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martes, 5 de noviembre de 2024

Dos Julios, dos héroes discretos

 

Dos Julios, dos héroes discretos

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

No creo que se hubiesen conocido, pero de haber sido así estoy seguro de que se hubieran apreciado y, probablemente, habrían sido amigos. Eran buenas personas, ciudadanos ejemplares y excelentes profesionales en el campo de la administración de negocios. Eran tocayos e hicieron honor al sentido de fuerza, nobleza y conexión divina que tiene el nombre que compartieron. Fallecieron sin conocerse el mismo día, 4 de noviembre. Eran mis amigos. Con ambos compartí tramos de la vida y momentos cuánticos cuyo recuerdo mitiga la tristeza que me causa su partida.

A Julio Jaime Calderón Álvarez lo conocí en el Liceo Antioqueño donde ambos hicimos, de primero a sexto, todo el bachillerato. Las amistades que se forjan en ese período quedan para siempre y, aunque la vida lleve por caminos alejados, los reencuentros, deliberados o fortuitos, causan gran felicidad y en ellos siempre surge de manera natural la antigua complicidad. Esto ocurría invariablemente con Julio Jaime quien propició siempre los encuentros de ex-liceistas. Con Aníbal Galeano organizó el de los 25 años, en el Hotel Dann Carlton en 1996, y, luego el de los 50, en El Club El Rodeo, hace tres años. Fueron encuentros masivos, porque Julio Jaime convocaba por su liderazgo natural y cariñoso, ajeno a cualquier imposición, y por la maravillosa alegría que irradiaba.



Mi amistad con Julio Acosta es una amistad de madurez que, como todo mudo sabe, tiene características muy distintas a las nacidas en la niñez, la juventud o cualquier otro momento de la vida. Esas amistades son más intelectuales, por así decirlo, versan sobre los asuntos de la vida social, pero, especialmente en el caso de Julio, no excluyen la calidez e interés por los asuntos de la vida doméstica. ¿Cómo está la Mona?, preguntaba siempre Julio, refiriéndose a Gloria Cecilia, mi esposa, por cuya intermediación empecé a tener relación con él, cuando se desempañaba como Vicerrector Administrativo en la Universidad Eafit, donde mi esposa y yo fuimos docentes durante varios años. En ese tiempo, casi todos los días, a veces en compañía de mi esposa y de amigos comunes como la geóloga Gloria Toro y el profesor Juan David Escobar, conversábamos sobre economía, política, negocios y educación, que fue su pasión en los últimos años de su vida.   



Acosta se desempeñó en grandes empresas del sector productivo real como EPM y Coltejer; mientras que Calderón lo hizo, con lujo de competencia, en la distribución de productos de consumo masivo dejando huella en compañías líderes como Cacharrería Mundial, John Restrepo A & Cia, Dissantamaria,  Megadistribuciones y otras más en las que ejerció altos cargos directivos, incluida la gerencia general de varias de ellas.  Después de su exitoso paso por esas compañías, Julio Jaime empezó a ejercer como Asesor y Consultor Empresarial, ofreciendo su herramienta POTÉNTHUM, diseñada para mejorar los resultados de las empresas a través de la potenciación del talento humano.

Ambos se alegraron por mi candidatura y elección al Concejo de Medellín. Julio Acosta me ofreció su colaboración y Julio Calderón me aplicó su herramienta POTÉNTHUM, pero sus quebrantos de salud le impidieron hacer el análisis y darme sus recomendaciones. Con los consejos de ambos tal vez habría sido mejor concejal, en todo caso trataré de serlo para honrar su memoria.

LGVA

Noviembre de 2024.    

 

lunes, 4 de noviembre de 2024

Presupuesto distrital

 

Presupuesto distrital

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

El presupuesto del Distrito de Medellín, para 2025, asciende a 10.9 billones de pesos, el más alto de su historia, casi 25% más que el de 2024. Del lado de los ingresos, los tres grandes rubros son las transferencias del SGP, las transferencias de EPM y los tributos locales; que crecen 25%, 11% y 22%, respectivamente.

Todos los tributos – excepto la sobretasa a la gasolina y la tasa de alumbrado público - tienen crecimientos de doble dígito: 17% el predial, 23% las estampillas, 30% industria y comercio y 21% los menores. En 2025, la economía de Medellín crecerá a la misma tasa real que la nacional, un 2%, lo cual, con una inflación de 5%, se traduce en 7% nominal.



El aumento de 11% de las transferencias de EPM, de por sí elevado, resulta inquietante dada las contingencias que pesan sobre la Empresa, empezando por los litigios de Hidroituango, que han llevado a provisionar más de 1,3 billones de pesos, sin tener aún en cuenta el resultado de la demanda por 500 mil millones por el incumplimiento del hito 10, que seguramente será adverso.

Con pérdidas de 30%, recaudo de 60% y la indiferencia culposa o dolosa del Gobierno Nacional, la situación de AFINIA parece fuera de control y no puede descartarse una toma por la Superservicios, que obligaría a castigar las utilidades. Por otra parte, la intervención del mercado eléctrico presiona la caja de EPM al obligarla, para conservar el agua en sus embalses, a atender sus clientes con generación térmica costosa.

La clase media, el comercio y la industria soportan, en los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo, una parafiscalidad excesiva, con tasas de contribución que llegan, respectivamente, a 60%, 60% y 100%, para el estrato 6. Para el estrato 5, el comercio y la industria las tasas son menores, pero siempre por encima del 20%, establecido en la ley 142 de 1994, que rige para electricidad y gas.

En los fondos solidaridad y redistribución de ingresos de electricidad y gas, si la suma de subsidios excede las contribuciones, calculadas a la tasa de 20%, la Nación cubre la diferencia, con recursos del presupuesto general. En el caso de los fondos de acueducto, alcantarillado y aseo se autorizó a los municipios a elevar la tarifa de las contribuciones hasta donde fuese necesario para cubrir el déficit resultante de unas tasas de contribución de 20%. Esto premia la ineficiencia de los prestadores y es un abuso de posición dominante frente a consumidores sin salida.   

No está fuera del alcance de la Administración y el Concejo, sin modificar los indicadores físicos del Plan de Desarrollo, acordar una reducción de gastos que permita dar un alivio a la clase media, al comercio y la industria y reducir la presión sobre las finanzas de EPM. A fin de cuentas, como dijo Pantaleoni, cualquiera puede aumentar la tarifa de un impuesto existente o crear uno nuevo, pero el verdadero arte de la fiscalidad consiste en hacer más con los mismos recursos o incluso con menos.

LGVA

Noviembre de 2024.