¿Qué
responsabilidad les cabe a los TLC en la crisis del campo?
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista,
Docente Universidad EAFIT
(Nota: El periódico El
Tiempo me invitó a responder la pregunta que titula este escrito. Esta es mi
respuesta).
El principal problema
del sector agropecuario es su baja productividad. Ese es un problema viejo que sólo
por ignorancia o prejuicio puede atribuirse a los TLC. El valor agregado por
trabajador es una medida usual de la productividad. La gráfica 1 muestra el
Valor Agregado Agrícola (VAA) por trabajador en Colombia. Ha venido creciendo, justamente
en la época de los “nefastos” TLC, pero aún es muy bajo.
Gráfica
1
Gráfica
2
La gráfica 4 relaciona
el VAA por trabajador con el porcentaje de empleo agropecuario con relación al empleo total
para una muestra de 88 países. En el eje vertical está el VAA y en el horizontal el empleo agrícola. El signo del desarrollo es un campo altamente productivo que permita que unas pocas personas produzcan lo requerido para el sustento de muchas.
La mejora del ingreso
de los productores agropecuarios pasa por entender que los agricultores
marginales serán desplazados inexorablemente por los más productivos y que
deben ser por lo tanto reubicados en actividades urbanas de mayor productividad,
como lo planteó hace más de 50 años Lauchin Currie, en su denostada Operación
Colombia. Vale la pena recordarlo:
“Aunque el enfoque
de este programa puede aparecer un tanto novedoso, lo que en realidad persigue
es una considerable aceleración deliberada de las fuerzas naturales que están
actualmente en operación. La población urbana está aumentando en relación a la
rural, las tierras y los agricultores más productivos están desplazando a los
agricultores marginales; tarde o temprano se iniciarán exportaciones de carne y
de otros artículos; la salud urbana ha ido mejorando; más niños tendrán
oportunidad de más años de escuela en las universidades; pero las fuerzas
naturales se desenvuelven lentamente, y encuentran resistencia y causan
sufrimientos. Y no hay tiempo. La única cosa nueva de este programa es la de
que es un intento planificado, consciente y deliberado de acelerar los resultados
de las fuerzas naturales y de canalizar la mayor parte de los primeros
incrementos de la producción para el mejoramiento del nivel de vida de los
grupos de más bajos ingreso”
(Operación Colombia: un programa de
desarrollo económico y social. Bogotá: Sociedad Colombiana de Economistas.
1961pp. 142 – 143).
El
modelo que proponemos para Colombia no es el de una nación llena de campesinos
propietarios laborando sus pequeñas propiedades con herramientas de mano, sino
más bien el de un país como el Canadá o los Estados Unidos en donde un número
reducido de hacendados propietarios cultivando la mejor tierra y empleando
técnicas modernas y mucha maquinaria, han alcanzado enormes progresos en la
productividad agrícola, con el consecuente bienestar para sus países. La
escogencia entre estos dos modelos será decisiva para el futuro de Colombia.
(Operación Colombia: un programa
de desarrollo económico y social. Bogotá: Sociedad Colombiana de
Economistas. 1961,
p. 37).
Increíblemente el
país se debate aún en el dilema de Currie y todo parece indicar que prevalecerá, con el más absoluto desdén de la teoría y los hechos económicos,
la visión de los apologistas de la pequeña propiedad o de la supuesta
propiedad comunitaria que condenan a la miseria y al atraso a los campesinos
que dicen defender.
LGVA
Septiembre de 2013.
Bueno...si son tan ineficientes, saquémoslos del mercado con los TLC. Ya encontrarán qué hacer...¡si pueden!
ResponderEliminarBAV
Así será. LG.
EliminarBuen aporte profesor....
ResponderEliminarGracias. LG.
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