jueves, 17 de mayo de 2018

En la emergencia de Hidroituango: contigo EPM, ahora y siempre.


En la emergencia de Hidroituango: contigo EPM, ahora y siempre.

Luis Guillermo Vélez Álvarez
Economista

No hay obra de ingeniería más compleja que una hidroeléctrica, grande o pequeña. Un puente es un puente, una vía es una vía, un túnel es un túnel, etc. Para armar una hidroeléctrica, que finalmente es un lego gigantesco, hay que hacer puentes, vías, túneles, edificios, presas, tuberías, etc.;  para incorporar,  en esas estructuras o por medio de ellas,  los equipos electromecánicos - los que producen la energía- que deben ser hechos a la medida de cada proyecto. Y todo ello en un entorno natural, que a pesar de los estudios previos guarda mucha incertidumbre, y un entorno social extremadamente complejo y exigente. Con tantas variables en juego, son muchas las cosas que eventualmente pueden fallar, algunas de las cuales efectivamente fallan. Ninguna hidroeléctrica se ha construido completamente de acuerdo a los diseños originales que siempre deben ser ajustados para adaptarse a situaciones que solo se evidencian en el terreno.



Con  sus 2.400 MW, que equivalen al 15% de la capacidad instalada del País,  y los 37.000 empleos directos e indirectos generados durante su construcción, Hidroituango es sin lugar a dudas la obra de ingeniería más compleja hecha en Colombia. Hasta hace unas semanas las cosas marchaban bien y se habían superado numerosos dificultades. Estábamos a solo 8 meses de poner en funcionamiento los primeros equipos. Sobrevino entonces la creciente que produjo el taponamiento de los túneles de desviación durante el proceso de llenado del embalse y llegamos a la emergencia actual.



Con la decisión de evacuar el agua del embalse por la casa de máquinas se busca conjurar  el peligro de una gran avalancha sobre las poblaciones aguas abajo del proyecto. Subsiste el riesgo de crecientes por los des-taponamientos y taponamientos de los túneles de desviación, a causa de la presurización y des-presurización de los mismos. Los planes de contingencia adoptados y el sistema de alertas seguramente evitarán que se presenten pérdidas de vidas humanas, lo que en este momento es la prioridad.

La respuesta de EPM ante la emergencia es una muestra de la calidad humana y profesional de sus directivos, funcionarios y trabajadores y ha estado a la altura de la circunstancias. Probablemente en manos de otro equipo de otra empresa estaríamos ya lamentando una catástrofe.  La fortaleza y determinación  que ahora muestran las gentes de la Empresa, es la  que le ha permitido a EPM sacar adelante todos los grandes proyectos que hoy suministran energía y bienestar a todo el País. Ya llegará el momento de evaluar lo acontecido y de extraer las lecciones. Por lo pronto, hay que apoyar los esfuerzos de los técnicos y trabajadores de EPM y de las empresas contratistas, que aún a riesgo de sus vidas, luchan por elevar la presa y poner en operación el vertedero, con lo que se superaría lo más grave de la emergencia.

Durante muchos años he trabajado para EPM, directa e indirectamente, he participado en algunas de sus batallas y las he sufrido todas. Allí conocí a muchos de los profesionales que más me han enseñado en mi vida y me da confianza saber que ellos son los que están ahora, con inteligencia y entereza, enfrentando la actual crisis, de la que con seguridad nuestra Empresa saldrá fortalecida.

LGVA
Mayo de 2018.

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