El "modelo" económico de Medellín
(Intervención en el Concejo de
Medellín, mayo 20 de 2020)
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
La expresión “modelo económico” me inspira cierta
desconfianza intelectual. Quienes la usan suelen dar por entendido su
significado, no voy a caer en ese desliz. Por modelo económico entiendo el
conjunto de procedimientos que determinar la orientación y el volumen de
producción de una sociedad y la distribución de sus resultados entre quienes
participan en esa producción. Desde ese punto de vista, no hay sino dos
modelos.
El primero es el de la economía descentralizada donde
las decisiones se toman por agentes independientes que interactúan entre ellos
voluntariamente en el proceso de mercado, cuyo resultado es, justamente, el
volumen, composición y distribución de la producción entre esos agentes. Esto
es lo que lo que llamamos economía capitalista.
El segundo modelo es aquel en donde las decisiones de
producción se toman de forma centralizadas prescindiendo de los precios y el
beneficio monetarios y empleando en su lugar modelos matemáticos de cantidades,
como el de programación lineal de Kantoróvich o el de insumo-producto de
Leontief. Esto es lo que llamamos economía socialista o comunista.
El fracaso del modelo de planeación centralizada fue
tan contundente que hasta los comunistas chinos lo abandonaron, adoptando en su
lugar una especie de capitalismo despótico en el que se combinan, como querían
los fisiócratas franceses del siglo XVIII, la libertad económica irrestricta
con la más cruda supresión de las libertades personales y políticas. Eso fue lo
que hizo China, bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, con sus zonas económicas
especiales, que después se extendieron a todo el País.
Imagino que al hablar del Modelo de Medellín se está
pensando en algo más parecido al capitalismo de propiedad privada y de
intercambio voluntario, con libertades personales y políticas. Esto es lo que
entiendo por capitalismo liberal.
Los resultados concretos del capitalismo liberal en
una época y lugar determinado dependen de un conjunto tan complejo de
circunstancias que aún no ha sido posible, y quizás nunca lo sea, incorporarlas
dentro de lo que sería una teoría formalizada del desarrollo económico. Lo que
sabemos sobre el tema es fundamentalmente un conjunto de hechos y
circunstancias históricas mediante los cuales nos aproximamos a la comprensión
de proceso de desarrollo específicos.
Los historiadores económicos aún no se han puesto
totalmente de acuerdo sobre los procesos históricos que llevaron a que la
industrialización de Colombia, nuestra Revolución Industrial, se desencadenara,
en las tres primeras décadas del Siglo XX, justamente en Medellín, y no en otro
lugar del País. Hay acuerdo en que la minería del oro, al permitir la
acumulación de capital líquido en las manos de algunas personas, desempeñó un
papel fundamental. También fue muy importante la caficultura que con la
actividad semi-industrial de la trilla permitiría que los primeros capitalistas
aprendieran los rudimentos de la industrialización.
Todo lo demás son conjeturas sobre lo que fue la
actividad de unos audaces pioneros, que, arriesgando sus propios recursos,
empezaron a experimentar, a tratar de hacer cosas por su cuenta y riesgo, sin
estar sometidos a plan alguno y sin pretender cumplir los designios de ningún
“modelo de desarrollo” ideado por el gobierno o una autoridad central. Buscaban
hacerse ricos o más ricos de lo que ya eran e hicieron sus apuestas que no
estaban ganadas de antemano.
Increíblemente montaron una fábrica de galletas en un
lugar en donde no había ni podía cultivarse el trigo y donde todo mundo parecía
estar contento comiéndose sus arepas. Montaron también fábricas de telas,
gaseosas, cigarrillos, fósforos, chocolate, cerveza, etc. sin saber de antemano
sí podrían competir exitosamente con los productos importados. La
industrialización de Medellín no estuvo regida por plan alguno ni dependió del
apoyo de los gobiernos local o nacional cuyos raquíticos recursos escasamente
alcanzaban para pagar las nóminas.
La transformación en curso de la economía de Medellín,
de la que muchos ni siquiera se han percatado, tampoco obedeció a plan alguno
acorde con lo que pomposamente llaman el “modelo de ciudad”. Hoy, Medellín
aloja los Cuartes Generales de cuatro o cinco grupos empresariales que tienen
inversiones en decenas de países y atienden un mercado de más de trescientos
millones de personas.
Debe mencionarse, en primer lugar, el Grupo Nutresa,
cuyos antecedentes más remotos, Industrias Noel y Nacional de Chocolates, están
en los orígenes de la industrialización de Medellín. Nutresa tiene plantas en
catorce países y vende sus productos en más de setenta. El Grupo Bancolombia,
cuya acción fue la primera de una empresa colombiana en cotizarse en la Bolsa
de Nueva York, tiene presencia en10 países, con más de 10 millones de clientes
y 40.000 mil empleados. La mayor parte de las plantas de Argos están en Estados
Unidos y allí vende el grueso de su producción. También está internacionalizado
el grupo de energía, integrado por EPM, ISA, ISAGEN, XM y CELSIA.
La internacionalización de estas y otras muchas
empresas la hicieron los propios empresarios, sin plan ni propósito colectivo
alguno, atendiendo al fuerte incentivo de la apertura económica de los años 90
del siglo pasado. Esos empresarios entendieron que, si empresas de otros países
podían instalarse exitosamente en Colombia, las suyas podían también instalarse
exitosamente en esos países.
Nadie puede saber dónde ni cómo se están produciendo
las trasformaciones que llevarán a la configuración económica de Medellín
dentro de 30 ó 40 años. Lo que sí es seguro es que se están produciendo y que
esas transformaciones serán más significativas para esa configuración que los
esfuerzos deliberados de la Administración Municipal.
En lugar de embarcarse en ejercicios de vana clarividencia
y de pretender decidir los ganadores del juego empresarial, la Administración
Municipal debería ocuparse de entender las necesidades de las empresas
existentes y, si no puede hacer nada para incentivar su actividad, lo que es lo
más seguro, debería abstenerse se hacer lo que pueda estorbarla. Tontas ideas
como el tal pico y placa industrial, del que se habla cada vez que se presenta
la inversión térmica característica de nuestro valle, son esa clase de
estorbos.
Una
empresa que se vuelve internacional se desarraiga un poco a medida que crece la
escala de sus operaciones externas. En las decisiones de localización de sus
plataformas producción y, bien importante, de sus centros de investigación y
desarrollo e, incluso, de su sede central, su lugar de origen entra a competir
con otros lugares. Por eso la Ciudad, que busca atraer empresas de otros
países, debe también buscar ser atractiva para las nacieron en ella.
Hay que entender que Medellín necesita más de esas
empresas que esas empresas de Medellín. Si desaparecen esas grandes empresas
desparecen también miles de pequeñas y medianas empresas que dependen de la
demanda de aquellas. Esos grupos empresariales internacionalizados, que están
generando miles de empleos profesionales para los chichos de nuestras
universidades, pueden tener sus sedes centrales en cualquier lugar del mundo.
Por supuesto que es problemático un traslado de esa naturaleza, pero no está
fuera del alcance de esos grupos o empresas realizarlo. La movilidad es el
atributo más característico del capital y el capital no es un edificio en la
Avenida las Vegas.
LGVA
Mayo de 2020.
Excelente, el desarrollo y la cura a la pobreza está en la capacidad creativa individual que transforma sociedades mediante la cooperación libre y voluntaria.
ResponderEliminarExcelente. Yo añadiría que un rasgo interesante de la primera fase de la industrialización antioqueña fue el creciente uso de la modalidad de emisión de acciones para la financiación de nuevas empresas. Detrás de esto se encontraba un alto grado de confianza social en las capacidades y honestidad de los líderes empresariales.
ResponderEliminarHola Luis Guillermo. Me gustaría invitarlo a mi podcast. ¿A dónde le puedo escribir?
ResponderEliminar¡Gracias y excelente contenido!