La canasta familiar y el gasto en salud de los
colombianos
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
La canasta familiar está
conformada por los bienes y servicios cuyos precios sigue periódicamente el
DANE para calcular la variación del índice de precios al consumidor (IPC) o la
mal llamada inflación. No están allí todos los bienes y servicios disponibles
en el mercado ni los que están tienen la misma importancia.
La canasta – los bienes y
servicios que la conforman y sus ponderaciones – se define a partir de la
Encuesta Nacional de Presupuestos de los hogares (ENPH), que el DANE realiza
cada diez años. La última se realizó entre julio de 2016 y julio de 2017 y la
canasta resultante entró en vigencia en 2018. Se incluyen los bienes y
servicios que consumen la mayoría de los encuestados y en los que gastan una
fracción significativa de su ingreso. La porción de ingreso que en promedio
gastan los encuestados define la ponderación que tendrá cada ítem en el período
de vigencia de la canasta.
Los 443 bienes y servicios de
la canasta familiar de 2018 se distribuyen en las 12 divisiones que se muestran
en la tabla donde se indica la ponderación o peso de cada una de ellas.
Llaman la
atención de inmediato las ponderaciones increíblemente bajas de las divisiones
educación ( 4,41%) y salud (1,71%), como quiera que dicha ponderación equivale a
lo que efectivamente gasta de su ingreso la familia colombiana promedio en cada
división y no al valor de los bienes y servicios que consume de esa categoría. Esa
baja ponderación refleja la importancia de los subsidios, en caso de los
servicios públicos domiciliarios, o de la gratuidad casi total en los de educación
y salud.
En la canasta
de 2018 salieron de la división salud los servicios de cardiología, ginecología
y traumatología, los exámenes bacteriológicos, los electrocardiogramas, la
hospitalización y el servicio de ambulancia. No quiere eso decir que la gente no haga uso de ellos; la salida de esos rubros significa
que la mayoría de los colombianos no tienen que pagar por ellos o paga poco de
su propio bolsillo, ya que están incluidos en los planes obligatorios de salud o
en los seguros voluntarios.
Están incluidos
en la división salud las cuotas moderadoras a las EPS y los seguros médicos y los
de accidentes y la medicina prepagada. También están las consultas particulares
con médicos diversas especialidades, los servicios odontológicos y los exámenes
y pruebas clínicas particulares. En la división salud de la canasta de 2018 se
incluyeron los jarabes
homeopáticos para la tos, las curitas, las bolsas de agua caliente, las pruebas
de embarazo, las consultas homeopáticas y los tratamientos de acupuntura.
La canasta
familiar vigente en 1988 tenía cuatro agrupaciones: alimentos, vivienda,
vestuario y misceláneo. En esta última agrupación había rubros como esparadrapo,
expectorantes, laxantes, purgantes, anticonceptivos, antidiarreicos y hospitalizaciones
que se suponen recogían lo referente a la salud.
La salud
aparece por primera vez de manera explícita dentro de las agrupaciones de la
canasta familiar en la adoptada en 1989, con el nombre de “Productos farmacéuticos
y asistencia médica”, con una ponderación de 4,1%. En la canasta de 1998 la
ponderación en 3.96% y 2,43% en la de 2008.
Como la
ponderación en la canasta de 2018 es 1,71%, se concluye que el colombiano promedio
paga de su propio bolsillo por los servicios de salud menos de la mitad de lo
que pagaba a principios de los 90, antes de la adopción de los sistemas de aseguramiento de la ley 100. Visto de otra forma, el gasto en salud
hoy es prácticamente igual al gasto en alcohol, tabaco y estupefacientes.
LGVA
Octubre de
2021.
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