Desvirtuando a Petro I: el cambio
climático y las energías renovables[1]
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Petro se ha presentado como el adalid de la lucha
contra el cambio climático y promete modificar drásticamente la matriz
energética para contribuir a su mitigación. Su propuesta parece apoyarse en la
idea según la cual Colombia es un gran emisor de gases de efecto invernadero y que
su matriz energética es inadecuada.
Ambas cosas son falsas.
La gráfica 1 muestra las emisiones de CO2 de Colombia,
en toneladas por habitante, en 2014, último año disponible en la base de datos
del Banco Mundial, comparadas con algunos países y agrupaciones seleccionadas. Los datos no dejan lugar a dudas: la
contribución de Colombia a las emisiones totales y por esta vía al
calentamiento global es marginal y su reducción tendría un efecto también marginal,
pero impondría un costo elevado e innecesario a la población. Obsérvese que las
emisiones de Colombia están muy por debajo de las de Dinamarca, el país europeo
que más ha avanzado en la instalación de las fuentes renovables no
convencionales.
Gráfica 1
La matriz energética de Colombia es una de las más limpias
del mundo pues su principal componente es la hidroelectricidad, una energía
renovable y de baja intensidad en carbono. De los 16.420 MW de potencia
instalada, un 70% son hidráulicos, 29% térmicos y 1% cogeneración y eólica. La
solar es mínima y está por fuera del sistema interconectado.
En los países donde las energías renovables no
convencionales, eólica y solar, se han incorporado a la matriz energética es
porque han sustituido generación térmica altamente contaminante, para lo cual
su desarrollo ha recibido considerables subsidios que finalmente son pagados
por el consumidor final.
En efecto, los costos de inversión en instalaciones
eólicas y solares son todavía muy superiores a los de las fuentes
convencionales. La gráfica 2 muestra los costos de inversión promedio de un MW
de capacidad para diferentes tecnologías, estimados por la Unidad de
Planeamiento Minero-Energética en su último plan de expansión.
Gráfico 2
El MW hidráulico es el más costoso, mucho más que el
de la solar, la eólica y la solar distribuida (la de los paneles solares
instalados en los techos de residencias y locales industriales y comerciales).
Pero es aquí donde interviene un concepto que es fundamental: el factor de
planta.
El MW mide la capacidad de generación, ese MW puesto
en operación da la energía producida. Un MW puesto en funcionamiento por la
acción del combustible de cada tecnología durante una hora produce un MW-hora
de energía. El factor de planta mide el tiempo durante el cual la capacidad
instalada puede ser usada en un período dado, típicamente un año.
Como el año tiene 8760 horas, si una tecnología tiene
un factor de planta de 50% significa que el MW estará operativo, es decir,
produciendo energía, durante 4380 horas al año. En consecuencia, su producción
será de 4380 MW-hora. El factor de planta o, lo que es lo mismo, dicho de otra
forma, el tiempo de utilización de la capacidad o potencia instalada depende, principalmente,
de la disponibilidad del combustible.
En la generación térmica, si quienes operan sus
equipos hacen bien su trabajo, el gas, el carbón o el combustible líquido están
disponibles todo el tiempo, razón por la cual los equipos térmicos solo estarían
fuera de operación a causa de los mantenimientos programados o daños
accidentales. En general, el factor de planta de las centrales térmicas se
estima en el 90%, es decir, que su tiempo de utilización en el año es 7884
horas. No quiere decir que las térmicas se utilicen efectivamente todo ese
tiempo. En un sistema hidro-térmico, como el colombiano, se usan mucho menos
por el elevado costo del combustible. De hecho, solo se usan cuando la
hidrología es baja y las centrales hidráulicas no pueden utilizarse a plena
capacidad.
El agua, el sol y el viento son los combustibles de
las energías renovables y su disponibilidad depende en gran medida de
condiciones naturales. La disponibilidad de la generación hidráulica o su
factor de planta es 70%, es decir, su tiempo de utilización promedio es de 6132
horas al año. El factor de planta de la generación solar es 20% y el de la
eólica 30%, en el mejor de los casos. Esto significa que para reemplazar un MW hidráulico
se necesitan 3,5 MW solares o 2,3 MW eólicos. Visto de otra forma, para
reemplazar los 16420 MW del sistema eléctrico nacional por generación solar se necesitarían
57470 MW.
Volvamos al tema del costo. Como el MW hidráulico
instalado tiene un costo de US$ 2,1 millones la capacidad solar requerida para
sustituirlo, 3,5 MW, costaría US$ 3,9 millones, casi un 85% más. Esto sin
considerar el hecho de que la vida útil de una hidroeléctrica supera los 30
años mientras que el de las solares bordea los 20. En todo caso, ese costo
adicional debe ser cubierto de alguna forma: con impuestos o con mayores
tarifas.
Sin duda alguna, a medida que sus costos bajen, las
energías alternativas no convencionales irán penetrando en la matriz
energética. Pero hacerlo ahora y de forma forzada, como pretende Gustavo Petro,
no es ambientalmente necesario, como ya se ha visto, y elevaría el precio de
la electricidad, lo cual afectaría negativamente a los consumidores
residenciales y reduciría la competitividad de la industria.
LGVA
Mayo de 2018.
[1] Este texto el primero de una
serie de cinco en los cuales busco desvirtuar algunos de los planteamientos
programáticos de Gustavo Petro. Lo hago a solicitud de mi hija Sara Helena,
quien cree que su lectura puede contribuir a darle claridad a algunos jóvenes
que, confundiendo elocuencia con conocimiento, están obnubilados por el
discurso del demagogo.
Excelente, muy necesario y oportuno.
ResponderEliminarHola Profesor Luis Velez, muy interesante. Pero seria bueno contemplar una vista mas general del problema. Por ejemplo, el efecto que los gases expulsados por buses Diesel tienen sobre la salud humana y por que la necesidad de pasar a un parque automotor eléctrico goo.gl/pHAEse.
ResponderEliminarSegundo, Ud. compara el precio del MW hidráulico con respecto al solar, pero no hace lo mismo con respecto al térmico, este ultimo es el que se quiere reemplazar. EL MW térmico es hoy en día mas costoso que el basado en solar o eólica goo.gl/sGBLCJ. Por ultimo, no se consideraron las implicaciones de el empleo de la energia hidraulica (claro es renovable), por ejemplo las consecuencias ambientales goo.gl/iNAsmo. Muy buen texto, pero se puede mejorar si incluye las referencias o fuentes. Buen dia.