Deben entender que la izquierda no conoce límites en su objetivo de
acabar con las libertades y que, si ahora van por Uribe, más tarde irán por
ellos.
Los empresarios y trabajadores, que son el nervio
vital de la economía, deben apoyar sin cortapisas a quien lideró al País cuando
las libertades de emprender, de trabajar y de cosechar los frutos del esfuerzo estaban
gravemente amenazadas y lo llevó otra vez por el sendero de la prosperidad y el
crecimiento.
Las Fuerzas Armadas y los militares de la reserva
activa no pueden aceptar que el hombre que lideró su combate victorioso contra
los criminales de las Farc esté hoy privado de su libertad. Es hora de que
muestren su apego a los valores fundamentales de nuestra República: libertad y
orden.
No hay que temerle al discurso de una izquierda que
subvierte, ataca, insulta, calumnia, denigra, difama, enloda y ofende y que,
cuando se le responde, sale con sus hipócritas llamados a la no-polarización y
al respeto a unas instituciones que se ha empeñado en destruir. La izquierda
colombiana no es nadie para darnos lecciones de convivencia y democracia. Es
hora de hacerle entender que el pueblo uribista, que sabe manifestarse y votar en
paz, también sabe protestar. ¡Uribistas, a las calles!
LGVA
Agosto de 2020
Por momentos creí que estaba oyendo un sermón de Monseñor Builes pero la memoria tomó el camino de Tomas Carrasquilla en su obra del Padre Casafus, las palabras tomaron cuerpo en Quiterita. Estos discursos incendiarios ya han dejado más muertos que la COVID-19, por fortuna ya no existen ni Mariano Ospina Pérez ni Laureano Gómez de lo contrario los Uribistas estarían blandiendo machetes en vez cacerolas.
ResponderEliminarMas muertos que cualquier pandemia dejaron los criminales de las Farc que hoy se pavonean en el congreso al mismo tiempo que otros criminales mantienen las armas. Incendiario es practicar las tres formas de lucha que hoy practica la izquierda: armada, política y judicial. Hay una cuarta forma de lucha: la de los profesores universitarios que cohonestan con los criminales.
EliminarMuy bien estimado colega apoyo total.
ResponderEliminarNo vamos a perder la vida en medio de una pandemia saliendo a las calles. Los uribistas somos gente culta, inteligente y centrada, no debemos caer en provocaciones de un sistema judicial quiado x intereses de izquierda ni redes sociales guiadas por yotubers de bodeguitas. Debemos usar la constitución para defender desde la misma justicia, la injusticia q se está cometiendo
ResponderEliminarNo vamos a perder la vida en medio de una pandemia saliendo a las calles. Los uribistas somos gente culta, inteligente y centrada, no debemos caer en provocaciones de un sistema judicial quiado x intereses de izquierda ni redes sociales guiadas por yotubers de bodeguitas. Debemos usar la constitución para defender desde la misma justicia, la injusticia q se está cometiendo
ResponderEliminarLos Uribistas sabemos protestar y sabemos manifestarnos. Las únicas armas que portamos son las de la razón y la justicia. Por eso el Esmad solo asiste a ellas para proteger a los manifestantes de la posible intromisión de revoltosos de izquierda. Nunca dañamos edificios, ni atacamos a la Fuerza Pública. Sólo hacemos denuncias y exigimos respeto a nuestros derechos. Por eso podemos decir: ¡ URIBISTAS, A LA CALLE !
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