En
la emergencia de Hidroituango: contigo EPM, ahora y siempre.
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista
No hay obra de ingeniería
más compleja que una hidroeléctrica, grande o pequeña. Un puente es un puente,
una vía es una vía, un túnel es un túnel, etc. Para armar una hidroeléctrica,
que finalmente es un lego gigantesco, hay que hacer puentes, vías, túneles,
edificios, presas, tuberías, etc.; para
incorporar, en esas estructuras o por
medio de ellas, los equipos
electromecánicos - los que producen la energía- que deben ser hechos a la
medida de cada proyecto. Y todo ello en un entorno natural, que a pesar de los
estudios previos guarda mucha incertidumbre, y un entorno social extremadamente
complejo y exigente. Con tantas variables en juego, son muchas las cosas que
eventualmente pueden fallar, algunas de las cuales efectivamente fallan. Ninguna
hidroeléctrica se ha construido completamente de acuerdo a los diseños
originales que siempre deben ser ajustados para adaptarse a situaciones que
solo se evidencian en el terreno.
Con sus 2.400 MW, que equivalen al 15% de la
capacidad instalada del País, y los
37.000 empleos directos e indirectos generados durante su construcción, Hidroituango
es sin lugar a dudas la obra de ingeniería más compleja hecha en Colombia.
Hasta hace unas semanas las cosas marchaban bien y se habían superado numerosos
dificultades. Estábamos a solo 8 meses de poner en funcionamiento los primeros
equipos. Sobrevino entonces la creciente que produjo el taponamiento de los
túneles de desviación durante el proceso de llenado del embalse y llegamos a la
emergencia actual.
Con la decisión de evacuar
el agua del embalse por la casa de máquinas se busca conjurar el peligro de una gran avalancha sobre las
poblaciones aguas abajo del proyecto. Subsiste el riesgo de crecientes por los des-taponamientos
y taponamientos de los túneles de desviación, a causa de la presurización y
des-presurización de los mismos. Los planes de contingencia adoptados y el
sistema de alertas seguramente evitarán que se presenten pérdidas de vidas
humanas, lo que en este momento es la prioridad.
La respuesta de EPM ante la
emergencia es una muestra de la calidad humana y profesional de sus directivos,
funcionarios y trabajadores y ha estado a la altura de la circunstancias. Probablemente
en manos de otro equipo de otra empresa estaríamos ya lamentando una
catástrofe. La fortaleza y determinación
que ahora muestran las gentes de la
Empresa, es la que le ha permitido a EPM
sacar adelante todos los grandes proyectos que hoy suministran energía y
bienestar a todo el País. Ya llegará el momento de evaluar lo acontecido y de
extraer las lecciones. Por lo pronto, hay que apoyar los esfuerzos de los
técnicos y trabajadores de EPM y de las empresas contratistas, que aún a riesgo
de sus vidas, luchan por elevar la presa y poner en operación el vertedero, con
lo que se superaría lo más grave de la emergencia.
Durante muchos años he
trabajado para EPM, directa e indirectamente, he participado en algunas de sus
batallas y las he sufrido todas. Allí conocí a muchos de los profesionales que
más me han enseñado en mi vida y me da confianza saber que ellos son los que
están ahora, con inteligencia y entereza, enfrentando la actual crisis, de la
que con seguridad nuestra Empresa saldrá fortalecida.
LGVA
Mayo de 2018.
Un gran articulo.
ResponderEliminarGracias Profesor.