lunes, 16 de agosto de 2021

Blanca Liliana y AFINIA

 

Blanca Liliana y AFINIA

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista

 

Triste y lamentable la salida de Blanca Liliana Ruiz Arroyave de la gerencia de AFINIA. Su llegada a ese cargo fue un acierto de Álvaro Guillermo Rendón quien creyó que ella, partícipe y conocedora al detalle de un plan de negocios elaborado por los mejores profesionales de EPM, era la persona más indicada para ejecutarlo. Blanca Liliana gozaba también de toda la confianza de las autoridades nacionales del sector eléctrico: Ministerio de Minas y Energía, CREG y Superintendencia de Servicios Públicos. Y no decepcionó las expectativas.

Con la inteligencia, la determinación y el entusiasmo que le conocen todos los que en EPM y en todo el sector eléctrico han trabajado con ella, emprendió su tarea y pronto, muy pronto, empezó a mostrar resultados. Se aumentó el número y la actividad de las brigadas operativas, 185 circuitos intervenidos con mejoras y adecuaciones y 10 circuitos nuevos instalados, se realizaron podas técnicas en más de ocho mil kilómetros, se lavaron más de 71.000 estructuras, 1.114 transformadores de distribución renovados, se ampliaron 7 subestaciones y se puso una nueva en operación. En unos cuantos meses se realizaron inversiones por más de 257.000 millones de pesos que beneficiaron a más de 800.000 clientes.



Esa vigorosa actividad permitió la rápida mejora en la calidad y continuidad del servicio al reducirse drásticamente la frecuencia y duración de las interrupciones y disminuir los tiempos de atención de los daños reportados. La mejora en la calidad del servicio era fundamental para que la empresa ganara legitimidad en las tareas cruciales de reducción de pérdidas negras, disminución de la cartera y recuperación del recaudo mediante las estrategias comerciales flexibles y las mejoras tecnológicas que se empezaron a aplicar.

Los sistemas de distribución-comercialización colapsan cuando caen en el círculo vicioso de mal servicio que lleva al fraude y el bajo recaudo lo cual se traduce en menores recursos para operar y mantener la red lo que deteriora aún más la calidad del servicio y lleva a más fraude y menor recaudo. Bajo el liderazgo de Blanca Liliana, AFINIA había roto ese círculo vicioso y se estaba pasando al círculo virtuoso de mejor servicio, menores pérdidas, mayor recaudo y mejor servicio.

Ciertamente es mucho lo que falta por hacer para disminuir las pérdidas, aumentar más el recaudo y reducir aún más la frecuencia y duración de las interrupciones. Muchos de los frutos de lo realizado en los 10 meses de la gerencia de Blanca Liliana se cosecharán en el segundo semestre de este año y en el primero del próximo porque entran en operación importantes obras que se están ejecutando.

Todo mundo estaba contento con esos resultados: lo estaban los usuarios, con la mejora del servicio y la pronta y cálida atención de sus requerimientos; lo estaban las autoridades locales y los líderes comunitarios con quienes se establecieron sólidas relaciones de confianza pues su concurso era fundamental para el proceso de recuperación del servicio; lo estaba el mercado eléctrico cuyos agentes volvieron a confiar en AFINIA vendiéndole energía en el mercado de largo plazo; lo estaban las autoridades nacionales del sector eléctrico – Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, Comisión de Regulación de Energía y Gas y Ministerio de Minas y Energía- que seguían con atención lo que era un proyecto de espacial importancia para el Gobierno Nacional; lo estaba la Junta Directiva de EPM, que, después de recibir la información directa de lo realizado,  aplaudió la gestión de Blanca Liliana.

La Superintendencia presentó la siguiente evaluación del primer trimestre de 2021:

“Afinia presenta un cumplimiento de metas del 94%. La obras e inversiones realizadas por la empresa entre enero y marzo de 2021 mejoraron la prestación del servicio a más de 800.000 usuarios en cuatro departamentos. En sus primeros seis meses de operaciones Afinia invirtió $ 142.488 millones en los cuatro departamentos donde opera”

Y, por último, más no de último, estaban contentos los 1.200 empleados y trabajadores quienes vieron renacer su Empresa bajo el liderazgo de Blanca Liliana que les transmitía esperanza, confianza, tranquilidad, firmeza, inteligencia, conocimiento técnico, responsabilidad y, sobre todo, humanidad. Y se lleva la gratitud y afecto de esos trabajadores porque cuando nadie daba un peso por esa compañía, Blanca Liliana creyó en ellos.  Tengo que citar uno de los cientos de mensajes que le han enviado los trabajadores que se duelen de su salida:

“Sra. Blanca Liliana, quiero confesarle una cosa: nunca ningún líder, gerente intermedio o gerente general me ha transmitido tanta esperanza y confianza como usted y, créame, con ninguno me había identificado tanto como con usted, porque si algo me terminó de confirmar los planes de Dios para con mi vida y mi familia en esta ciudad, fue cada palabra que salió de su boca y su corazón en estos diez meses”.

Especial mención merece la forma transparente como se venían ejecutando todos los proyectos y programas de la Empresa. Todas las semanas - porque todas las semanas se hacían cosas y había qué contar- los cuatro gobernadores, los alcaldes de todos los municipios y decenas de líderes recibían el informe de las acciones adelantadas por AFINIA en cada departamento.  



Pero había gente que no estaba contenta. Después del abrupto retiro de Álvaro Guillermo Rendón de la gerencia, se intensificó la hostilidad manifiesta del alcalde de Medellín y de sus alfiles enquistados en la dirección de EPM. Hicieron todo lo posible por aburrir a Blanca Liliana y hacerla renunciar. Finalmente, enfrentados a su sólida determinación, se inventaron un turbio proceso para la selección de “gerente en propiedad” de AFINIA.

A pesar de las recomendaciones que se le hicieron de no prestar su nombre en una selección que se anticipaba amañada, Blanca Liliana consintió en ello pues creía que era su deber profesional con los usuarios de AFINIA, con EPM y con las autoridades nacionales que confiaban en ella. Ya sabemos el resultado.

En reemplazo de Blanca Liliana, llega a la gerencia de AFINIA el señor Javier Lastra Fuscaldo, un hombre del mundo de la política, quien en junio de 2009 fue despojado de su investidura de concejal de Bogotá por violar el régimen de inhabilidades al ejecutar contratos, con recursos públicos, por más de 7 mil millones de pesos mientras se desempeñaba como liquidador de Adpostal. En noviembre de 2016, Lastra fue nombrado agente interventor de Electricaribe. Dos años más tarde, la recién posesionada Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Natasha Avendaño lo retira del cargo, de la forma más discreta posible y sin ninguna explicación. Ella sabrá por qué lo hizo.

Sorprende la impavidez de la Junta Directiva de EPM, las autoridades nacionales y los entes de control frente a lo que está pasando en AFINIA, en particular, y en EPM, de forma más general. Lo que pueden hacer las autoridades de las entidades territoriales con la dirección de las empresas oficiales tiene límites, definidos por al artículo 27.5 de la ley 142 de 1994 que a la letra dice:

“Las autoridades de las entidades territoriales, sin perjuicio de las competencias asignadas por la ley, garantizarán a las empresas oficiales se servicios públicos el ejercicio de su autonomía administrativa y la continuidad en la gestión gerencial que demuestre eficacia y eficiencia. No podrán anteponer a tal continuidad gerencial intereses ajenos a los de la buena prestación del servicio”

 Es dudoso que lo ocurrido de AFINIA y el carrusel en el que se ha convertido la gerencia de EPM, se ajusten remotamente a la letra y al espíritu de esa norma. En fin, cada cual en su conciencia es el mejor juez del cumplimiento de sus responsabilidades.

En cualquier caso, Blanca Liliana cumplió con las suyas hasta el último momento, con un elevado costo emocional y de su propia salud. Esto lo reconocen sus pares profesionales de EPM y todo el sector eléctrico que saben valorar su gestión y que hoy la ven salir con una grandeza en la que no hacen mella las infames componendas a las que se vió sometida.

Felicitaciones por lo realizado y mucha suerte en las cosas buenas que harás por el sector eléctrico, por EPM y por el País donde quiera que te coloque el destino. ¡Adelante Monita!

LGVA

Agosto de 2021.

2 comentarios:

  1. Es un mal olor... Huele a pinturita

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  2. Quintero todo lo que toca lo daña: EPM, La Fundación EPM, Ruta N, Jardín Botánico, El Inder, Los Buen Comienzo, Aeropuerto Olaya Herrera, La Feria de Las Flores, ..., y lo mas dañino que hace es querer pagar con burocracia dañina favores políticos de sus multicolores "patrocinadores"

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