viernes, 25 de mayo de 2018

Las mentiras de Petro sobre las guerras civiles en Colombia


Las mentiras de Petro sobre las guerras civiles en Colombia

Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista

Durante toda la campaña, Gustavo Petro ha recurrido a la mentira para ganarse el favor de los electores. Ha buscado hacerles creer que la economía colombiana es un fracaso total y que toda nuestra historia está marcada por la violencia. En el debate presidencial del jueves su falseamiento de la historia llegó a la apoteosis cuando afirmó, sin ruborizarse y sin que ninguno de los otros candidatos lo contradijera, que en Colombia habían ocurrido 60 guerras civiles en sus 200 años de vida republicana. Nada más alejado de la verdad.

Durante el siglo XIX hubo, en efecto, 8 guerras civiles generales, de las cuales las más largas y catastróficas fueron la llamada guerra de los Supremos, entre 1839 y 1842, y la guerra de los Mil días, entre 1899 y 1902. Este fenómeno de enfrentamientos político-militares, durante el proceso de constitución de los estados nacionales posterior a la independencia política, se presentó en todos los países de América Latina. La historia de Chile registra por lo menos cinco guerras civiles, Argentina padeció 10 y México por lo menos 12. Prácticamente ningún país de América Latina, con excepción de Brasil, estuvo libre de guerras civiles durante el siglo XIX. Estados Unidos tuvo también la suya y Europa, donde proliferan los intelectuales que dan lecciones de civilidad, fue durante el siglo XIX escenario de enfrentamientos militares que se prologaron hasta el siglo XX en las llamadas guerras mundiales que los historiadores del futuro seguramente verán como las dos grandes guerras civiles de la Unión Europea.





Estrictamente hablando no puede hablarse de guerras civiles en Colombia en el siglo XX. Después de terminada la guerra de los Mil días en 1902, el País vivió un largo período de paz política – que fue también un período de progreso económico- que se extendió hasta 1948, año del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, como consecuencia del cual se inició el período conocido como la Violencia. El gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla – y eso hay que reconocérselo - puso término a esa violencia con diálogo y política social. Durante el Frente Nacional, entre 1958 y 1970, se consolidó la paz política.

En los años 60 y 70, en el contexto de la Guerra Fría y bajo el aliento del gobierno dictatorial de Cuba, surgieron en Colombia, y en casi todos los países de América Latina, movimientos guerrilleros de orientación comunista – FARC, ELN, EPL, M-19, etc.- que ejercieron la más despiadada violencia contra las instituciones democráticas y el pueblo colombiano. Con el derrumbe de la Unión Soviética y la caída del maoísmo en China, esas guerrillas, faltas de financiación, languidecieron hasta extinguirse en todos países de América Latina, con la triste excepción de Colombia donde encontraron en el narcotráfico una poderosa fuente de financiación que terminó por convertirlas vulgares organizaciones criminales desprovistas de todo ideal político. Eso aconteció con las FARC, el ELN y, por supuesto, el M-19, que se puso al servicio de Pablo Escobar y su cartel de Medellín. Esa es la verdad monda y lironda.

Miente pues Gustavo Petro cuando habla de las 60 guerras civiles y miente también cuando acusa a la “oligarquía colombiana” de ser la causante de la violencia de las últimas décadas.  Desde los años 70 hasta ahora, los generadores de violencia han sido los grupos criminales narcotraficantes como las FARC y el ELN o aliados del narcotráfico como el M-19, cuya bandera tuvo el descaro de exhibir Gustavo Petro en su cierre de campaña en la Plaza de Bolívar mostrando de esa forma que su inclinación por la acción directa como forma de hacer política todavía está vigente.

LGVA
Mayo de 2018.    

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