domingo, 24 de agosto de 2014

El porvenir de la industria manufacturera y la política industrial


El porvenir de la industria manufacturera y la política industrial

 

Luis Guillermo Vélez Álvarez

Economista, Docente Universidad EAFIT

 

En la septuagésima asamblea de la ANDI, celebrada en Medellín el 14 y 15 de agosto pasados, nuevamente se presentó el catálogo de factores que están afectando negativamente el desempeño de la industria manufacturera: revaluación, contrabando, costos de transporte, precio de la energía, etc. La preocupación expresada no carece de fundamento. En los dos últimos años la industria presentó crecimientos negativos al tiempo que las variaciones positivas registradas en 2010 y 2011 apenas lograron compensar el retroceso del sector en 2009, año en el cual el valor agregado manufacturero cayó en 4,1%.  Entre 2001 y 2007, la industria creció a tasas iguales o superiores a las del PIB (Gráfico 1).

Gráfico 1
 



El gobierno nacional no ha desatendido los clamores de los industriales; como tampoco los desatendieron los gobiernos anteriores. En los últimos años se han adoptado un gran número de medidas de política pública para apoyar la industria plasmadas en no menos de 10 documentos CONPES. Ahora se habla de crear un ministerio de industria que adelante una política industrial. Se argumenta que la Ministerio de comercio exterior, industria y turismo (MCEIT) favorece la agenda comercial en detrimento de la industrial. Aunque la idea del nuevo ministerio no parece haber prosperado, el gobierno nacional se comprometió a darle al MCEIT funciones de ministerio de industria. Esto debe significar que la política industrial será su prioridad. Todo esto es plausible, pero conviene examinar la situación de la industria en perspectiva distinguiendo entre los factores coyunturales que afectan su desempeño y las tendencias de largo plazo que llevan a la reducción y al estancamiento de su participación en el PIB.

La reducción y el estancamiento de la participación del valor agregado manufacturero en el PIB hacen parte del proceso de cambio estructural que enfrentan las economías a medida que aumenta el ingreso por habitante. Al inicio del proceso de industrialización y durante un período más o menos prolongado, la industria aumenta su participación en el valor agregado al tiempo que declina la participación de las actividades primarias. En algún momento el crecimiento de la industria se desacelera, alcanza su máxima participación y empieza a ceder frente al desarrollo del sector de los servicios. Según estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidades para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el patrón internacional indica que esto ocurre cuando la industria representa aproximadamente un 20% del valor agregado y el ingreso por habitante es US$ 14.000[1].  La gráfica 2, tomada de estudio citado, ilustra el patrón general del cambio de la estructura productiva.

Gráfica 2
 



El despegue de la industria colombiana, que se sitúa hacia los años 30, fue más bien tardío no solo con relación a los países desarrollados sino también a países de América Latina como México, Brasil, Chile y Argentina que iniciaron su desarrollo industrial cuarenta años antes[2].  A partir de los años 30, la industria creció a tasas superiores a las del PIB. Según el estudio de Echavarría y Villamizar, la tasa de crecimiento anual promedio de la industria fue de 7,5% frente a 4,7% del PIB, entre 1929 y 1973. A partir de este último año, cuando el valor agregado manufacturero alcanza su máxima participación en el PIB (23,5%), se inicia un proceso gradual de reducción que lleva a que el valor agregado industrial se situé en 18% del PIB hacia 1998-1999. El choque externo de la llamada crisis de fin del siglo contrae abruptamente la industria que en un solo año pierde 3,4 puntos porcentuales de participación en el valor agregado total. Entre 2001 y 2007, la industria crece a una tasa media anual de 5,2% frente a 4,5% del PIB, recuperando levemente su participación en el PIB que llega a 15% en 2007.  En 2008, un nuevo choque externo – la crisis hipotecaria y la recesión que provocó de la que aún no se recupera totalmente el mundo – afecta el desempeño de la industria que en 2008 crece sólo 0,6% y en 2009 cae en 4,1%.  El resto es la historia reciente de la que se hace eco en las reuniones gremiales.

Gráfico 3
 

La política industrial de la que se habla debe tener en cuenta las circunstancias descritas.  El estancamiento y la declinación de la participación de la industria manufacturera hacen parte del proceso de cambio estructural por el que atraviesan todas las economías.  Es posible, como sostienen algunos analistas, que el proceso de desindustrialización colombiano, entendido como la reducción y el estancamiento de la participación de la producción industrial en el PIB, sea relativamente prematuro con relación al patrón internacional. Sin embargo, es claro que sucesivos choques externos lo han acelerado.

La llamada política industrial debe orientarse, en primer lugar, a permitir que la industria supere el efecto de las circunstancias coyunturales que la han afectado y a ayudar prepararla contra las que seguramente se presentarán en el futuro. Aquí lo fundamental es la preservación de los equilibrios macroeconómicos que es lo único que permite la política económica contra-cíclica en presencia de choques externos.  Se debe también buscar que todas las medidas de apoyo directo o indirecto que se adopten sean lo más neutrales que sea posible desde el punto de vista de la rentabilidad de las demás actividades económicas y desde el punto de vista del consumidor. Más concretamente, hay que beneficiar a las actividades industriales con potencial de crecimiento en el mercado mundial, no a las actividades declinantes que sólo pueden subsistir bajo esquema proteccionistas en el mercado local. No es posible volver a los esquemas proteccionistas del pasado que permitieron el desarrollo de industrias débiles incapaces de resistir la más mínima reducción del arancel o la más mínima apreciación de la tasa de cambio.

 

LGVA

Agosto de 2014.

 




[1] ONUDI (2013). Informe sobre el desarrollo industrial 2013. La creación sostenida de empleo: el rol de la industria manufacturera y el cambio estructural. http://www.unido.org/fileadmin/user_media/Research_and_Statistics/UNIDO_IDR13_Spanish_overview_1118_for_web.pdf
 
[2] Echavarría J.J. y Villamizar M. (2007) El proceso colombiano de desindustrialización. http://www.banrep.gov.co/docum/ftp/borra361.pdf
 

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