Un alivio contra la inflación
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
Mientras no sea productor de petróleo ni pueda
aumentar la producción de alimentos, el Banco de la República, para controlar
la inflación, no puede hacer otra cosa que desacelerar el crecimiento de los
agregados monetarios y para ello es necesario reprimir la expansión del crédito
bancario elevando la tasa repo. Reducir drásticamente su portafolio de deuda pública no es una buena idea, pero meterle unos cuarenta millones de dólares díarios al mercado cambiario durante 3 meses puede ayudar en algo sin un gran riesgo.
Descartado el control de precios, cuya inutilidad está
comprobada hasta la saciedad, el gobierno puede hacer algunas cosas no tanto
para controlar la inflación sino para mitigar sus efectos sobre los
consumidores, en especial los más pobres. Esto se haría aprovechando el margen fiscal
que está dando el alto precio del petróleo, en buena medida responsable de las
presiones inflacionarias.
Son tres las medidas temporales que pueden aplicarse:
1. Supresión del IVA a algunos de los bienes y servicios
de la canasta familiar que lo tienen.
2. Supresión de la parafiscalidad de los servicios
públicos domiciliarios.
3. Adelanto de las devoluciones del IVA.
De los 56 bienes que integran el rubro de alimentos de
la canasta familiar, 36 no tiene IVA, en 6 es de 5% y en los 14 restantes de
19%. Dentro de estos últimos están aceites, grasas, jugos, gaseosas y derivados
lácteos; tienen 5% productos como café, azúcar, chocolate, carnes frías,
cereales y harinas.
En el rubro “Vivienda”, 25 bienes tienen IVA de 19%,
siete de 0%. Dentro de los primeros están productos como jabones, detergentes,
suavizantes, blanqueadores, limpiadores, desinfectantes, ceras, papel de cocina
y otros utensilios de aseo; todos los cuales suponen un gasto más o menos
recurrente. También son recurrentes los gastos en servicios de telefonía,
cerveza, cigarrillos, higiene corporal, higiene y cuidado facial, otros
productos relacionados con el cuidado personal, el corte y el cuidado del
cabello. Todos estos tienen un 19% de IVA.
Los servicios públicos domiciliarios, en especial la
energía eléctrica, tienen una fuerte parafiscalidad que eleva sus precios
considerablemente al consumidor final. Cada kilovatio hora generado se pagan
contribuciones (FAZNI, FAER) que van directamente al precio final de la
electricidad. También podría considerarse una reducción de las contribuciones pagadas
por las familias de estratos altos, que están lejos de ser “ricas” o “privilegias”
y sufren también el embate de la inflación.
La devolución bimensual del IVA de ochenta mil pesos
podría duplicarse y hacerse mensualmente durante los meses de abril, mayo,
junio y julio durante los cuales, de acuerdo con las proyecciones del Banco de
la República, mayores serán las presiones inflacionarias.
Una emergencia económica por un día bastaría para
expedir los decretos-ley necesarios para aplicar las medidas propuestas.
LGVA
Abril de 2022.
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ResponderEliminarSi países como Francia reducen drásticamente gastos de funcionamiento;oficinas publicas atienden por correo electrónico y citas a samanas incluso meses! Colombia debería aumentar la eficiencia de la gestion publica modetnizar la gestión y atención al publico. En ese terreno la corrupción y el clientelismo son un obstáculo monumental, habría que pensarlo
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