Petro: el nuevo riesgo para Hidroituango
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
La matriz de riesgos de Hidroituango debe ser
actualizada para incluir en ella el de la posible llegada de Gustavo Francisco
Petro Urrego a la Presidencia de la República. En el programa presidencial, Colombia:
potencia mundial de la vida, divulgado en el portal de
su campaña[1], se encuentra esta
inquietante declaración:
“Revisaremos las
condiciones de riesgo de las centrales hidroeléctricas existentes para proteger
y reparar a las comunidades afectadas, atender los impactos sobre los
ecosistemas naturales y recuperar gradual del ciclo hidrológico”.
Este planteamiento es
particularmente preocupante para una empresa como EPM que tiene 25
hidroeléctricas y una más en construcción, Hidroituango. Los alcances de esas
“revisión”, “protección” y “reparación” pueden ser muy graves. Pueden llevar a
que se impongan nuevas cargas ambientales y sociales que elevarían los costos
de generación. La “recuperación gradual
del ciclo hidrológico” es un enunciado extremadamente ambiguo que puede
significar cualquier cosa, incluso el desmantelamiento de una central.
Recientemente, en
entrevista al programa Los Gustavos, el candidato Petro expresó lo
siguiente:
"Hay que examinar el
tema del embalse, eso lo dijo Quintero también, se tiene que llegar a una
conclusión. ¿Es mejor desembalsar? Yo, sin mucho conocimiento técnico, he
pensado que eso es lo mejor, desembalsar, que ese proyecto realmente
ya no funciona, por acelerarlo por como hicieron los túneles, por
como hicieron el embalse, no parece que lo mejor para el país es que Hidroituango
continúe (..) La plata ya se perdió"[2].
El planteamiento de
Petro, hecho “sin mucho conocimiento técnico”, está en contravía del concepto
dado “con mucho conocimiento técnico” del Informe Pöyry, contratado por EPM por
exigencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Son tres
las principales conclusiones del Informe, a saber:
1.
El abandono del proyecto y
restablecimiento de las condiciones originales no es opción. Independientemente
del gigantesco costo que tendría, esta opción tiene más impactos y riesgos
ambientales que la terminación del proyecto y su puesta en operación.
2.
El proyecto se debe terminar de la
manera más expedita para eliminar, reducir y mitigar riesgos ambientales
existentes. Esto tiene que ver, principalmente,
con el problema de la operación continua del vertedero y su cuenco de
amortiguación que afecta la estabilidad de las obras principales. Para esto es
necesario poner en operación el proyecto lo más pronto posible.
3.
Evitar el cambio de los actores
principales del proyecto. Un eventual cambio
ocasionaría un retraso de un año, como mínimo, aumentando la persistencia de
otros riesgos. Además, "reduce la trazabilidad de la recuperación del
proyecto y hace que se pierda la responsabilidad en el diseño y ejecución de
las obras". Y, lo que no es un detalle menor, “aumentará el costo global
del proyecto”.
El Ingeniero José Hilario
López, en reciente artículo, señala la imposibilidad técnica de la propuesta de
Petro:
“Para desmantelar a
Hidroituango se requiere, antes que todo, disponer de un sistema de desembalse
controlado del represamiento, sistema éste que todavía no existe y que
técnicamente es inviable, considerando la longitud y diámetro de los túneles
requeridos, las condiciones de alta presión bajo las que se deberían construir,
sin precedentes a nivel mundial, así como sus costos exorbitantes, o volver a
desviar las aguas por la casa de máquinas, donde ya se han instalado nuevos y
costosos equipos, casi listos para entrar en operación a mediados del presente
año. Después de desembalsar se entraría a demoler la presa, conformada por un
muro de unos veinte millones de metros cúbicos de material pétreo y arcilloso,
que habría que trasladar y disponer en un sitio adecuado de depósito,
localizado por fuera del cañón del río Cauca, lo que significaría un trabajo de
magnitud casi comparable a la construcción de una nueva presa. Adicionalmente,
para que el río retorne su cauce natural habría que taponar los túneles de
conducción y demás ductos ya construidos”
El problema es que Petro
pertenece a la clase de personas insensibles a los argumentos técnicos que
contradicen sus prejuicios. Adicionalmente, puesto en la presidencia,
dispondría de los medios para ejecutar sus designios dado que la ANLA es una dependencia
administrativa a las ordenes del presidente y que puede, mediante simple
resolución, ordenar la suspensión de la licencia ambiental de Hidroituango.
Los obstáculos técnicos
al desembalse y desmantelamiento de la presa son de tal magnitud y sus costos
tan elevados que es prácticamente imposible que ese despropósito llegue a
realizarse. Sin embargo, no está excluida la suspensión temporal de la licencia
y consiguiente retraso del proyecto, mientras el “nuevo presidente” entiende la
situación y da prueba de la magnitud de su poder, aunque eso ponga en riesgo la
viabilidad financiera de EPM y el suministro eléctrico del todo el País.
LGVA
Mayo de 2022.
Y usted en verdad cree que ese señor o cualquier otro aspirante que no tienen ni medianamente idea del proyecto porque todo se los dice un asesor, tengan como objetivo prioritario acabar, retrasar, dilatar, perturbar y demás fines negativos. Solo quieren llamar la atención, generar polémica!!!
ResponderEliminares el juego más ambiguo de la historia.