Emergencia económica y social contra
el COVID-19
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
El 6 de marzo se presentó el primer contagio de
Covid-19. Quince días después van 128 casos confirmados, según el Ministerio de
Salud. En otros países, como Italia y España, a las dos semanas del primer
contagio, los casos se contaban por miles.
Al parecer, las medidas de contención están funcionando, pero es
necesario persistir en las ya adoptadas y, probablemente, adoptar otras más.
El Gobierno Nacional, en buena hora, está asumiendo el
control para impedir que decisiones aisladas de alcaldes y gobernadores pongan
obstáculos a la circulación de mercancías por las carreteras del País. Los retenes,
toques de queda y confinamientos adoptados unilateralmente rompen la cadena de
abastecimiento de todos los colombianos. Las autoridades locales deben entender
que ningún departamento y menos un municipio produce todo lo que necesita para
abastecer a sus habitantes.
El Presidente Duque, en lugar de andar gesticulando y
haciendo alharaca como tantos politicastros que quieren aprovechar la crisis
para aumentar su popularidad, ha tomado el toro por los cuernos declarando la
emergencia económica y social mediante el Decreto 417 del 17 de marzo. La
decisión del Gobierno Nacional está bien sustentada y ojalá lo entienda así la
Corte Constitucional. Es innegable el carácter imprevisible de la crisis
desatada por el Covid-19, las consecuencias devastadoras que tendría y la
imposibilidad de hacerle frente con los mecanismos y los recursos
presupuestales ordinarios. Según proyecciones del Ministerio de Salud, de no
hacer nada, podrían tenerse más de 700.000 casos de contagio entre críticos y
severos, lo que llevaría al colapso del sistema de salud, como ha ocurrido en países
con mayores recursos.
Las medidas delineadas en el Decreto 417 buscan
manejar la crisis atendiendo cinco frentes fundamentales:
·
Minimizar
los contagios para evitar el colapso del sistema de salud.
·
Fortalecer
la infraestructura de atención de clínicas y hospitales.
·
Mantener
la cadena de suministro de alimentos a la población.
·
Ayudar
a la población más vulnerable como los trabajadores por cuenta propia a quienes
las medidas de contención privan de sus ingresos.
·
Mantener
el empleo formal, especialmente en empresas pequeñas y medianas – restaurantes,
comercios, etc.- directamente afectadas por las medidas de confinamiento.
Todo esto cuesta dinero. El Decreto 417 establece de
forma acertada las fuentes de financiación sin ahondar el desequilibrio fiscal
ni agobiar la economía con tributos adicionales:
·
Se
ponen a disposición de la Nación los recursos del Fondo de Ahorro y
Estabilización del Sistema de Regalías (FAE) y del Fondo de Pensiones
Territoriales (FONPET) que suman 14,8 billones de pesos.
·
Se
autoriza la venta de participaciones de la Nación en entidades financieras, lo
que daría recursos por 4 billones de pesos.
·
Se
fortalece el Fondo Nacional de Garantías con los excesos de liquidez de las
entidades nacionales en la banca de segundo piso.
·
Se
contempla la emisión bonos de la Nación con destino a las operaciones de
liquidez del Banco de la República.
Las medidas anunciadas por el Gobierno Nacional van en
la buena dirección y están adecuadamente definidas las fuentes de financiación.
Corresponde al sector privado y a la comunidad hacer su parte como ya lo han
venido haciendo algunas empresas e individuos. Entre otras, pueden acometerse
las siguientes acciones:
·
Apoyar
con donaciones el fortalecimiento de la capacidad operativa de clínicas y
hospitales, como ya lo hizo un grupo de empresas antioqueñas.
·
Las empresas
deben hacer todos los esfuerzos por mantener el empleo formal. Esto se puede
facilitar permitiendo la reducción temporal de salario nominal y de las contribuciones
para-fiscales sobre la nómina.
·
Todas
las empresas que puedan hacerlo deben adoptar el teletrabajo.
·
Las
familias pudientes deben evitar el acaparamiento de productos y mantener los
empleos permanentes y temporales de servicio doméstico. También en este caso se
puede facilitar autorizando reducciones transitorias de las remuneraciones.
·
Crear
redes de apoyo a los vendedores ambulantes y personal de servicio por cuenta
propia (plomeros, electricistas, etc.) para
suminístrales ayuda en especie o en dinero.
·
Apoyar
a los adultos mayores realizando sus compras y otras diligencias para evitarles
los desplazamientos fuera de su hogar.
·
Los
supermercados, tiendas, plazas de mercado y todos los distribuidores de
alimentos y suministros domésticos deben limitar las compras excesivas.
·
Todos
debemos acatar las medidas de aislamiento y confinamiento voluntario dispuestas
por las autoridades y las medidas de auto-cuidado.
Aunque la
crisis persiste, ya hay signos cada vez más claros, provenientes de otros
países donde el contagio se inició hace más tiempo, de que se avanza cada vez
más en el manejo clínico de la enfermedad y en el desarrollo de una vacuna. Es
preciso mantener la esperanza y la calma para superar una crisis de la que
saldrán fortalecidas nuestras familias, nuestras empresas y todos como sociedad.
LGVA
Marzo de 2020.
Indudablemente es un muy buen analisis y muy importante resaltar, como muy bien lo haces, que debe ser una politica nacional coherente y producto de analisis.
ResponderEliminarExcelente...
ResponderEliminarProfe. EN. mi humilde opinion y con los hechos que pasaron en Bogota - LA Modelo - Se nos viene una serie de efectos colaterales, que hay que manejarlos y mitigarlos. LA verdad vamos 24 -2 , Por duro que suene. Como se va a alimentar la poblacion , TODA , nos es aislándonos totalmente. Asi nos nos alimentamos. Se debe de buscar un nuevo orden social , un nuevo contrato social, donde entendamos que tenemos que trabajar para poder vivir. Tendremos que entender que mientras descubren la cura y el tratamieto se debe volver a prender la maquina economica. Debemos ir a trabajar pero cuidándonos. Las empresas textiles a producir tapabocas y demas. Las licoreras a producir alcohol ........... Evitando estar cerca unos de otros.....Evitando todo contacto social no necesario, Como van a vivir los trabajadores de la construcción si no es con construyendo.......................
ResponderEliminarDurante un tiempo los empresarios que puedan mantendrán sus nominas pero temprano que tarde se les agotaran los recursos.
Muy de acuerdo contigo, Alejandro. Yo no creo que podamos parar la economía más de 4 ó 5 semanas. Depués del confinamiento draconianos, debemos adoptar medidas que permitan el funcionamiento de la economía.
EliminarSeria muy bueno que todas las empresas pudieran implementar el teletrabajos colombia, sin duda es una forma muy buena de empezar a trabajar en estos tiempos.
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