Blanca Liliana y
AFINIA
Luis Guillermo
Vélez Álvarez
Economista
Triste y
lamentable la salida de Blanca Liliana Ruiz Arroyave de la gerencia de AFINIA. Su
llegada a ese cargo fue un acierto de Álvaro Guillermo Rendón quien creyó que
ella, partícipe y conocedora al detalle de un plan de negocios elaborado por
los mejores profesionales de EPM, era la persona más indicada para ejecutarlo.
Blanca Liliana gozaba también de toda la confianza de las autoridades
nacionales del sector eléctrico: Ministerio de Minas y Energía, CREG y
Superintendencia de Servicios Públicos. Y no decepcionó las expectativas.
Con la inteligencia,
la determinación y el entusiasmo que le conocen todos los que en EPM y en todo
el sector eléctrico han trabajado con ella, emprendió su tarea y pronto, muy
pronto, empezó a mostrar resultados. Se aumentó el número y la actividad de las
brigadas operativas, 185 circuitos intervenidos con mejoras y adecuaciones y 10
circuitos nuevos instalados, se realizaron podas técnicas en más de ocho mil kilómetros, se
lavaron más de 71.000 estructuras, 1.114 transformadores de distribución renovados,
se ampliaron 7 subestaciones y se puso una nueva en operación. En unos cuantos
meses se realizaron inversiones por más de 257.000 millones de pesos que beneficiaron
a más de 800.000 clientes.
Esa vigorosa
actividad permitió la rápida mejora en la calidad y continuidad del servicio al
reducirse drásticamente la frecuencia y duración de las interrupciones y
disminuir los tiempos de atención de los daños reportados. La mejora en la
calidad del servicio era fundamental para que la empresa ganara legitimidad en
las tareas cruciales de reducción de pérdidas negras, disminución de la cartera
y recuperación del recaudo mediante las estrategias comerciales flexibles y las
mejoras tecnológicas que se empezaron a aplicar.
Los sistemas de
distribución-comercialización colapsan cuando caen en el círculo vicioso de mal
servicio que lleva al fraude y el bajo recaudo lo cual se traduce en menores
recursos para operar y mantener la red lo que deteriora aún más la calidad del
servicio y lleva a más fraude y menor recaudo. Bajo el liderazgo de Blanca
Liliana, AFINIA había roto ese círculo vicioso y se estaba pasando al círculo
virtuoso de mejor servicio, menores pérdidas, mayor recaudo y mejor servicio.
Ciertamente es
mucho lo que falta por hacer para disminuir las pérdidas, aumentar más el
recaudo y reducir aún más la frecuencia y duración de las interrupciones.
Muchos de los frutos de lo realizado en los 10 meses de la gerencia de Blanca
Liliana se cosecharán en el segundo semestre de este año y en el primero del
próximo porque entran en operación importantes obras que se están ejecutando.
Todo mundo
estaba contento con esos resultados: lo estaban los usuarios, con la mejora del
servicio y la pronta y cálida atención de sus requerimientos; lo estaban las
autoridades locales y los líderes comunitarios con quienes se establecieron
sólidas relaciones de confianza pues su concurso era fundamental para el
proceso de recuperación del servicio; lo estaba el mercado eléctrico cuyos
agentes volvieron a confiar en AFINIA vendiéndole energía en el mercado de
largo plazo; lo estaban las autoridades nacionales del sector eléctrico –
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, Comisión de Regulación de
Energía y Gas y Ministerio de Minas y Energía- que seguían con atención lo que
era un proyecto de espacial importancia para el Gobierno Nacional; lo estaba la
Junta Directiva de EPM, que, después de recibir la información directa de lo
realizado, aplaudió la gestión de Blanca
Liliana.
La
Superintendencia presentó la siguiente evaluación del primer trimestre de 2021:
“Afinia presenta
un cumplimiento de metas del 94%. La obras e inversiones realizadas por la
empresa entre enero y marzo de 2021 mejoraron la prestación del servicio a más
de 800.000 usuarios en cuatro departamentos. En sus primeros seis meses de
operaciones Afinia invirtió $ 142.488 millones en los cuatro departamentos donde
opera”
Y, por último,
más no de último, estaban contentos los 1.200 empleados y trabajadores quienes vieron renacer su Empresa bajo el liderazgo de Blanca Liliana que les
transmitía esperanza, confianza, tranquilidad, firmeza, inteligencia,
conocimiento técnico, responsabilidad y, sobre todo, humanidad. Y se lleva la
gratitud y afecto de esos trabajadores porque cuando nadie daba un peso por esa
compañía, Blanca Liliana creyó en ellos.
Tengo que citar uno de los cientos de mensajes que le han enviado los
trabajadores que se duelen de su salida:
“Sra. Blanca
Liliana, quiero confesarle una cosa: nunca ningún líder, gerente intermedio o
gerente general me ha transmitido tanta esperanza y confianza como usted y,
créame, con ninguno me había identificado tanto como con usted, porque si algo
me terminó de confirmar los planes de Dios para con mi vida y mi familia en
esta ciudad, fue cada palabra que salió de su boca y su corazón en estos diez
meses”.
Especial mención
merece la forma transparente como se venían ejecutando todos los proyectos y
programas de la Empresa. Todas las semanas - porque todas las semanas se hacían
cosas y había qué contar- los cuatro gobernadores, los alcaldes de todos los
municipios y decenas de líderes recibían el informe de las acciones adelantadas
por AFINIA en cada departamento.
Pero había gente
que no estaba contenta. Después del abrupto retiro de Álvaro Guillermo Rendón
de la gerencia, se intensificó la hostilidad manifiesta del alcalde de Medellín
y de sus alfiles enquistados en la dirección de EPM. Hicieron todo lo posible por
aburrir a Blanca Liliana y hacerla renunciar. Finalmente, enfrentados a su
sólida determinación, se inventaron un turbio proceso para la selección de
“gerente en propiedad” de AFINIA.
A pesar de las
recomendaciones que se le hicieron de no prestar su nombre en una selección que
se anticipaba amañada, Blanca Liliana consintió en ello pues creía que era su
deber profesional con los usuarios de AFINIA, con EPM y con las autoridades
nacionales que confiaban en ella. Ya sabemos el resultado.
En reemplazo de
Blanca Liliana, llega a la gerencia de AFINIA el señor Javier Lastra Fuscaldo,
un hombre del mundo de la política, quien en junio de 2009 fue despojado de su
investidura de concejal de Bogotá por
violar el régimen de inhabilidades al ejecutar contratos, con recursos
públicos, por más de 7 mil millones de pesos mientras se desempeñaba como
liquidador de Adpostal. En noviembre de 2016, Lastra fue nombrado agente
interventor de Electricaribe. Dos años más tarde, la recién posesionada
Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Natasha Avendaño lo retira
del cargo, de la forma más discreta posible y sin ninguna explicación. Ella
sabrá por qué lo hizo.
Sorprende la
impavidez de la Junta Directiva de EPM, las autoridades nacionales y los entes
de control frente a lo que está pasando en AFINIA, en particular, y en EPM, de
forma más general. Lo que pueden hacer las autoridades de las entidades
territoriales con la dirección de las empresas oficiales tiene límites,
definidos por al artículo 27.5 de la ley 142 de 1994 que a la letra dice:
“Las autoridades
de las entidades territoriales, sin perjuicio de las competencias asignadas por
la ley, garantizarán a las empresas oficiales se servicios públicos el
ejercicio de su autonomía administrativa y la continuidad en la gestión
gerencial que demuestre eficacia y eficiencia. No podrán anteponer a tal
continuidad gerencial intereses ajenos a los de la buena prestación del
servicio”
Es dudoso que lo ocurrido de AFINIA
y el carrusel en el que se ha convertido la gerencia de EPM, se ajusten
remotamente a la letra y al espíritu de esa norma. En fin, cada cual en su
conciencia es el mejor juez del cumplimiento de sus responsabilidades.
En cualquier
caso, Blanca Liliana cumplió con las suyas hasta el último momento, con un
elevado costo emocional y de su propia salud. Esto lo reconocen sus pares
profesionales de EPM y todo el sector eléctrico que saben valorar su gestión y
que hoy la ven salir con una grandeza en la que no hacen mella las infames
componendas a las que se vió sometida.
Felicitaciones
por lo realizado y mucha suerte en las cosas buenas que harás por el sector
eléctrico, por EPM y por el País donde quiera que te coloque el destino.
¡Adelante Monita!
LGVA
Agosto de 2021.
Es un mal olor... Huele a pinturita
ResponderEliminarQuintero todo lo que toca lo daña: EPM, La Fundación EPM, Ruta N, Jardín Botánico, El Inder, Los Buen Comienzo, Aeropuerto Olaya Herrera, La Feria de Las Flores, ..., y lo mas dañino que hace es querer pagar con burocracia dañina favores políticos de sus multicolores "patrocinadores"
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