La emisión monetaria y la parábola de Pedro, Juan, el banco
y el gobierno
(A propósito de las propuestas de Petro, Fajardo,
Navarro y demás luminarias de la izquierda colombiana)
Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista
“Aunque
el príncipe tenga el poder de sellar la moneda por la utilidad común, sin
embargo, él mismo no es dueño o propietario de la moneda de su principado. La
moneda es instrumento equivalente para permutar riquezas naturales (…) Así
pues, en sí misma es posesión de aquellos a quienes pertenecen las riquezas de
ese tipo. (…) la moneda no es sólo del príncipe (…) podría el príncipe adquirir
para sí dinero ajeno (…) recibiría monedas de buen peso y entregaría monedas de
peso mutilado por el tiempo. (…) Todo cambio de moneda (…)
implica falsedad y decepción, y no puede corresponder al príncipe (…) en tanto
que el príncipe obtiene lucro de ello, es forzoso que la comunidad misma sufra
daño. Y todo lo que el príncipe hace en daño de la comunidad es injusticia y acción
tiránica (…) Y si tal príncipe dijera, tal como suelen mentir los tiranos, que
él convierte tal lucro en utilidad pública, no se le puede conceder crédito, ya
que por esa misma razón él podría privarme de mis ropas y decir que tiene
necesidad de ellas por el bien público”
(Nicolás
Oresme, Tratado de la primera invención de las monedas, Siglo XIV)
La emisión monetaria como solución salvadora de las
dificultades económicas ejerce, desde siempre, una increíble seducción sobre
las mentes perezosas. No basta que se recuerde la experiencia de los gobiernos
que siguiendo esa ilusión han destruido las economías de sus países; los
políticos colombianos, secundados por economistas mal entrenados, insisten en invocarla. A esas mentes perezosas está dedicada esta
parábola.
El empresario Pedro llega a su banco y solicita un
crédito. Evaluadas las garantías de pago, el banco se lo otorga, le abre una
cuenta corriente y le entrega una tarjeta que le permite hacer retiros en los
cajeros automáticos o hacerle traslados a terceros en pago de los bienes y
servicios que le suministran. Esta es una historia trivial que está ocurriendo
todos los días, pero detenerse en ella permite develar los “secretos” de la emisión
monetaria que no son otra cosa que los de los registros contables de los dos
agentes involucrados en la operación: Pedro y su banco.
Como el banco otorgó un crédito, en su activo registra
una cuenta por cobrar a Pedro y, al mismo tiempo, en su pasivo registra el
depósito en la cuenta corriente de este. Por su parte, Pedro registra en su
pasivo la cuenta por pagar al banco y en su activo el depósito en su cuenta
corriente. La tabla 1 muestra las operaciones contables correspondientes.
Tabla 1
La moneda nominal se crea
siempre mediante una operación de este tipo. La moneda nominal es a la vez un
activo y un pasivo, tanto para el banco como para Pedro, es decir, que Pedro le
debe al banco lo que el banco le debe a él y viceversa.
Pedro sale al mundo y compra a
Juan recursos productivos – trabajo, tierra, capital productivo – para
combinarlos y obtener bienes y servicios; y paga haciendo una transferencia de
su cuenta corriente a la de Juan. Veamos las operaciones contables a las que
esta transacción da lugar.
La cuenta corriente de Pedro
queda en cero; pero, evidentemente, su deuda con el banco se mantiene porque
aún no ha pagado. En la cuenta corriente de Juan aparecen los 100 que antes
tenía Pedro, con la diferencia de que para Juan esos 100 son un activo neto
porque los ha recibido en contra partida de un activo real: los recursos
productivos puestos a disposición de Pedro. En la contabilidad del banco
permanece, evidentemente, la acreencia sobre Pedro y aparece la cuenta
corriente de Juan con un saldo de 100. La tabla 2 muestra los registros contables
de los tres agentes.
Tabla
2
Como la operación productiva
fue exitosa, los bienes y servicios producidos por Pedro llegan al mercado
donde son comprados por Juan, quien, evidentemente, paga con su cuenta
corriente. La cuenta corriente de Juan queda en cero y a la de Pedro retornan
los 100. La contabilidad de los agentes la muestra la tabla 3.
Tabla
3
Luego, como buen cliente,
Pedro paga al banco su acrecencia con los recursos de su cuenta corriente que
queda en cero, al igual que las demás cuentas. La contabilidad de Pedro y el
banco es la que aparece en la tabla 4 y el proceso puede reiniciar.
Tabla
4
Lo que ocurre con Pedro, Juan
y el banco es lo que está pasando todo el tiempo en las economías monetarias
modernas. La moneda se crea y se destruye de forma permanente en el proceso de
transportar los bienes y servicios reales. La moneda no es la riqueza, es el
vehículo que la transporta. La moneda nominal se crea de la nada por una
operación contable de doble signo y se destruye en operación simétrica de signo
contrario.
Imaginemos que en la operación
inicial en lugar de 100 se hubieran emitido 200 unidades de moneda. ¿Qué habría
pasado? Nada desde el punto de vista de la producción real porque por el solo
hecho de que haya más moneda Juan no puede poner a disposición de Pedro más
recursos productivos y este no puede obtener de estos más bienes y servicios
finales que los que permite la tecnología existente. Y si son 50 tampoco
cambian las cosas.
Dado que la moneda es el
vehículo que transporta los bienes y servicios, en un vehículo de 200 unidades
monetarias irían más holgados, por así decirlo, tendrían precios nominales más
altos. Si son 50, los bienes y servicios viajan más estrechos, es decir, con
precios nominales más bajos.
En un momento dado la cantidad
de moneda que circula en la economía y el nivel de precios nominales a ella asociado, es completamente irrelevante desde el punto de vista de la economía
real. Una economía estacionaria podría funcionar con cualquier cantidad de
moneda como también podría hacerlo una en la que la oferta monetaria creciera
exactamente al mismo ritmo en que lo hace una producción real que tenga siempre
la misma composición.
El problema son las
variaciones en el ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero y la forma como
se introduce en la economía el dinero adicional.
No hay sino dos formas de
introducir dinero en la economía: creándolo para los empresarios o creándolo
para el gobierno. El dinero se crea para el gobierno de la misma forma que se
crea para las empresas: mediante una operación contable de partida doble que lo
saca de la nada.
Supongamos que el gobierno
obtiene del banco un crédito de 50, adicional al crédito de 100 otorgado a
Pedro.
La tabla 5 presenta las
operaciones de creación de dinero para Pedro y el gobierno. Además de la cuenta
por cobrar a Pedro, en el activo del banco aparece una cuenta por cobrar al
gobierno y en su pasivo, además de la cuenta corriente de Pedro, aparece la
cuenta corriente del gobierno. También se puede suponer que en lugar de las
cuentas corrientes que a lo que aparece en el pasivo del banco se le llama
“billetes y monedas en circulación”, como en el balance del Banco de la
República.
Tabla
5
Exactamente como antes de la
aparición del gobierno, Pedro sale a la economía real y compra a Juan recursos
que empleará en sus actividades productivas. Como el gobierno no es empresario
no compra nada a Juan.
La tabla 6 muestra los saldos
del balance de los protagonistas después de la transacción de compra de
recursos productivos. La cuenta corriente de Pedro queda en ceros, pero
mantiene su deuda en el banco. Juan tiene 100 en su cuenta corriente pero no le
debe nada al banco porque los obtuvo en una transacción real. La posición del
gobierno no ha cambiado.
Tabla
6
Una vez más Pedro es exitoso
en su actividad productiva y lanza al mercado los bienes y servicios finales
producidos con los recursos productivos comprados a Juan.
Pero hay un hecho novedoso:
del lado de la demanda aparece un nuevo comprador, el gobierno, que no ha
vendido nada en el mercado de recursos productivos pero que tiene un poder de
compra creado de la nada por el banco.
Pedro recibe en su cuenta
corriente 150 provenientes de las cuentas corrientes de Juan y el gobierno que
quedan en ceros. Después de la transacción, los balances de los agentes quedan
como se presenta en la tabla 7.
Tabla
7
Examinemos en detalle lo
ocurrido. Pedro ha vendido la totalidad de los bienes y servicios por 150: a
Juan 100 y al gobierno 50. Sin embargo, el desafortunado Juan solo ha recibido
2/3 los bienes y servicios que recibía antes de que apareciera el gobierno en
escena. Es decir, Juan ha sido expropiado por el gobierno que, sin aportar
recursos productivos, se queda con 1/3 de la producción de bienes y servicios finales.
Esta expropiación se ha producido mediante el alza en los precios nominales de
los bienes y servicios.
Como antes, Pedro, responsable
con sus obligaciones financieras, paga al banco el crédito inicial de 100, pero
su cuenta corriente ha quedado con un saldo neto de 50. Los balances de los
agentes después de que Pedro cancela su acreencia se muestran en la tabla 8.
Tabla
8
La forma en que se reanude el circuito
económico dependerá de lo que el gobierno quiera hacer con su deuda con el
banco. Si decide pagarla, no puede hacerlo sino apropiándose de la cuenta
corriente de Pedro, es decir, cobrándole un impuesto. Aunque odiosa, esa sería
la mejor salida. Como el nivel de precios se ha elevado a hasta 150, Pedro
tendrá que pedir un crédito de 150 para reanudar el circuito.
Pero es posible que el
gobierno decida continuar "ayudándoles a los pobres" y no pagarle al banco. Para
ello tendrá que pedirle un nuevo crédito al banco por no menos de 50 unidades
monetarias. Así las cosas, el circuito económico se reanuda con los balances
presentados en la tabla 9.
No es necesario referirse a las
transacciones de los mercados de servicios productivos y de bienes finales que
se siguen, el lector puede hacerlo por su propia cuenta.
Las cosas pueden continuar
indefinidamente en términos nominales mientras que la economía real se
deteriora progresivamente porque, como los seres humanos no son piezas de
ajedrez que el gobierno pueda mover a voluntad sin provocar reacción alguna, ocurrirán
las siguientes cosas:
·
Juan, cansado de la expropiación persistente,
seguramente renunciará a vender sus recursos productivos a Pedro y se los
llevará a otro lugar. Sacará su capital del país y es probable que él mismo
emigre para huir del expolio.
·
Pedro también se cansará de lidiar con una
moneda cada vez más depreciada, reducirá su nivel de actividad y, muy
seguramente, conjuntamente con Juan, buscarán una moneda diferente, de valor
estable, para realizar las menguadas transacciones que se necesitan para lo más
básico.
En fin, el gobierno
enloquecido continuará saqueando al banco mientras la economía real se destruye
y la gente se hace cada vez más miserable. Seguramente también tratará de
obligar a Pedro y Juan a producir, convirtiéndolos en miserables esclavos. Tristemente, eso es lo que viene ocurriendo en Venezuela desde hace más de 20 años.
LGVA
Enero de 2021.
Estimado Luis Guillermo, como siempre muy buena y bien escrita clase. Solo sugeriría al final, decirles que miren a Venezuela, donde el ejercicio se viene aplicando hace varios años
ResponderEliminarGracias Diego, un poquito de teoría monetaria básica. Seguiré tu recomendación.
EliminarEl Banco de la República inyectó 40 billones de pesos entre marzo y agosto de 2020. Eso es 35% de M0 y 7% de M3. Aún así esto no disparó la inflación.
ResponderEliminar¿Cómo explica esto su perspectiva monterista? Ahh, tasas de interés cercanas a 0% y trampa de liquidez. Seguramente argumentará que no tenemos una moneda fiduciaria. Sin embargo, la confianza internacional no cayó a niveles insostenibles.
Trate de hacer un esfuerzo de abstracción y reflexión teórica y entenderá que la conclusión analítica del artículo es irrefutable. Su "argumento" empírico es equivalente a decir que Newton está equivocado porque hay millones de manzanas que no se han caído de los árboles.
EliminarPor supuesto la conclusión del artículo es irrefutable. El problema es que 'la parábola' no corresponde al escenario en el que estamos. Esto no quiere decir que la propuesta de Petro sea recomendable, pero una perspectiva tan cerrada contradice reflexiones como las de Paul Krugman, Joseph Stiglitz o incluyo Lawrence Summers después de la crisis de 2008.
EliminarLo que muestra la "parábola" es que por no estar vinculada al precio de ninguna mercancía (patrón oro) o al de otra moneda (patrón dólar- tipo de cambio fijo) la moneda puede crearse de forma ilimitada. No tiene que mencionar esas luminarias de la economía. Cualquier economista sabe, aunque eso sea lo único que sepa, que en una recesión profunda una política monetaria expansiva es necesaria. Hayek mismo lo dice en Precios y producción.
EliminarLo del control monetario para manejar el ciclo económico es una trivialidad. Lo que es importante es la regla que se siga para hacer esa expansión-contracción según la fase del ciclo. El Banco de la República de Colombia y muchos otros bancos centrales siguen la llamada Regla de Taylor. Lo importante es que se dé a la oferta monetaria un manejo fundamentalmente técnico. Es por eso que, en buena hora, se consagró el la Constitución del 1991 la independencia del Banco. La emisión de la que habla Petro consiste simplemente que el Banco le dé a la Nación crédito directo, sin mediación del mercado de capitales. Para hacerlo es necesario el voto unánime de la Junta. Eliminar este prohibición constitucional como lo quiere Petro me parece muy peligroso para el País. Hacer eso, con Petro como presidente, sería como entregarle a un niño de 5 años un bisturí para que opere con los ojos vendados.
La razón por la que no hay inflación es porque en la coyuntura hay un choque negativo de demanda muy fuerte, más grande que el choque de oferta inicial por el cierre temporal de la economía. En este contexto, la velocidad de circulación del dinero creo que se vuelve más relevante y podría justificarse una "emisión" mientras haya capacidad instalada no utilizada e inventarios "demandables" dadas las restricciones sanitarias. Solo por un ratico.
EliminarUna gran columna, bien escrita y contundente. Como estudiante de Ciencias Políticas en formación estoy muy interesado en estos temas. Entraré con frecuencia a este blog para leer estos contenidos.
ResponderEliminarGracias por la explicación, sin embargo me gustaría saber que pasaría si el gobierno ofreciera el dinero prestado a los empresarios a modo de subvención, con el fin de que estos compraran recursos para alguna actividad productiva que genere valor, como lo hizo Pedro, y no para adquirir bienes y servicios...
ResponderEliminarSi no estoy mal, el señor Petro propone que el dinero emitido llegue a las manos de microempresarios para que estos adquieran recursos y reactiven la economía, más no piensa ofrecer ese dinero a la población en general para aumentar consumo de bienes y servicios.
Gracias por aclarar mi duda
Igualmente, en su ejemplo los efectos parecen verse materializados a largo plazo, pero si la medida no es permanente, sino transitoria, y dado el contexto cercano a la deflación por el que atraviesa Colombia, ¿los impactos de tal política de emisión nonserian menos graves?
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