¿Claudia Viteri o Cynthia López?
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Hace algunos días una periodista llamada Camila Zuluaga, en una
nota televisiva, que si no era un publirreportaje se le parecía mucho, comparó
a la alcaldesa Claudia López con Ángela Merkel y otras jefas de gobierno en
cuyos países el manejo de la pandemia ha sido más exitoso que en otras partes.
Siempre me ha fascinado la teoría de los universos
paralelos y estoy creyendo que es verdadera y que la señora Zuluaga habita en
uno diferente al mío, puesto que en el que yo vivo, Bogotá se parece cada vez
más a Guayaquil y la alcaldesa López cada vez más a la atribulada Cynthia Viteri, alcaldesa de
la sufrida ciudad ecuatoriana. Con una gran diferencia a favor de la señora
Viteri: el dolor verdadero y la humildad contrita con los que asume su
responsabilidad contrasta con la soberbia y la altanería con la que la señora
López se reúsa a asumir la suya.
Con la cuarta parte del PIB colombiano, un PIB por
habitante que supera en 56% la media nacional y el 17% de la capacidad
hospitalaria del País, Bogotá parecía la región mejor preparada para enfrentar
la pandemia y las restricciones implantadas a la vida económica para frenar su
expansión. Pero al parecer no ha sido así: a los cien días del primer contagio,
con el 15% de la población, Bogotá tiene el 32% de los contagios y el 23% de
los fallecimientos. No es ocioso recordar que la alcaldesa, en entrevista con el periodista Yamid Amat, el 31 de marzo, se había comprometido a tener 4.000 UCI en junio.
Desde hace días la alcaldesa López, en el tiempo que
le deja su anodino perifoneo, viene preparando el escenario para culpar al
Gobierno Nacional de la tragedia, ¡Dios no lo quiera!, que se avecina para la
Capital. En su infatigable trinar pregona que el Gobierno no ha cumplido con
los ventiladores prometidos y que Bogotá está próxima al desbordamiento de su
capacidad hospitalaria de UCI.
Las cifras que maneja la alcaldesa no concuerdan con
las que reporta el Instituto Nacional de Salud (INS), sobre contagios, y el
Ministerio de Salud (MS), sobre capacidad hospitalaria. A junio 12, Bogotá
tenía, según el INS, 139 pacientes Covid 19 en UCI, y, según el MS, 1182 UCI en
total, el 50% de las cuales, es decir 591, reservadas para los pacientes Covid
19. Esto arroja una ocupación de 23,5%.
En su cuenta de twitter, la alcaldesa, a 11 de junio, reportaba un nivel de
ocupación de 50%.
No alcanzo a entender por qué la alcaldesa busca
exagerar la situación de ocupación de UCI en Bogotá. En cualquier caso, es
inaceptable que una funcionaria pública de tan alto rango mienta de esa forma
en un asunto de tanta gravedad. A lo mejor, es una estrategia para presionar
que se le dé prioridad a la Capital en la distribución de los ventiladores
importados por el Gobierno Nacional o para impedir el restablecimiento de la
actividad productiva al que, al igual que toda la izquierda, la alcaldesa López
se ha opuesto con todas sus fuerzas con los argumentos más peregrinos, como lo han hecho con todo el accionar del Gobierno.
Si el Gobierno Nacional relaja la cuarentena, es para
favorecer a los ricos; si reparte auxilios monetarios o en especie, se le
enrostra porque no llegan de inmediato a todo mundo; si decide subsidiar las
nóminas, les parece muy poquito; si alivia las restricciones, se le acusa de
querer matarnos; si importa ventiladores o pruebas, que por qué tan tarde, que por qué
tan caros, que por qué tan pocos. Y así: palo porque bogas, palo porque no bogas.
Hay que esperar que, gracias a la acción del Gobierno
Nacional, el mediocre manejo de la pandemia por la alcaldesa López y su
gabinete no se convierta en una tragedia para la ciudadanía bogotana en los
próximos meses. Hay que ayudar a la alcaldesa a salir del berenjenal en el que
está metida por su incompetencia, a pesar del infame juego político en el que
está comprometida con los demás líderes de izquierda: oponerse a todo lo que lo que propone o hace
el Gobierno Nacional, con la expectativa de que fracase para caer como buitres
sobre los despojos del País. Hay que ayudarla para que Bogotá no se transforme
en otra Guayaquil y para que la periodista Zuluaga, al llamar a la alcaldesa de Bogotá, no tenga que escoger entre Claudia Viteri o Cynthia López.
LGVA
Junio de 2020.
LA GENTE OLVIDA Q TODOS ESTAMOS MONTADOS EN LA MISMA SITUACIÓN Y Q AL FRACASAR EL GOBIERNO NACIONAL LOS Q PERDEMOS SOMOS TODOS
ResponderEliminarmuy de acuerdo.
ResponderEliminarAdemás, refresco cifras: Hace casi 3 meses (https://www.youtube.com/watch?v=IzA89ZEUeWM, minuto 2:29, la Alcaldesa decía que Bogotá tendría 4 mil camas de cuidados intensivos;
En esa misma época (https://www.youtube.com/watch?v=kwJyQwTn-1E, minuto 10:09) la Alcaldesa afirmaba que Bogotá tenía 1.000 unidades de cuidos intensivos.
Ayer Bogotá alcanzó el 55% de ocupación de capacidad de UCI con 405 de las 724 camas que tiene en total la ciudad (no solo para Covid).
Es decir que en 3 meses no se ha agregado ni una sola UCI de las 3000 adicionales prometidas! ..y se le "desaparecieron" mas de 250!!