Vender Ecopetrol para solventar las
necesidades de la crisis
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
La crisis del Coronavirus le llegó al País en un
momento de debilidad de las finanzas públicas y un alto nivel de endeudamiento,
que se alcanzó justamente durante un período de gran crecimiento de los
ingresos petroleros de la Nación. Acertadamente, el Gobierno Nacional echó mano
de los recursos del Fondo de Estabilización Petrolera y del Fondo de Pasivo
Pensional Territorial. Eso suma unos 18 billones de pesos, recursos que, si no
se han agotado, pronto lo estarán. El llamado subsidio a la nómina tendrá un
costo cercano a los 7 billones de pesos que en principio no pueden financiarse
sino es recurriendo a un endeudamiento adicional. Seguramente se necesitará más
dinero, especialmente si el Gobierno persiste en imponer restricciones a la
producción con cuarentena abierta o disfrazada. Los analistas macroeconómicos
anticipan un pavoroso incremento del déficit fiscal y el consiguiente aumento
de la deuda pública.
La opción de hacer un ajuste por el lado de gasto no
parece viable. El recorte de la nómina y de los programas asistencialistas
produciría un gran debilitamiento de la demanda que ahondaría la recesión. Debe
descartarse también una reforma tributaria que debilitaría aún más las empresas
severamente golpeadas por casi tres meses de parálisis total o parcial. La
elevación permanente de la deuda haría aún más estrecho el margen de las
finanzas públicas y deterioraría la calificación crediticia del País,
encareciendo la financiación pública y privada en el mercado internacional. No
queda pues otra alternativa que vender activos de la Nación, en particular sus
participaciones en Ecopetrol.
El Gobierno Nacional es dueño del 88% de las acciones de
Ecopetrol, que, al precio actual de dos mil noventa pesos por acción, valen más
de 75 billones de pesos. Con la venta, quizás en dos tramos, de un 40% de esa participación, se
tendrían cerca de 30 billones que permitirían solventar ampliamente los gastos
requeridos para superar la crisis. Después de esa venta la Nación mantendría el control de la Empresa con un 53% de su
capital accionario.
Aunque financieramente lo más adecuado sería posponer
la venta para el 2021, cuando los precios del petróleo se hayan recuperado y la
acción alcance mejor cotización, solventando la situación con endeudamiento de
corto plazo, dudo que las fuerzas políticas que dominan el Congreso lo permitan. Por
esa razón el Gobierno Nacional debe hacer uso de las facultades de emergencia y
proceder desde ya a decretar la enajenación. El primer tramo podría venderse este año y el segundo, indexado al precio del petróleo, el próximo.
LGVA
Mayo de 2020.
Me parece lógico y pertinente. Lo que considero debe tenerse en cuenta es que tal vez no se pueda vender fácil ni a ese precio, incluso el año entrante. Si la venta de una porción de Aramco, la petrolera saudí, no ha sido un proceso fácil, no me imagino como será vender a Ecopetrol. El negocio petrolero está en la mitad de una guerra entre poderosos, El Reino y Rusia principalmente. El pulso entre ellos supuestamente tiene como objetivo doblarle la muñeca al otro y de alguna manera castigar el fracking de EE.UU. Pero parece difícil que ello se logre pues todos ellos son lo suficientemente grandes para sobrevivir. Sin embargo, el objetivo más probable es acabar con los productores medianos y pequeños, como Colombia, para reducir la sobreoferta. Cuando los elefantes pelean, es el pasto el que sufre, dice el proverbio africano.
ResponderEliminarJuan David Escobar Valencia
Acertado el análisis, pero las alternativa de un reforma tributaria acabaría la economía.
EliminarLa propuesta de Luis Guillermo ne parece excelente.Vale la pena intentarla aunque sea difícil. Además se puede proceder en varias etapas (podrían ser tres) para, con ello, reducir las dificultades.
ResponderEliminarHay un argumento adicional en favor de la propuesta de Luis Guillermo: tan pronto los mercados financieros internacionales vean un plan serio del gobierno para vender ese paquete de acciones, y consideren que los pasos que está dando el gobierno al respecto son irreversibles empezarán a bajar las primas de riesgo que se incorporan a las tasas de interés que pagamos los colombianos sobre las deudas pública y privadas.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar