La
venta de ISAGEN
Luis
Guillermo Vélez Álvarez
Economista,
Docente Universidad EAFIT
En principio estoy de
acuerdo con la afirmación de Adam Smith según la cual no existen dos caracteres
más incompatibles que los del soberano y el comerciante – el estado y el
empresario, diríamos en la actualidad – y por ello soy proclive a alejar el
gobierno de la actividad empresarial. Sin embargo, las decisiones sobre la
enajenación de los activos del estado deben evaluarse de forma pragmática
considerando ventajas y desventajas de cada situación. Esto es lo que debe
hacerse con la anunciada venta de ISAGEN.
La empresa no presenta los
problemas de eficiencia, rentabilidad o gobernabilidad que con frecuencia
justifican la venta de las empresas estatales; tampoco en el sector eléctrico
se están presentando problemas estructurales que hagan necesaria su
privatización. La venta de ISAGEN tiene una motivación puramente fiscal. El
gobierno aspira a obtener $ 4.4 billones con la venta de su participación y
anuncia su intención de destinar esa suma a la construcción de carreteras. Esa
suma equivale a un 10% del costo estimado de los proyectos que conforman el
plan de concesiones de cuarta generación y a la tercera parte del déficit
fiscal de 2012. No parece mucho dinero.
ISAGEN tiene el 15% de
la capacidad instalada de generación; EPM el 23% y EMGESA el 20%. Unos 38
agentes más, entre los que se encuentran CELSIA y AES-Chivor, se distribuyen el
42% restante. En principio, EPM y EMGESA no pueden comprar a ISAGEN pues excederían
la cuota máxima de mercado que la regulación admite para un generador. Quedan CELSIA,
el cuarto agente del mercado, y AES-Chivor, el quinto, como los más fuertes
candidatos a adquirir ISAGEN. Con cualquiera de estos compradores se elevaría
la concentración del mercado eléctrico que ya supera los 1.800 puntos del
índice HH.
Colombia tiene un
importante potencial hidroeléctrico por desarrollar. Las inversiones de esta
naturaleza, especialmente las de gran tamaño, tienen elevados riesgos en su
fase de construcción que con frecuencia disuaden a los inversionistas privados.
Con la excepción de la hidroeléctrica de El Quimbo, cuya construcción adelanta
actualmente EMGESA, y de algunas plantas menores, el potencial hidroeléctrico
del País ha sido desarrollado por empresas controladas por el estado. ISAGEN,
como empresa mayoritariamente pública, tiene un gran valor estratégico para
garantizar la expansión de la generación en presencia de situaciones que
debiliten el apetito inversor del sector privado.
Los ingresos que puede
producir la venta de ISAGEN no son significativos frente a las necesidades de
inversión en infraestructura vial o el tamaño del déficit fiscal. Esa venta
puede llevar al aumento de la concentración del sector eléctrico y priva al
país de un recurso para atender riesgos y contingencias que pueden presentarse
en la expansión de la generación. Con la
venta de las electrificadoras del Meta, Nariño, Caquetá, Huila y Casanare y de
alguna porción de la participación en ECOPETROL, el gobierno nacional podría
atender sus urgencias fiscales minimizando los efectos colaterales. Si finalmente, como todo parece indicar, la venta de la participación del gobierno en ISAGEN es irreversible, recomiendo comprar: es una excelente inversión.
LGVA
Agosto de 2013.
Un excelente análisis para quienes debemos tomar decisiones accionarias sobre Isagen.
ResponderEliminarSi la venta de las acciones del gobierno es un hecho como parece serlo, yo me inclino por comprar. Gracias por el comentario. LG.
EliminarBuen análisis Luis Guillermo,
ResponderEliminarEl punto clave es la identificación de los elementos que componen el Valor Estratégico de Isagen. Estamos frente a un problema de Asset Substitution según el cual cambiaríamos un activo productivo por otro que también sería productivo (bienes públicos de infraestructura), lo cual no resulta muy razonable. Resultaría razonable si el actual activo es improductivo, lo cual cómo usted señala no es así.
El tema de la generación de energía, y el control del recurso hídrico es un tema de importancia estratégica para las naciones. Hace unas semanas en EAFIT estuvo invitado un profesor de ingeniería israelí experto en aguas, y alguien del público le preguntó sobre quien controlaba el suministro del líquido en medio de tanta zona desértica y con vecinos enemigos de Israel. la respuesta del profesor fué: Israel controla la generación de energía y el suministro de agua, aún para sus enemigos por cuestiones humanitarias, así ellos posteriormente nos envíen misiles.
Soy partidario de la privatización, pero cuando haya una verdadero aumento en el valor público - privado en manos del privado.
Hay un precio fijado para la venta de ISAGÉN, pero la empresa vale más. Aunque el proceso está por ahora empantanado.
JUAN CARLOS GUTIÉRREZ
PROFESOR DE FINANZAS
EAFIT