¿9.7 millones de toneladas de comida perdida?: Cifra Imposible.
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista, Universidad EAFIT
El
director del Departamento Nacional de Planeación reveló recientemente los resultados de un
estudio según el cual en el País se estarían desperdiciando 9,76 millones de
toneladas de comida, una tercera parte de la oferta disponible. Esta cifra, que
con razón ha provocado la reacción indignada de las gentes de buena voluntad, tiene
un solo problema: es imposible. Veamos.
En la
página del DNP aparece una gráfica donde se desglosa la comida desperdiciada en
varios rubros. Según esa información, anualmente se pierden 6.1 millones de
toneladas de frutas y verduras; 2,4 millones de raíces y tubérculos; 772 mil de
cereales; 269 mil de cárnicos; 148 mil de granos; 50 mil de pescado y 29 mil de
lácteos. El grueso del problema está en los dos primeros rubros de los que se
estarían perdiendo 8.5 millones de toneladas. Basta pues con referirse a ellos.
La
Encuesta Nacional Agropecuaria del DANE de 2014 indaga por la producción anual
de 37 productos. No están allí ni el arroz ni la caña de azúcar cuya
información se recolecta al parecer por otros instrumentos. Dejando de lado el
café, el tabaco, el algodón y la caña panelera, los 33 productos restantes de
la ENA se agruparon en tres categorías, a saber: frutas y verduras, de las que
se produjeron 4.239.412 toneladas; raíces y tubérculos, con una producción de
2.367.035 toneladas y granos con una producción de 891.979 toneladas. La tabla
1 presenta los resultados y los compara con las estimaciones de pérdidas del
DNP. Definitivamente las cosas no cuadran: en frutas y verduras la pérdida es
un 43% superior a la producción y en raíces y tubérculos es prácticamente
igual. La única cifra que tiene algún sentido es la de granos.
Tabla 1
En
raíces y tubérculos están incluidos la papa y la yuca, solamente. Pero es
dudoso que la arracacha y el ñame alcancen un volumen que dé sentido a las
cifras del DNP. En frutas y verduras
están incluidos los siguientes productos: arveja, cebolla cabezona, cebolla
larga, tomate, zanahoria, hortalizas, banano doméstico, mango, naranja,
plátano, aguacate, curaba, granadilla, guanábana, guayaba, limón, lulo, mandarina,
maracuyá, mora, papaya, piña, pitahaya, tomate de árbol y otras frutas.
Las
cosas no mejoran, por el contrario, empeoran cuando se tienen en cuenta las
importaciones y exportaciones para estimar la oferta disponible. De las
estadísticas de comercio exterior del DANE se toman los datos de importaciones
y exportaciones según la clasificación central de producto. Son los cuadros 9A
y 11, respectivamente. Interesan dos agrupaciones: “legumbres, hortalizas,
raíces y tubérculos”, de una parte; y “frutas y nueces”, de la otra. Estas
agrupaciones no coinciden con las empleadas en el estudio del DNP, pero sí en
el agregado. La tabla 2 muestra los resultados. Al considerar el comercio
exterior, la oferta disponible de alimentos – frutas, verduras, raíces,
tubérculos – es de 6.162.209 toneladas en tanto que las pérdidas son de
8.500.000 toneladas. Se estarían perdiendo 2.3 millones de toneladas por encima
de la oferta disponible.
Tabla 2
El
dato resultante de oferta disponible de la tabla 2 parece tener bastante
sentido. Para unos 49 millones de habitantes que puede ser la población del
País, se tendría una oferta disponible anual de 126 kilos por habitante.
FEDEPAPA estima el consumo per cápita de este tubérculo en 60 kilos anuales. Si
asumimos como cierto ese dato, quedan 66 kilos.
En la
página de Ministerio de Agricultura hay una nota titulada “En Colombia 35% de
las personas no consumen frutas y 70% no consume hortalizas diariamente”. Esa
noticia daba cuenta del 1er Congreso Nacional de Promoción al Consumo de Frutas
y Hortalizas, realizado en julio de 2015. En dicho evento, el presidente de la
junta directiva de ASOHORFRUCOL señaló que “según la OMS la ingesta diaria
mínima de consumo de productos hortifrutìcolas es de 400 gramos, Colombia está
en 100 gramos”. Si esto es verdad, el
consumo anual per-cápita de frutas y verduras sería de unos 36 kilos. Quedan 30
kilos.
En
esos 30 kilos está incluida la yuca que tiene muchos usos industriales. Si
asumimos un consumo per cápita de yuca de 5 a 10 kilos anuales, quedaría una
pérdida per cápita de entre 25 y 20 kilos. Las pérdidas estarían pues entre un
16% y un 20% de la oferta disponible. Es decir, entre 1 y 1.25 millones de
toneladas anuales.
LGVA
Marzo
de 2016.
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