El día del Maestro en confinamiento
y seis propuestas para recuperar la educación pública
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Celebramos el Día del Maestro en confinamiento. Si no
fuera así, probablemente, la FECODE tendría a sus afiliados en huelga desde
hace dos meses y estaría en las calles, con sus aliados de la extrema
izquierda, perturbando la tranquilidad de las personas, destruyendo bienes
privados y públicos y atacando sin piedad a la policía.
La FECODE ha sido lo peor que la ha sucedido a la
educación pública colombiana. Su accionar condujo a la liquidación de la
calidad de la enseñanza y a convertirla en un medio descarado de
adoctrinamiento ideológico. Enseñar mal es criminal y abusar de la posición de
maestro para inculcarle a los niños los errores del socialismo es doblemente
criminal. El País está urgido de recuperar la educación básica y eso pasa por
arrebatarle a los dirigentes de la FECODE el control que ejercen sobre los
maestros y el monopolio educativo. Las propuestas son las siguientes:
1. Lo primero que debe hacerse es aprovechar la próxima
huelga de la FECODE para despojar ese sindicato de su personería jurídica y
proceder a su liquidación. Es afrentoso que ningún gobierno se haya atrevido a
hacerlo, a pesar de que la FECODE, cuando le place, pasa por encima de la
prohibición constitucional a huelga en los servicios públicos esenciales.
2. Lo segundo es formular desde una perspectiva liberal
los principios que deben regir la educación pública en Colombia. Hay que buscar
implantar una escuela nacional, única y laica. Nacional, para que en ella se
promuevan los valores de la libertad, el orden y la democracia alrededor de los
cuales estamos tratado de construir nuestra nación desde la independencia.
Única, porque todos los centros de enseñanza tendrán el objetivo misional de
alcanzar el más elevado estándar de calidad y porque sus puertas estarán
abiertas a los niños y jóvenes sin distingo de raza, religión o condición
social. El principio de laicidad no será incompatible con la enseñanza
religiosa que se impartirá a solicitud de los padres según su fe.
3. Lo tercero es entender que el carácter público de la
educación significa que está abierta y debe garantizarse a todos y no que deba
ser impartida desde escuelas y colegios de gubernamentales. El subsidio a la
oferta será remplazado por un subsidio a la demanda generalizado para que los
padres puedan escoger la escuela de sus hijos y liberarlos así del monopolio
ominoso de la FECODE.
4. Hay que romper, en cuarto lugar, con el mito de que la
enseñanza primaria y secundaria debe ser impartida por pedagogos
especializados, no en las cosas que enseñan sino en la tal pedagogía. No existe
ninguna ciencia de la pedagogía, allí todo son opiniones y pareceres o, a lo
sumo, prácticas de enseñanza circunstancialmente exitosas. Hay que abrir
escuelas y colegios a profesionales de todas las disciplinas para que enseñen
lo que saben con las prácticas pedagógicas que cada centro educativo se dé
libremente.
5. En quinto lugar, se deben liberar pensiones y
matrículas de suerte que los colegios puedan pagar buenos salarios y atraer
profesores altamente formados, incluso con estudios de posgrado. Se debe
permitir una contratación flexible, incluso por días y por horas, para que
profesionales activos, con gusto por la docencia, puedan dedicar parte de su
tiempo a la enseñanza. El problema del costo de las pensiones y matrículas se
debe encarar desde el subsidio a la demanda, no con el control de precios como
se hace ahora.
6. Se deben implantar exámenes de estado estandarizados
internacionalmente para que dos veces en la primaria y otras tantas en la
secundaria sean evaluados los niños y jóvenes de todas las escuelas y colegios.
Los resultados de esos exámenes se divulgarán masivamente para que alumnos,
padres y profesores pueden evaluar la calidad de los establecimientos y escojan
en consecuencia. Los establecimientos estarán obligados a divulgar en su
información institucional los resultados de esos exámenes.
Garantizar una educación pública de calidad - afincada
en los valores republicanos de la libertad, la democracia y el orden que
definen nuestra nacionalidad- es fundamental para el progreso material de los
colombianos y su emancipación intelectual. Las cosas que propongo no son fáciles
de hacer. Nada que valga la pena lo es en la vida. Sueño con celebrar el
próximo día del Maestro así sea con un pequeño avance en ellas y libre de
confinamiento.
LGVA
Mayo de 2020.
Tiene que ser uno un resentido con la profesión docente, para hablar en los términos que lo hace este señor. Y por ello, es comprensible que lo haga en los términos que plantea estas descabelladas ideas; suponer que FECODE es lo más malo que le ha sucedido a la educación pública?. Será problema de ceguera política, o es la misma concepción de odio impulsada por los áulicos a la caterva del uribismo. No es extraña está postura anacrónica, pues desconoce los logros que en materia de reivindicaciones ha alcanzado está organización: decreto 2277 de 1979; aumento de mayor presupuesto para salud, primeros tres grados a cargo del estado, aumento de mayor presupuesto en educación, salud y saneamiento básico, el cual se ha pauperizado con el acto legislativo 01 de 2001; hacer de la profesión docente un ámbito de crecimiento personal y, no como miserables peones al servicio de un estado que quiere formar mano de obra. En fin, este señor desconoce o pretende demeritar los logros de los maestros, como agentes de Cambio cultural.
ResponderEliminarJuan B. Cortés O.
Jua,jua,jua,jua,jua....
EliminarMaldita escoria uribista
ResponderEliminarMuy buena columna, considero que es muy acertado, y esto funcionará, fecode solo vela por sus intereses con su ideología política creadora de esclavos
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