La
tragedia venezolana y la indignidad de Silvio Rodriguez
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista,
Universidad EAFIT
Nunca creí que Silvio
Rodriguez pudiera hacer algo más vergonzoso que brindar durante décadas su
apoyo servil y mendicante al régimen castrista. Las necesidades de la
subsistencia material o la simple cobardía podían, sino justificar, por lo
menos explicar su comportamiento abyecto de poner su talento al servicio de una
dictadura criminal a cambio de migajas. Con su apoyo a la dictadura asesina
de Maduro, en declaración recientemente publicada
por Al Poniente, Rodriguez se supera a si mismo batiendo con creces su propio
record de indignidad.
Se equivoca la redacción de
Al Poniente al decir, en la presentación de los textos de Rodriguez y de su
corresponsal maduro-chavizta, que el cantante envía un mensaje de apoyo al
pueblo venezolano. Nada más contraevidente y absurdo que esta apreciación. El
pueblo venezolano es el que está en las calles desde hace más de cincuenta días
luchando sin tregua por su libertad. Es el pueblo que ha ofrendado la vida de
más de cincuenta jóvenes cobardemente asesinados por los esbirros del régimen.
Es el pueblo encabezado por María Corina
Machado, Lilian Tintori y decenas de valientes mujeres que día a día desafían inermes las armas de un
ejército deshonrado que asesina a su propio pueblo, con la sistemática
asistencia de los militares y agentes cubanos que no quieren dejarse arrebatar
el control de Venezuela de cuyos recursos petroleros vive parasitariamente
desde hace años el régimen cubano.
Esto último es lo que
realmente está en juego en Venezuela y lo que a la postre explica el apoyo de
Rodriguez al régimen títere de Maduro. Porque Maduro, Cabello, Jaua y toda su grotesca comparsa no son más que títeres
miserables del gobierno castrista y de los generales corruptos que con la ayuda
de los agentes cubanos controlan el ejército. Esa es la tragedia de Venezuela,
la tragedia de un pueblo inerme frente al poder despótico y criminal de un
gobierno extranjero y de unos militares traidores a su patria que mediante una
calculada táctica de asesinato a cuenta gotas están minando lentamente la
capacidad de lucha de los venezolanos. Es a esos asesinos a los que apoya Silvio Rodriguez.
Chávez y Maduro destruyeron
sistemáticamente la capacidad de los venezolanos de generar riqueza, como lo
hicieron los Castro con el pueblo cubano cincuenta años atrás. El
empobrecimiento de Cuba y el de Venezuela no es el resultado de ningún bloqueo
ni de la “guerra económica imperialista” de la que habla el sicópata delirante
de Nicolás Maduro. El empobrecimiento bajo es el socialismo es el resultado de
la destrucción deliberada de lo único que crea riqueza: el espíritu y la iniciativa
empresarial de las personas, que no es otra cosa que la independencia, la creatividad,
el espíritu de aventura, la capacidad de asumir riesgos, el deseo de valerse
por sí mismo, las ganas de experimentar y otras muchas otras cosas que definen
al individuo libre y responsable de sus acciones. La destrucción de todo esto
es el objetivo del socialismo, es en esa destrucción en la que está empeñada la
dictadura de Venezuela para convertir a su pueblo en una masa sumisa, pusilánime
y acobardada que dependa en todo de las dádivas del estado, como ocurre en Cuba.
Es a eso a lo que se opone con coraje inusitado el pueblo venezolano y es eso lo que apoya indignamente Silvio Rodriguez buscando quizás aumentar su porción de las migajas que caen de la mesa de los infames gobernantes de su país que como sus pares venezolanos no se privan de ninguno de los lujos capitalistas que hipócritamente condenan. ¡Gloria al bravo pueblo!
Es a eso a lo que se opone con coraje inusitado el pueblo venezolano y es eso lo que apoya indignamente Silvio Rodriguez buscando quizás aumentar su porción de las migajas que caen de la mesa de los infames gobernantes de su país que como sus pares venezolanos no se privan de ninguno de los lujos capitalistas que hipócritamente condenan. ¡Gloria al bravo pueblo!
LGVA
Mayo de 2017.
Asi es. Realmente no es entiende que un artista que tiene una sensibilidad hacia lo espiritual de la persona, pueda apoyar las burdas maniobras que se hacen en Venezuela.
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