¡Adelante,
Señor Gobernador!*
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Antioquia está sola en una
lucha que debería estar siendo liderada por la Nación y en la que deberían
estar comprometidos todos los departamentos del País.
Tenemos un Gobernador que
decidió enfrentar a las estructuras criminales que controlan economías
ilegales, territorios enteros y hasta parte del Estado.
Y decidió enfrentarlas de frente, sin rodeos, con decisiones. No con discursos
vacíos.
Pero ese liderazgo incómodo le
está costando caro. Lo han querido frenar no con argumentos, sino con procesos.
No con debate democrático, sino con la máquina judicial. Y mientras tanto, el
Gobierno Nacional, que debería estar de su lado, no aparece. O peor: aparece
para desautorizarlo, para desmentirlo, para dejarlo solo. Incluso parece estar
más del lado de los criminales.
Lo ocurrido en Amalfi es una muestra dolorosa de eso.
El 21 de agosto, un helicóptero de la Policía fue derribado
en zona rural de Amalfi mientras transportaba agentes que iban a erradicar
cultivos ilícitos. Murieron trece policías. Trece. Un ataque directo,
calculado, terrorista.
Los responsables: el Frente 36 de las disidencias de las FARC, bajo el mando de
alias Calarcá.
Un criminal con nombre propio.
Pero eso no es lo más grave.
Lo más grave es que el Gobernador había alertado al Ministerio de Defensa desde
junio. Pidió refuerzos. Advirtió del deterioro en el nordeste.
¿Y qué hizo el Gobierno?
Nada. O muy poco. O tarde. Y escandaloso.
Porque tres días después del atentado, ya estaban anunciando la reanudación de
diálogos con el mismo grupo que cometió el crimen.
Ese es el país en el que estamos.
Uno en el que el que mata policías es llamado a la mesa de negociación.
Y el que los defiende es llamado a la Fiscalía.
Frente a eso, los alcaldes de Antioquia no pueden ser
espectadores. No pueden resignarse al papel de administradores de lo posible,
mientras lo esencial se desmorona.
Porque lo esencial es que impere la ley. Que haya justicia. Que haya
consecuencia del crimen. Que cese la impunidad.
Y lo esencial es que los que están dando la pelea desde el terreno no se
sientan solos.
Nuestro Gobernador no es perfecto. Nadie lo es.
Pero está haciendo lo que otros no se atreven a hacer: gobernar con la
determinación de cumplir la primera obligación del gobierno: proteger la vida,
la propiedad y la libertad de los ciudadanos.
Y eso, en este país, se está volviendo delito.
Hablo como antioqueño. Como ciudadano. Como alguien que ve
que mientras en Bogotá discuten el derecho de los criminales a negociar con
garantías, aquí se entierran policías, se desplazan familias y se pierden
territorios.
¿Vamos a seguir callados?
¿Vamos a hacer de cuenta que esto es normal?
¿Vamos a permitir que Antioquia se hunda en la soledad institucional mientras
los violentos se sienten cómodos?
Yo creo que no.
Nuestra historia no es la del silencio.
Nuestra historia es la de la acción.
Ahí está el 11 de agosto de 1813, cuando Antioquia proclamó su independencia
absoluta.
Ahí está José María Córdova, que no obedeció órdenes injustas y pagó con su
vida por mantenerse del lado correcto de la historia defendiendo la libertad.
Hoy más que nunca, señor Gobernador,
tiene vigencia su proyecto de federalismo fiscal. El centralismo y el remedo de
descentralización que es el SGP están ahogando el crecimiento de los
departamentos que se han convertido en entidades mendigas del auxilio nacional.
Solo seis departamentos tienen un PIB per cápita superior a la media nacional.
El índice de variación del PIB regional está 50%, mientras que en Estados
Unidos es 17% y en países de fuerte federalismo 25%.
El centralismo ahoga el
desarrollo de las regiones porque reprime la libertad y la capacidad de los
departamentos de luchar por ella cuando está tan gravemente amenazada como hoy
en Antioquia.
Libertad y Orden, es la divisa de nuestro escudo. Nuestro
himno es un canto a la libertad.
Pero lo que nos hace libres no es cantarle a la libertad.
O, como les dijo Pericles a los ciudadanos atenienses:
"Somos libres no porque decimos que lo somos, sino porque actuamos como
hombres libres.".
Eso es lo que necesitamos ahora.
Actuar como hombres y mujeres libres.
Defender lo que merece ser defendido.
Cerrar filas sin miedo.
Esto no es sobre un gobernador. Es sobre una línea ética
que no podemos permitir que se borre.
Es sobre el derecho de Antioquia a luchar contra el crimen sin que se lo
castigue por hacerlo.
Es sobre decir, con claridad: aquí no nos arrodillamos.
Por eso estamos aquí. Para decir que no estamos dispuestos
a abandonar a quienes, incluso con todo en contra, siguen haciendo lo correcto.
Y si esa claridad incomoda, que incomode.
Lo que no vamos a permitir es que Antioquia se quede sin
voz.
Porque ya bastante ha tenido que pelear con el silencio del poder central.
Adelante, señor Gobernador.
Muchas gracias.
LGVA
Agosto de 2025.
* Intervención en el plantón de los alcaldes de
Antioquia en apoyo al Gobernador Andrés Julián Rendón.
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