Jean Tirole: la microeconomía aplicada y la
regulación
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista, Docente Universidad EAFIT
El nobel otorgado a
Jean Tirole es el reconocimiento a su trabajo en el campo de la economía
aplicada, una de las tres áreas constitutivas de la disciplina, según León
Walras. La economía pura y la economía social son las otras dos. Tirole
pertenece, en efecto, a una ilustre tradición de economistas franceses que
desde Antoine-Agustin Cournot (1801-1877) y Jules Dupuit (1804-1866), hasta, el
también nobel, Maurice Allais (1911-2010) y su discípulo Marcel Boiteux (1922)
han aplicado el análisis microeconómico al estudio de los monopolios, los
mercados imperfectos y la provisión de bienes públicos con el propósito de
obtener resultados relevantes para su gestión eficiente. Walras mismo dedicó al
asunto en espléndido artículo titulado “El estado y el ferrocarril”.
Organización
industrial es el nombre del área de la microeconomía que estudia la formación
de precios en los mercados imperfectos y la conducta de los agentes que en
ellos intervienen. Tirol es autor de un tratado avanzado sobre el tema[1], como también de uno sobre
teoría de juegos[2],
instrumento fundamental para estudiar los mercados oligopólicos. El enfoque
estándar de este campo – conocido como el paradigma estructura, conducta,
desempeño – fue trazado por los trabajos pioneros de Joe Bain (1912-1991) y Paolo
Sylos Labini (1920-2005), Barries to the
New Competition (1956) y Oligopoly
and Technical Progress (1962), respectivamente.
Durante
años los estudios de organización industrial versaron sobre cuestiones como políticas
de precios, cartelización, barreras de entrada, fusiones, adquisiciones, etc.
en industrias concentradas – automotriz, aviación, aeronáutica, petróleo, etc.-
que operaban, no obstante, en competencia. Cuestiones todas ellas relevantes
para política anti-trust. El desmantelamiento de los monopolios estatales de
los servicios públicos – electricidad, gas, telecomunicaciones, acueducto, etc.
– en los años 80 y 90 dio a los estudios de organización industrial una nueva
orientación vinculándolos con los de regulación económica.
En
efecto, los monopolios estatales de servicios públicos fueron sustituidos por
un número relativamente pequeño de empresas privadas o también estatales
corporatizadas que debían ser reguladas en los precios y calidad de sus servicios.
Esto dio lugar a la aparición de entidades especializadas en la regulación y al
desarrollo de todo un cuerpo de teoría y de procedimientos sobre la forma más
adecuada de regular esas empresas. En este campo es donde Tirole hará sus
mayores contribuciones entre las que se destaca la gran obra, “A Theory of
incentives in procurement and regulation”[3], escrita con su mentor y
maestro Jean Jacques Laffont (1947-2004), quien probablemente estaría hoy
compartiendo el galardón con su discípulo. A la vez libro de texto y programa
de investigación, esta obra se convirtió en la “Carta Magna” de los estudiosos
de la regulación económica del mundo entero. También, por supuesto, de los funcionarios de
las agencias estatales creadas en gran número de países, incluido Colombia,
para regular las empresas de servicios públicos y otras actividades donde el
elevado grado de concentración hace posible el ejercicio de poder de mercado.
La
regulación de la competencia va más allá de la política anti-trust. Ésta
sanciona el ejercicio del poder de mercado y busca evitar, con la
reglamentación de las fusiones y adquisiciones, la emergencia de empresas con
posición dominante. Aquella, por su parte, admitiendo que por diversas
circunstancias son inevitables estructuras de mercado imperfectas, busca
proveer los incentivos para hacer que los monopolistas y oligopolistas se
comporten de la forma más parecida a como lo harían en un mercado competitivo. Las
contribuciones de Tirole y, por supuesto de Laffont, están presentes en los
procedimientos y técnicas regulación adoptadas por las entidades de reguladoras
del mundo entero.
La
competencia perfecta – el santo grial de los economistas – es más bien escasa.
Las imperfecciones abundan. El mejor monopolio, decía Hicks, es el menos
duradero. Sin embargo, las situaciones de monopolio y oligopolio basadas en
circunstancias diferentes a la innovación pueden ser persistentes y duraderas.
Enfrentarlas es una intervención legítima y necesaria de los gobiernos. Pero
esta intervención debe tener un sólido fundamento conceptual y técnico para que
la regulación no sea capturada por los grupos de interés ni dependa del
capricho de los políticos. Ayudar a proveer ese fundamento es la gran
contribución de Jean Tirole.
LGVA
Octubre,
2014.
[1] Tirole, J. (1988). The Theory of Industrial Organization.
MIT Press. Cambridge, Massachusetts
[2] Fundenberg, D y Tirole, J.
(1991). Game Theory. MIT Press.
Cambridge, Massachusetts.
[3]
Laffont, J.J and Tirole J.
(1993). A Theory of incentives in
procurement and regulation. MIT Press, Cambridge,
No hay comentarios:
Publicar un comentario